Martes, 26 de Noviembre 2024
Entretenimiento | Colaboraciones de artes

Contemplaciones contra el tedio

David Negro Guerrero

Por: EL INFORMADOR

I
Ésta es la primera entrega de 2009. Es tiempo preciso para externar un sincero y público agradecimiento a EL INFORMADOR, por la enorme generosidad de permitirme formar parte de esta ejemplar empresa periodística. El miércoles 24 de abril de 2002, en la página 3-D, de la sección ARTES (todavía era una sección independiente y ojalá vuelva a serlo), inicié la aventura de escribir semanalmente, después de haber convencido a Ana Guerrerosantos para que me invitara a colaborar en el periódico. Ese día, se daba cuenta, en la primera plana de la sección, de la lectura pública "Confabulados con Juan José Arreola", con la que por primera vez Guadalajara celebraba el Día Internacional del Libro; la otra nota que ocupó la primera plana de la sección fue la invitación para la inauguración de la exposición de pintura que presentó el argentino Ricardo Celma en el Museo del Periodismo y las Artes Gráficas. En interiores, las primeras "Contemplaciones" compartieron espacio con la nota que informaba sobre la censura que padeció la novela Macho profundo, de César López Cuadras, y publicada por Editorial Arlequín; y el anuncio de la edición XXXIV de la Feria Municipal del Libro de Guadalajara, en la que se rendiría homenaje a Hugo Gutiérrez Vega.

II
Con el correr de los años, y checando el archivo personal, me doy cuenta de que estoy cerca de la colaboración número 300, aunque confieso avergonzado que ha habido algunas semanas en las que he faltado a la cita con mis hipotéticos tres lectores. De entonces a la fecha han pasado muchas cosas: me fui a vivir a Lagos de Moreno con mujer y dos hijos, regresé a Guadalajara con la misma mujer, los mismos hijos y la hermosa Angelina, que es el mejor regalo que la vida me ha otorgado; fui productor de radio, luego director de una estación universitaria, después intenté coordinar siete emisoras, hubo un tsunami, y vuelvo a ser productor, con un interés muy fuerte por especializarme en la literatura convertida en arte radiofónico. Por supuesto, los cambios han ido más allá de mi limitada vida, pero de esos han dado perfecta cuenta no solo EL INFORMADOR, sino todos los medios de comunicación, locales y nacionales.

III
La tarea de mantener una colaboración se ha convertido en una experiencia y un ejercicio de permanente enseñanza. Ciertísimo: cada medio tiene su propio lenguaje; una cosa es escribir para la radio y otra para un medio impreso. Si en la radio se debe cuidar la capacidad de síntesis, en un periódico es una exigencia obligatoria. Saber escribir periodísticamente es saber podar las palabras, pero cultivando un estilo. Esto último ya es asunto de cada quién, y en estilos se rompen los gustos. Hoy en día no es de extrañar que el público lector compre un diario más por su lista de colaboradores y editorialistas que por sus notas o reportajes; pero también es cierto que hay abundante opinión y poca inteligencia e imaginación. El lector no es ingenuo. Sabe que existen muchos tiranetas, que creen que su palabra es cuasi divina, profética y, lo que es peor, con autoridad; están los que aprovechan sus espacios para solo jalar agua a su molino, o para quedar bien, o para saldar el chayote que les hayan podido dar. Hay, incluso, quienes se sienten y hasta se nombran periodistas por el solo hecho de tener una columna o escribir en las páginas editoriales, aunque en su vida hayan agarrado una grabadora o realizado un reportaje.

IV
Desde el primer texto escribí que el objetivo de las "Contemplaciones" era el de "establecer un puente entre quienes hacen y animan la llamada vida cultural y el hipotético espectador". La dinámica artística y cultural que se hace en Jalisco creo que no es fiel y totalmente reflejada en los medios de comunicación: es impresionante el enorme número de proyectos, artistas, promotores, creadores, ideas que se generan día a día y que simplemente pasan de noche tanto en los diarios como en la radio y la televisión. En esa línea, no deja de ser preocupante las pocas columnas dedicadas a reflexionar, debatir, discutir o proponer ideas que aporten a un mejor y necesario desarrollo de nuestra dinámica cultural. Claro, hay que aplaudir las que existen, pero insisto en que no son suficientes. ¿En dónde está el crítico de danza más respetado por la comunidad artística? ¿En dónde el crítico musical al que no le ganen sus gustos personales? ¿Sí hay críticos de artes escénicas? ¿Alguien sabe cómo se llama el crítico de artes plásticas con el que se quita uno el sombrero?

V
Mientras ustedes me facilitan la respuesta -si la tienen-, yo continuaré aprovechando la inigualable oportunidad que tengo para compartir mis "Piensos", ideas y reflexiones sobre lo que más nos gusta y apasiona: la creación artística. A lo largo de estos años he recibido correos o comentarios de quienes han leído lo que aquí se deja sentado. No pocas veces han sido opiniones contrarias, y hasta pertinentes, necesarias y agradecibles aclaraciones o puntualizaciones. Este compromiso exige honestidad, verdad y entrega. No es fácil, pero ¡cómo se disfruta hacerlo! Si lo hago bien o mal, para eso está el correo al final: para cerrar el círculo con ese hipotético lector y que sea él el que lo diga. Por mi parte, yo aprovecho esta primera entrega de 2009 para reiterar mi deseo de hacer estas "Contemplaciones" siempre atractivas para su lectura, aunque no se esté de acuerdo con su contenido. Gracias a EL INFORMADOR, a Ana, a Aurora, a la flota de la sección ARTES, a los directivos del periódico. Y, sobre todo, gracias a esos hipotéticos tres lectores.

VI
Que 2009 sea el mejor año de nuestras vidas.
Comentarios, quejas y envío de deseos a: davidguerrero.lemus@gmail.com.

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