Lunes, 02 de Diciembre 2024
Entretenimiento | David Negro Guerrero

Contemplaciones contra el tedio

Cuánta falta nos hacía un mucho de aire fresco!

Por: EL INFORMADOR

I

¡Cuánta falta nos hacía un mucho de aire fresco! Hemos estado en las últimas semanas sacudiendo el cuerpo y el espíritu contra el rencor, ceguera, ignorancia y estupidez de otros y nos encontramos, en dos funciones que se dieron en el Teatro Experimental de Jalisco, con veneros de agua fresca, limpia, clara. Algo similar al ansia de calmar la sed cuando menos se lo espera uno. La experiencia de vida -así: de vida- que gozamos la semana pasada nos ha devuelto no sóoo el optimismo y la alegría, sino la buena dosis de serenidad y de paciencia (¡cuánta razón tiene todavía Kaliman!) tan necesarias para afrontar el último tercio de este año trepidante.

II

A Olga Gutiérrez la conocimos justo cuando El Venero -ese inolvidable proyecto, referencia necesaria para entender el desarrollo del teatro contemporáneo en Tapatilandia en los últimos 15 ó 20 años, impulsado por la incansable Olga Valencia (¡cómo la extrañamos en los escenarios!) y el tremendo irónico y cabrón de Javier Serrano (¿podemos olvidar las noches en la azotea de la casona de Gregorio Dávila?)- vivía sus últimos meses de vida. Pequeña, circular, con plenitud de tierra a todo lo que da, Olga Gutiérrez siempre se distinguió por una palabra: desafío. Ir en contra de la ruta que los demás tomaran. Pero el desafío no entendido a la facilota, como una forma de rebeldía apantalladora o de pose que únicamente dura un instante; todo lo contrario. En esta talentosa e inquietísima creadora, las palabras de lo convencional y de lo sinsentido no tienen cabida. Precisamente en esos dos extremos es en donde, de manera insistente, con disciplina, tesón y arrojo, ha sabido desarrollarse el trabajo profesional de una de las promotoras culturales más importantes que tiene, hoy en día, la ciudad de Guadalajara, aunque a muchos -y muchas- les pese reconocerlo.

III

"Laboratorio Punto D: laboratorio de movimiento y creación escénica" es el nombre de la agrupación artística que Olga Gutiérrez, en compañía de otros creadores, formó ante la pasividad, monotonía, burocratismo y demás taras que han invadido a buena parte de nuestros hacedores en artes escénicas, concretamente en danza y teatro. Un proyecto que impulsó, para beneficio de ese ente tan difícil de conquistar y mantener que se conoce como "público", con el afán de ofrecer justamente todo aquello que motiva a un artista a arriesgarse, entendiendo el riesgo como la oportunidad creativa para abrir brechas aun en medio de las desavenencias y las aparentemente imposibilidades que todavía padece una ciudad como la nuestra. Desde el año 2001, Olga decidió romper convencionalismos e inició un trabajo que, poco a poco, ha ido consolidándose incluso más allá de nuestras fronteras, llegando a capturar la atención, respeto e interés de compañías y artistas no sólo nacionales sino internacionales.

IV

De esta forma, desde hace cinco años Olga todavía dio un paso más agresivo, inteligente y sin miramientos: crear un festival dedicado creadores, artistas, intérpretes, estudiosos o interesados en donde convivieran tanto la danza butoh como el teatro ritual, el "performance" como la danza "release", la improvisación con la danza experimental, pero en donde el contacto y diálogo con el espectador fuera pieza no solo importante sino fundamental. Creadores y artistas rumanos, franceses, polacos, norteamericanos y de otras geografías han encontrado en el llamado Encuentro Internacional Nuevos Creadores a Escena (EINCE) un foro que está a la altura de las propuestas más vanguardistas y experimentales que se realizan en el mundo, con la participación no solo contemplativa de público tan variado -desde niños hasta adultos mayores, en teatros y en espacios abiertos (barrios, calles, plazas)-, sino dispuesto a interactuar y convertirse en un protagonista más. Este 2008 EINCE llegó a su quinta edición y lo hizo de una manera magistral: tan solo las presentaciones, tanto el martes 21 como el viernes 24 de este agónico octubre, de la agrupación Da-Da-Dance Project, compañía originaria de Nueva York, pero con talento coreano y mexicano, validaron el esfuerzo y obligan a un serio y entusiasta reconocimiento por el enorme esfuerzo y trabajo de esta creadora que, sin necesidad de hacer ruido, ha logrado lo que muchos ya quisieran.

V

De EINCE, estamos seguros, ya hablan muchos artistas y creadores fuera de Tapatilandia. ¿Lo conocerán nuestras brillantes autoridades? Estamos seguros de que Olga ha obligado a más de tres creadores de nuestra localidad a querer estar en el programa del próximo año. Lo que esta pequeña e incansable artista ha logrado no es cosa menor ni se puede agotar en este espacio. Sin duda, creemos que Olga Gutiérrez debe ser apoyada, sin miramientos, para ampliar todavía más el enorme beneficio, alegría y sabor que ha contagiado a todos los espectadores que han sido conquistados. Nosotros, de entrada, nos declaramos admiradores totales de su trabajo y esfuerzo. Además de que, desde aquí, le damos un sonoro aplauso, nos ponemos de pie y le decimos: ¡Gracias!

VI

El espacio nos ganó -y la emoción- para hablar de esa otra maravilla que nos cautivó en la semana: la Trilogía de Sandra Soto, belleza, silencio, la eternidad del tiempo aparentemente finito. Poesía, fragilidad, arte. Mejor váyanla a ver hoy al Teatro Experimental de Jalisco: es el último día.

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