Fernando Delgadillo, listo para el Diana

GUADALAJARA, JALISCO (14/FEB/2014).- La fama no le afecta. No le preocupa. No lo mueve. A Fernando Delgadillo ni le va ni le viene si sus canciones se tocan en estaciones de radio populares, o si Thalía hace un cover de’ Hoy ten miedo de mi’ sin darle crédito (o siquiera saber si él la interpretaba).

No le interesa que le reconozcan las más de tres décadas de trayectoria, ni tener la pared de su casa tapizada de Discos de Oro, premios, medallas, diplomas o estatuillas. A él, lo que lo mueve, es subirse al escenario y cantar. Sacar todo lo que tiene en el alma. Cantarle al amor, a la soledad, al dolor, a la plenitud. A lo que viene, a lo que fue. Pero cantar.

• Música para la ciudad

Son muchas las razones las que hacen a Fernando Delgadillo un tipo peculiar. En un país donde la radio comercial y la televisión determinan quién es popular y quién no, él se ha convertido en un icono de la contracultura para algunos, de la canción urbana para otros, o un ídolo de aquellos que no creen en venderle su alma a una disquera para que sus canciones viajen. “Se puede hacer carrera lejos de ellos. Es una convicción que siempre he tenido”, afirma vía telefónica.

Delgadillo se presenta éste sábado en el Teatro Diana, con un nuevo disco bajo el brazo: Tiempo de ventanas. Llega a una plaza donde se sabe querido. Se le recuerda que un día antes, la ciudad celebra el aniverario de su fundación, y como a toda cumpleañera, quiere festejarla por todo lo alto.

“Si Guadalajara fuera una mujer, diría que es una muy fiel, que siempre espera el regreso. Apasionada, especial”, afirma el músico, que ya cuenta los minutos para subir al escenario. “Y me fascina volver. Aquí he vivido momentos muy especiales, y creo que estoy a punto de vivir nuevos”.

El que regresa al Diana es el mismo de siempre en esencia, pero con vario cambios en el alma. Moverse en la turbulenta industria de la música, incluso desde la trinchera independiente, le endurece la piel a quien sea. Pero él se mantiene firme en sus opiniones: quiere seguir haciendo música.

Se le cuestiona si tiene sentido seguir apostando por un disco nuevo, como lo es Tiempo de ventanas, en una época donde mucha gente dejó de creer en este formato, y cuando ya son varios los artistas que prefieren lanzar un sencillo y esperar la respuesta de la gente para “ver si pega”. Fernando hace una pausa antes de responder. Para él, el disco no es una pieza de plástico o unos archivos en MP3 que se meten al reproductor. Es un testimonio de honestidad. Un pedazo de sus pensamientos se va en cada canción. “Es una obra artesanal por un lado, y valía la pena compartir este viaje que hice, al componer”, expone.

Él no va a dejar de componer, de crear, pase lo que pase. Esté o no de moda el disco.

• Mientras no dejen de aplaudir, no deja de cantar

Prepárese. Los conciertos de Fernando Delgadillo tienen fama de kilométricos. Como si se tratara de un “Chente” de la canción de autor, mientras le sigan aplaudiendo, él sigue cantando. Ya en confianza, son legendarios los conciertos de más de cuatro horas del intérprete.

Las giras de Fernando también son largas. Durante meses anda de aquí para allá, compartiendo con la gente y viviendo a veces en hoteles, a veces en pequeñas estancias. A veces llega a la ciudad solamente para el concierto. No es un ritmo fácil.

¿Y en qué momento compone? “Me doy mis ratos”, responde. “Vengo de una etapa, por ejemplo, donde hubo una pausa. Y me dediqué a eso. Me senté, y con calma, me puse a escribir”.

Así es Tiempo de ventanas, un disco nacido de un descanso en su carrera. Algunas canciones son creaciones del “ahora” del artista. Otras tenían meses, años en su mente. “A veces va naciendo por partes. Nace la música sin letra. Nacen pedazos, palabras. Hay que esperar. Hay algunas que se toman su tiempo. No soy de los artistas que tiran a la basura una obra solamente porque no salió a la primera como quería”.

Así es su obra más reciente, una radiografía del alma del artista. La suma de sus experiencias y reflexiones vertidas en letras que se convierten en un mapa para las emociones que hoy por hoy habitan la mente del artista.

Delgadillo no entra en el juego de definir cuál canción de su repertorio más reciente le gusta más. Es casi doloroso darle un privilegio a  alguna, dado que todas tienen un significado especial. “Cada una tiene una historia especial. Todas tienen un motivo para estar en el disco”. Los años de trayectoria están allí, cierto, pero la frescura y las ganas de seguir conquistando a sus cómplices lo siguen moviendo.

El tiempo termina. La entrevista concluye. Delgadillo es un hombre al que no le agradan las despedidas, y opta por un adiós breve. En unas cuantas horas ya estará en el escenario, al lado de sus complices. El cantante aparecerá hoy en punto de las 21:00 horas en el Diana, y todavía hay boletos disponibles, con rangos de precios de 200 a 500 pesos. Después convivirá con sus fanáticos. Quizás antes, o después, escapará para perderse en las calles tapatías. Perseguirá unos buenos tacos, una buena charla. Quizá encuentre una nueva historia. Se vale. Las ventanas de la imaginación, a final de cuentas permanecen abiertas.

PREPARA TU GARGANTA

Para escuchar esta noche

> Hoy ten miedo de mí

> No me pidas ser tu amigo

> Carta a Francia

> En tu cumpleaños

> Rodrigo y Claudia

> Primavera

> Semanario

> Serenata

> La canción del caminante

> Jardín de invierno

> El atajo

> Gente armada

> Tiempo ventanas

> Desespero

El cantante aparecerá el sábado en punto de las 21:00 horas en el Teatro Diana, y todavía hay boletos disponibles, con rangos de precios de 200 a 500 pesos.

EL INFORMADOR / Juan Francisco González Rodríguez