Aunque hubo un recorte en el presupuesto del Gobierno de Jalisco por la crisis del COVID-19, éste no aplicó para los transportistas, quienes obtuvieron un aumento en el subsidio para la adquisición de camiones. Para este año se había autorizado una bolsa por hasta 500 millones de pesos (MDP), pero el Ejecutivo estatal publicó un acuerdo en el que informa que subirá hasta 594 MDP. El incremento supera, por ejemplo, la reducción del presupuesto para la Fiscalía del Estado, la Coordinación Estratégica de Seguridad, el Escudo Urbano C5 y la Fiscalía Anticorrupción, donde la “tijera” fue de 56.6 MDP.En menos de tres años se destinarán mil 002 MDP al transporte público de los municipios metropolitanos, Puerto Vallarta, Zapotlán el Grande y Tepatitlán de Morelos (a través del fideicomiso de las fotomultas). De éstos, 954.7 MDP son para apoyos económicos a los camioneros para compra de vehículos y equipos de prepago.El Gobierno justifica que el ajuste se debe a variaciones en los costos por el tipo de cambio. Quienes compren un camión que no supere los 3.7 MDP, recibirán un apoyo por 1.3 MDP, en lugar de los 706 mil pesos que se habían programado al inicio. Augusto Chacón, director de Jalisco Cómo Vamos, lo califica como “un premio para un esfuerzo que las personas todavía no ven en su vida diaria”. Se solicitó entrevista a la Secretaría del Transporte, pero se respondió que están en la elaboración de las reglas de operación. Entre los años de 2018 y 2019, el Fideicomiso de Administración para la mejora de la Seguridad Vial ejerció 632.2 millones de pesos, de los cuales 360.7 millones se otorgaron a los transportistas para que renovaran sus unidades o instalaran el sistema de pago electrónico (prepago); es decir, seis de cada 10 pesos se fueron para otorgar recursos públicos a fondo perdido en favor de los camioneros.El fideicomiso administra el dinero recaudado del sistema de fotoinfracciones.De acuerdo con los presupuestos aprobados y los informes brindados en las sesiones del fideicomiso (que recibe los ingresos obtenidos vía fotomultas), sólo en el primer año de operación se benefició a programas como Infraestructura para el Control de Velocidad, Salvando Vidas, Mi Bici y la compra de equipos para las multas digitales, entre otros. En 2018 se tuvo una bolsa de 272.6 millones de pesos, de los cuales 50.7 millones fueron para subsidios de los transportistas.Otra bolsa por 47.4 millones de pesos si bien no se otorgó directo a los concesionarios, se destinó al transporte público colectivo para acciones de señalización horizontal y vertical del Sistema Integrado de Transporte (Sitran). De 360.7 millones de pesos que se tuvieron en 2019, los transportistas podían acceder a un fondo de hasta 310 millones de pesos para la instalación de las máquinas de prepago. Este año, casi la totalidad de los recursos a ejercer por parte del fideicomiso será nuevamente para beneficiar a los dueños del transporte público. En el Presupuesto de Egresos le etiquetaron 507.6 millones, de los cuales, hasta 500 millones serían para subsidios, pero el Ejecutivo publicó un decreto en el que informa que los transportistas podrán acceder a una bolsa de hasta 594 millones, por lo que el gasto del fideicomiso deberá ajustarse al alza. Aunque el fideicomiso se creó para acciones de seguridad vial y movilidad sustentable, así como para apoyar a las víctimas de accidentes en los que participa el transporte público, tras una modificación realizada en el primer año de operación se ha inclinado a favor de los concesionarios para migrar al modelo ruta-empresa.Desde el pasado lunes, la Secretaría del Transporte aplica pruebas rápidas a conductores del transporte público para la detección de COVID-19. Esto como parte de las medidas que se anunciaron la semana pasada para prevenir los contagios.Desde esta semana se aplican sanciones a quienes incumplan con las medidas establecidas, como el uso de cubrebocas. Previo a esta fase, la Secretaría del Transporte realizó 15 mil apercibimientos a usuarios y operadores por no cumplir con éstas.“Tiene buena frecuencia, pero algunos camiones ya están viejitos y otros no te dan cambio. De los 9.50 pesos, depositas 10 pesos y no te dan los 50 centavos. Muchas veces no sirve (la alcancía de prepago)”, reclama Yolanda Gómez, usuaria de las rutas 52, 52-A y 52-B. Estas últimas se encuentran entre los derroteros que aumentaron la tarifa a 9.50 pesos durante el mes pasado en medio de la pandemia y sin previo aviso a los pasajeros. Yolanda apunta que todos los días utiliza el transporte público, pero éste “no cumple el requisito ni ahora ni antes (de mejorar las unidades y el servicio). Siempre van muy llenos”.Lamenta que las autoridades permitan el aumento de la tarifa durante la contingencia, pese a la pérdida de empleos que se presentaron en los últimos meses. “No estoy de acuerdo porque la gente no tiene trabajo. Sin trabajo, es imposible que generes para tus gastos personales… y el transporte público es necesario”. La Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) denunció que, en medio de la pandemia, 54 rutas aumentaron el costo del pasaje, por lo que solicitaron el congelamiento de la tarifa. Augusto Chacón, director del Observatorio Ciudadano “Jalisco Cómo Vamos”, reconoce que el incremento tomó por sorpresa a los ciudadanos por la crisis económica que se vive. “El argumento de la Secretaría del Transporte fue que ya estaba en el plan. Todos tenemos que rehacer nuestros planes, no sólo de negocios, no sólo de trabajo, sino de vida, excepto esos planes que están escritos ahí y que curiosamente no son a favor de la gente que usa transporte público”. Resalta que si se quiere apoyar la economía familiar, podría aplicarse un descuento temporal en los pasajes. “Estamos todavía esperando que el transporte público, que las empresas del transporte público se pongan en consonancia con el nivel de la crisis que estamos pasando, con lo que tiene que contribuir para evitar contagios y para facilitar la movilidad de las personas”.El Gobierno de Jalisco ya gastó 228 millones 047 mil pesos para apoyar a los transportistas en la adquisición de aparatos del sistema de pago electrónico que deben instalar en sus unidades, los cuales tienen un costo de 80 mil pesos por equipo. Según la última actualización realizada en este año por la Agencia Metropolitana de Servicios de Infraestructura y Movilidad, ya se pagaron tres mil 664 equipos para avanzar en el programa de reestructuración del transporte público. La bolsa anunciada el año pasado para la compra de estas alcancías fue por 310 millones. Del total de los pagos por 228 millones de pesos, 100.8 millones se realizaron a la empresa Tarjetas Integrales (se adquirieron mil 688 equipos de prepago), para Idear Electrónica se destinaron 91 millones 063 mil pesos (mil 419 aparatos), para Servicios y Estudio para Transporte Innovador y Movilidad le pagaron 11.2 millones (246 alcancías) y EB Jalisco recibió 24.8 millones (311 equipos). El mes pasado, este medio informó que EB Jalisco tiene como representante al gerente Hugo Maximiliano Higareda Macías, quien está ligado a 10 rutas de transporte que eligieron a esta proveedora para adquirir las máquinas. Óscar Higareda Macías, relacionado con la Ruta 380, también le compró a esta compañía. Es decir, que el subsidio que recibieron por parte del Gobierno estatal para instalar los equipos, lo destinaron a la empresa a la que están ligados o son propietarios. El pasado 16 de junio, la Secretaría del Transporte (Setran) aseguró en sus redes sociales que el sistema de prepago ya operaba al 100% en cuatro mil 426 unidades, “lo que representa una oportunidad para que los usuarios paguen con tarjeta y así evitar el contacto con el dinero en efectivo”. Tras la publicación, algunos usuarios comenzaron a hacer cuestionamientos. Alex comentó que en la ruta T15-1, la unidad U-39 traía descompuesto el lector: “¿Ahí qué aplica?”. Otra usuaria del transporte público señaló que las rutas 177 y 178 no cuentan con este sistema, pese a que ya cobra 9.50 pesos.Ni el ajuste de horarios escalonados para los 581 mil trabajadores del sector industrial y la suspensión de actividades administrativas en los centros de la Universidad de Guadalajara (UdeG), logró que los camiones del transporte público brinden un servicio con sana distancia para evitar la propagación de COVID-19. Este medio reportó que en el arranque de la semana pasada, las unidades lucían abarrotadas. De acuerdo con el documento de la Fase 0 del Gobierno estatal, desde el pasado 15 de junio, los transportistas debían poner en operación todo el parque vehicular, luego de que en el periodo de confinamiento bajara la movilidad en la ciudad. Aunque el pasado lunes personal de la Secretaría de Transporte (Setran) acudió al Periférico Sur para solicitar a los usuarios hacer fila para ingresar y les entregó cubrebocas a los que no traían, se permitió que los pasajeros llenaran los vehículos. Esto sucedió a pesar de que la Secretaría dio a conocer, a principios de este mes, la integración de 65 unidades más a las rutas T-19 y T-19B (antes conocidas como 380 y 380-A, respectivamente).Este medio estuvo en el punto entre las 07:00 y las 08:30 horas. En ese periodo, cada tres minutos alrededor de 50 personas esperaron la llegada de un camión.“No hay de otra, de todos modos si te esperas van igual de llenos”, dijo una usuaria que subió a uno que avanzó atiborrado. “De nada sirve el operativo aquí, porque antes de llegar los choferes y la gente hacen lo que quieren y no respetan protocolos”, remarcó otro inconforme.El Gobierno de Jalisco lanzó el “Programa de apoyo para los prestadores del transporte público en la implementación del pago electrónico”, mediante el cual regalaron 80 mil pesos por equipo en cada camión. Sin embargo, la empresa EB Jalisco, una de las cuatro proveedoras autorizadas para vender los equipos de prepago, tiene como representante al gerente Hugo Maximiliano Higareda Macías, quien está ligado a 10 rutas de transporte que eligieron a esa compañía para comprar las máquinas.También Óscar Higareda Macías (relacionado con la Ruta 380) le compró. Con el subsidio entregado por el Gobierno de Jalisco se beneficiaron como transportistas, equiparon sus unidades y el dinero público lo destinaron a la proveedora del servicio a la que están ligados o son propietarios.Entre las 10 compañías adquirieron 311 aparatos con el erario y le pagaron a EB Jalisco 24.8 millones de pesos.Los transportistas beneficiados con recursos públicos para adquirir el sistema de pago electrónico también están relacionados a la Operadora Macrobús, quien tiene la concesión para prestar el servicio en la Calzada Independencia.Este medio documentó que el año pasado crecieron las quejas de los usuarios por el servicio otorgado en el Macrobús, principalmente por fallas en las tarjetas de prepago. Por ejemplo, de los 367 reclamos recibidos en 2018, 150 fueron por problemas en el sistema de cobro electrónico.El Instituto de Planeación y Gestión del Desarrollo del Área Metropolitana de Guadalajara (Imeplan) sigue en la elaboración y dictaminación de estudios del transporte público.El plan “Mi Transporte” impulsado por la actual administración contempla el reordenamiento técnico de las rutas. El Imeplan reporta un avance en la cobertura del servicio que, de agosto del año pasado a la fecha, creció de 68.8 a 71.6 hectáreas. Este plan pretende que el servicio sea un sistema en red que propicie el orden, reduzca la competencia y la saturación de rutas. Todas las unidades que operan en el modelo ruta empresa deben tener operando el mecanismo del pago electrónico este mes. Pese a la contingencia sanitaria, los plazos no se modificaron y el proceso no se suspendió.El esquema financiero que sostiene al modelo-ruta empresa y la competencia que representan los camiones que aún cobran siete pesos, mantiene en crisis a algunos transportistas que migraron a la nueva modalidad, sostiene José Alberto Cortés, secretario del Sindicato de Trabajadores del Autotransporte. Argumenta que la idea de tener un nuevo modelo de transporte es buena, pero la tarifa diferenciada los afecta. “Es urgente que todas las rutas migren al modelo ruta empresa, que se les dé un tiempo determinado para que ya entren todas; de lo contrario, vamos a tener problemas, que ya son graves. Hay rutas que están a punto de no poder laborar como ruta empresa”.El representante de los transportistas reconoce que han fallado en ofrecer un servicio de transporte adecuado. Es lógico, indica, que los usuarios prefieran las rutas que aún cobran siete pesos y urgió a que se concrete la reorganización de derroteros para que las unidades de la ruta empresa tengan recorridos amplios y que no se encimen para evitar la competencia y corretizas. “El usuario quiere un transporte decoroso, que llegue a todas las colonias, que sea rápido y que lo lleve a su trabajo a tiempo. Se busca buena frecuencia de paso y que se optimicen los tiempos de los recorridos, con unidades decorosas”.Añade que tendrán que ampliar el número de unidades que circulan en horas pico (de 06:30 a 09:00 horas) para que se dejen de ver unidades repletas y usuarios desesperados por llegar a su destino.Manuel Carranza, representante de la Federación Nacional Sindical, cuestiona el incremento paulatino de la tarifa a 9.50 centavos y el hecho de que algunos usuarios terminan pagando 10 pesos, pues la mayor parte de las alcancías no dan cambio. “Se habla de mejoras al transporte público, pero quienes lo usan saben que hay unidades en mal estado, siguen las carreras, continúan negando paradas y modificando el derrotero”.Tlajomulco es el municipio del Área Metropolitana de Guadalajara con la mayor cantidad de habitantes sin cobertura de transporte público. El Plan de Ordenamiento Territorial Metropolitano expone que 154 mil 767 personas deben caminar más de lo recomendado (400 metros) para llegar a una parada oficial. Le sigue Zapopan, con 105 mil 963 habitantes, mientras que Juanacatlán es el que presenta un menor número de población sin atención, debido a que su población se concentra en la cabecera municipal.También se detalla que Ixtlahuacán de los Membrillos es el municipio de la metrópoli con menor cobertura de transporte en su territorio: apenas alcanza una cobertura de 7%, mientras que Juanacatlán registró 25% y Guadalajara, 99 por ciento.En el plan se reconoce que la deficiente calidad del servicio y su actual desarticulación se deben, entre otras cosas, a su excesiva concentración en puntos centrales de la ciudad. Además de la falta de infraestructura para la intermodalidad, lo que provoca que los desplazamientos diarios de la población tengan un aumento en el costo e impliquen mayores tiempos de traslado.Sigue: #DebateInformador y participa en Twitter en el debate del día @informadorTransporte público¿Mejoró el sistema del transporte público en la ciudad?JL