Daño en montículos de El Grillo

GUADALAJARA, JALISCO.- El 24 de diciembre, un hombre rondó el sitio arqueológico El Grillo, lo midió y se retiró, dicen los ladrilleros que laboran por la zona. Dos días después, cuatro individuos entraron al terreno y aprisa comenzaron su trabajo: metieron maquinaria sobre dos montículos e hicieron un hoyo tras otro, de 50 centímetros de profundidad. Al llegar al hoyo 33, la policía zapopana los detuvo en flagrancia por daños a una zona prehispánica, protegida por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas.

El custodio del lugar (ubicado en la calle Juan Domínguez y el anillo Periférico), Paulo César Ramos Guzmán, cuenta que sorprendió a los cuatro trabajadores a las 12:00 horas del sábado 27 de diciembre. “Lo hicieron todo rápido; en 40 minutos metieron máquinas, que no pudimos ver. Pero al parecer son trascabos. Su intención era poner una malla ciclónica para delimitar el terreno. Entonces llamé a la policía y los detuvieron”.

La estructura más dañada luce revolcada de tierra y fragmentos de adobe (que probablemente pertenecían al piso del montículo), en una extensión de 180 metros de largo y dos metros de ancho. El dictamen de lo que ha sido destruido quizá sea concluido la próxima semana por la arqueóloga del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Marisol Montejano.

Ramos Guzmán, quien desde hace tres años cuida El Grillo por parte del INAH, cuenta que el delito federal es fácil de acreditar y que está por definirse la situación jurídica de los cuatro trabajadores, quienes argumentaron que el “supuesto dueño del lugar solo les habló por teléfono para que vinieran a hacer este trabajo y que ni siquiera sabían quién era. Pero el señor responsable sí sabía que era un sitio arqueológico, porque me presentó unos documentos que, según él, eran un permiso del INAH para poner la malla, pero eran unos documentos del año 2000 ó 2001 para poner la cerca de aquel lado (señala el límite del predio con el Periférico). Obvio que no eran para hacerlo en los montículos, eso es imposible”.

El polígono de 14 hectáreas y con cuatro montículos sigue siendo propiedad privada. El custodio señala que no saben quién es el verdadero dueño, porque se han presentado hasta ocho personas, cuatro con escrituras y otras cuatro sin papeles. Sin embargo, eso no les permite intervenir el predio, ya que está protegido por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas.

Los trabajadores señalaron en un primer momento que iban del Ayuntamiento, “cosa que es mentira”. Luego se excusaron con que Jurídico del INAH había dado el permiso, que todo estaba en regla, que no dañaban y que “incluso hasta me conocían. Y ahí poco a poco salieron las mentiras. Todo indica que estuvo planeado”.

Añade que sin duda hubo daño y por lo tanto delito, con el simple hecho de meter maquinaria. “La arqueóloga Marisol (Montejano) me platicó que en la Ciudad de México, nada más por meter taquetes, se armó un problemón. Imagínate, aquí fueron hasta de 50 centímetros de profundidad”.


Predio cotizado

Hasta el momento, ni el Ayuntamiento de Zapopan ni el INAH han destinado recursos para adquirir el predio, a pesar de que ambas instancias han hecho declaraciones de que habría dinero para comprar.
“Es un lugar muy codiciado, a cada rato viene la gente diciendo que son dueños y ponen letreros de que los terrenos se venden. Yo llamo a la policía, quitan el letrero y ya se calma todo. También vienen a preguntar si se vende, para cines o construir casas, pero les digo que es zona federal y ya se van”, agrega el trabajador del INAH.

Dentro del CCU

Por estar colindante con los terrenos del Centro Cultural Universitario (CCU), se tiene planeado que, en la última etapa, la Universidad de Guadalajara (UdeG) podría integrar el sitio de El Grillo al complejo cultural.
El presidente del CCU, Mauricio De Font, ha comentado que no es una prioridad y que no hay nada concreto. Pero la lógica es que, por la cercanía, se piense en la adquisición y restauración del lugar.