Capulina se mantuvo firme en su estilo de humor familiar, indican expertos

GUADALAJARA, JALISCO (30/SEP/2011).- Ante la muerte de Gaspar Henaine Pérez, el afamado Capulina, especialistas en cine coinciden en que una de las mayores virtudes del comediante fue haberse mantenido firme en su estilo de humor familiar, que no desvió a pesar de encontrarse en una época donde el doble sentido se hacía espacio en el gusto de los espectadores.

Aunque le tocó una época donde el cine mexicano escatimaba demasiado y realizaba producciones de baja calidad, Capulina estelarizó 84 películas de corte cómico siempre blanco, que más tarde, hacia 1966, trasladó a la televisión con mayor éxito.

"Capulina comenzó como músico, después se convirtió en comediante del cine y luego comediante de la televisión, donde se consolidó como una figura popular, había una historieta de Capulina, incluso hubo una incursión con los luchadores", resume Guillermo Vaidovits, especialista en cine.

El comediante, que fallece a los 85 años de edad, marcó pauta en la cultura popular gracias a sus frases y expresiones que denotaban su espíritu infantil que cautivó a públicos de todas las edades, con sus excepciones, ya que "nunca fue bien visto por el sector más intelectual del cine nacional, es un personaje que tuvo películas exitosas que después asimiló la televisión", señala el experto.

Capulina tuvo la desventaja de haber actuado en películas con malos directores, en una época donde el cine era de "muy mala la calidad, le tocó una época donde la industria del cine mexicano estaba abaratando costos y hacían películas con bajo presupuesto, en muchos casos improvisando durante la producción, no le tocó una buena época en el cine", considera Vaidovits.

Para Lucy Virgen, crítica de cine, la mayor aportación del comediante "fue en la televisión, incluso con espectáculos en vivo. Cuando él empezó a ponerse de moda junto con Viruta, estaban de moda los cómicos de carta que la comicidad estaba basada en albures y ellos empezaron a hacer un tipo de comicidad que era apropiado para toda la familia".

No hubiera sido sin la mancuerna que el poblano hizo con su colega Viruta, que Capulina se posicionó como uno de los más importantes comediantes en la historia del país.

"Empezó hacer una fama y empezaron a atraer público así, las películas que hicieron estaban basados en esquéches cómicos, no es que tengan una gran contribución al cine, pero sí abrieron todo un género de comedia para que fuera para toda la familia, y ya separados él se consagró con ese mote del rey del humorismo blanco", apunta Virgen.

Finalmente, Vaidovits lo describe como "una figura inquieta, no muy lograda, y sobre todo muy apegada a esta idea del humorismo ingenuo, simple".

EL INFORMADOR / VIOLETA MELÉNDEZ