Apuesta por la cultura para responder a los desafíos de la existencia

CIUDAD DE MÉXICO.- El Presidente Felipe Calderón resaltó ayer durante la inauguración del I Congreso de la Cultura Iberoamericana que se celebrará hasta el próximo domingo en la Ciudad de México que la cultura es la respuesta a los desafíos de la existencia y el espejo en que nos miramos cómo somos.

También indicó que en 2007 se destinaron en el país 825 millones de pesos al cine y que se filmaron 77 películas, la cifra más alta de los últimos 17 años.
Calderón estuvo acompañado por los príncipes de Asturias, Felipe de Borbón y Letizia Ortiz, en la apertura de este encuentro en el que participan todos los países de Iberoamérica y que se centra en el cine y el sector audiovisual.

El heredero de la corona española recordó que el Congreso es una iniciativa que surgió hace un año en la XVII Cumbre Iberoamericana de Chile, cuyas conclusiones se darán a conocer en la próxima Reunión de Jefes de Estado y de Gobierno, que tendrá lugar a finales de octubre en El Salvador.

En su intervención, Felipe de Borbón abogó por hacer de la cultura el eje central de una Iberoamérica cada vez más cohesionada y más presente en el mundo y puntualizó que gracias a las obras cinematográficas y audiovisuales "sabemos más sobre nuestros pueblos de esta comunidad de naciones". También solicitó obras que acerquen al cine a los más jóvenes, además de la colaboración de todos para superar los problemas estructurales y económicos del séptimo arte.

Además de Felipe Calderón y los príncipes de Asturias, la ceremonia de inauguración del I Congreso de la Cultura Iberoamericana celebrada en el Centro Nacional de las Artes (Cenart) de la capital del país contó también con la presencia del ministro de Cultura de España, César Antonio Molina; el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias; y el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Sergio Vela, además de los cineastas Carlos Saura (España), Arturo Ripstein (México) y Manoel de Oliveira (Portugal).

Iglesias aseguró que en el transcurso de su vida ha aprendido que es posible construir una sociedad más justa, si se apoya en la educación y la cultura, y que el crecimiento económico solo no basta para alcanzar el desarrollo, porque sin cultura es un espejismo que no puede durar.

Uno de los momentos más emotivos de la jornada llegó con la intervención del cineasta portugués Manoel de Oliveira -felicitado por el príncipe Felipe de Borbón porque en diciembre cumplirá 100 años-, quien habló de Luis Buñuel y de su aparente rebeldía contra Dios, "porque no eliminaba las cosas malas que suceden a la humanidad".

Carlos Saura abogó porque este Congreso siente unas bases firmes de colaboración de toda Iberoamérica ante los cambios que está experimentando el cine y reclamó que se potencie la imaginación como vehículo para contar historias de manera distintas, como Oliveira, Buñuel o Ripstein.

Este último cineasta declaró que en los 100 años del vida del cine solo unas cuantas películas son arte. En opinión de Ripstein, hay dos clases de creadores, los que filman con el corazón y los que lo hacen con la cartera. Dijo también que el Estado tiene la obligación de velar porque el cine pueda sobrevivir, ya que la cultura es tan vital como la salud.

El ministro de Cultura español resaltó que el Congreso es el mayor encuentro internacional que ha tenido la cultura en Iberoamérica, el espacio adecuado para mostrar la riqueza y potencial de casi 700 millones de personas y el vehículo para reforzar la identidad y dar voz a los creadores.