Lanzamiento de la Cátedra Jesús de Polanco

GUADALAJARA, JALISCO.- “¿Es una condición la cultura para que exista la democracia?”, cuestionó ayer Juan Luis Cebrián, ex director del diario español El País y consejero delegado del Grupo Prisa, para arrancar la mesa de debate en torno a estos dos temas, como parte de la Cátedra de Estudios Iberoamericanos Jesús de Polanco, en la que participaron también Sergio Ramírez, Ángeles Mastretta, Julio Ortega, Joaquín Estefanía y Carlos Fuentes, quien es parte del comité de honor.

La Cátedra se creó a iniciativa del a Universidad Autónoma de Madrid y la Fundación Santillana, con la idea de abrir un espacio académico para reflexionar sobre la educación, la cultura y el periodismo de calidad, en honor al fundador y presidente del Grupo Prisa, Jesús de Polanco, fallecido en julio de 2007. Las actividades arrancaron hace cuatro días en España con el seminario “La calidad de la democracia: un mundo sin media”, presentado en México este lunes en el marco de la Feria Internacional del Libro, pues la idea es “trabajar por la integración y la cooperación de las dos orillas”.

En España, se decía que no habría democracia con Franco porque el pueblo no estaba preparado. “Pero, ¿quién dice cuándo está un pueblo preparado, sean o no cultos? Además, la democracia ha perdido prestigio por todo el mundo, porque no ha resuelto ningún problema”, resaltó Cebrián.

El fundador del diario El País dijo que la Real Academia Española definió hace seis meses la palabra cultura como “el cultivo del intelecto, que está relacionado con el desarrollo de la evolución y es dinámica, no estática, que germina y se expande. Pero ahora creo que tenemos que redefinirla. La democracia solo es un método, una condición para todo lo demás, pero que en sí misma no resuelve los problemas”.

Sergio Ramírez y Ángeles Mastretta incursionaron en el asunto de las tecnologías y Cebrián puntualizó que probablemente internet podría ser democracia, “pero también puede ser lacracia. Es algo todavía por estudiar, pero sí resalto que el cambio digital es un cambio de civilización, al igual que la imprenta revolucionó la historia”.

Por su parte, Julio Ortega expresó que, en este momento de crisis, probablemente vivamos en la “posglobalidad”, en la que se ve el fin de una verdad única, de la que solo debe quedar la memoria histórica, la cultura democrática, los derechos humanos: “En este diálogo contra la crisis, más libros, más lectura”, concluyó.