El imperio de Madonna, lo tiene todo... y quiere más

MÉXICO.- ¿Cómo recordarán a Madonna las futuras generaciones? Quizás como un ser mítico, que en cada disco cambiaba su imagen de manera drástica, a veces rubia, a veces con conos en el pecho, con el cabello negro o un sombrero de vaquero.

Quizás piensen en ella como una visionaria que navegó por el caprichoso océano del pop y logró alcanzar un puerto exitoso en cada propuesta sonora que emprendió. O puede que la recuerden simplemente como Madonna Louise Verónica Ciccone, la mujer que tuvo el mundo a sus pies durante casi 20 años, que acumuló casas, dinero, posesiones, amor, poder, pero que jamás encontró la verdadera felicidad personal.

Entre mito y realidad, Madonna es a la vez un clásico de la música que una artista que impone modas. La contradicción entre “viejo” y “nuevo” parece no afectarle a la cantante estadounidense, que se encuentra en medio de una gira mundial que la trae a México este fin de semana, y con ella llega un tornado de chismes, problemas afectivos y demás parafernalia imposible de ignorar. Y es que si no fuera escandalosa, no sería Madonna.

Dulce y pegajosa
Madonna llega a México como parte del Sticky & Sweet Tour. La última vez que había estado presente en nuestro país fue en 1993 y poco faltó para que viniera a Guadalajara como parte de Los Premios MTV.

En esta ocasión se presenta con el disco Hard Candy, con el que le ha dado una nueva dirección a su carrera, al incluir duetos con Justin Timberlake y Pharrel Williams.

Además, la camaleónica artista aseguró que con este material “quiero hacer cosas nuevas porque estoy muy complacida con eso. Siento que eso es lo que la gente viene a escuchar, pero también quiero hacer un poco de lo clásico y bueno”.

La crítica ha terminado una vez más alabando la capacidad de la cantante para acertar con su sonido, y de paso, mantener una condición física envidiable, a pesar de que ya tiene 50 años, los cuales se reducen a la mitad cuando está sobre el escenario.

Reina ante todo
A pesar del avasallador éxito que goza, Madonna no tiene por estos días un motivo real para andar feliz por la vida.

Ahora pasa por un proceso de divorcio con Guy Ritchie, el cineasta británico por quien había dejado Estados Unidos para recidir en Londres. Además, debe lidiar con los rumores que señalan que su salud se encuentra en mal estado.

Este vendaval de rumores la ha doblado, pero no roto, pues ha encontrado consuelo en su gran amor, la música: “Estoy triste por mi vida personal, pero me siento muy bienaventurada y muy afortunada de tener la oportunidad de hacer lo que hago en mi vida profesional”, afirmó apenas ayer a la agencia de noticias Asociates Press.

Aunque los detalles de su separación eclipsan por ahora lo referente a su música, a sus fanáticos no parece preocuparles demasiado si llega soltera, casada o divorciada a la cita. Basta recodar que Madonna vendió 44 mil entradas para su concierto del 29 de noviembre en el Foro Sol en 47 minutos, en tanto que los del domingo 30 se vendieron en una hora y media.

“Material Fans”
La pasión que despierta Madonna entre su público es difícil de medir.

Actualmente los boletos en reventa de la cantante se pueden encontrar hasta en 10 mil pesos en la Zona platino dentro de la página de internet mercadolibre.com, e incluso hay quienes ofrecen hacer “cambio” de boletos por autos.

Originalmente el boleto más caro para el concierto costaba cuatro mil 500 pesos.

La frase:
“Estoy triste por mi vida personal, pero me siento muy bienaventurada y muy afortunada de tener la oportunidad de hacer lo que hago en mi vida profesional”
Madonna, cantante