CIUDAD DE MÉXICO (07/JUN/2017).- Luego de haber alcanzado el acuerdo con EU, y pese a señalamientos por parte de productores nacionales en torno a la calidad del azúcar que se permitirá en el comercio, Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, aseguró a El Financiero Bloomberg que se estuvo en riesgo de cerrar el mercado, por lo que el acuerdo era totalmente necesario.—¿Qué balance hace del acuerdo comercial sobre azú- car con Estados Unidos?—Primero, lo que hay que destacar es que se evitaron aranceles superiores a 40 por ciento prácticamente eliminando la posibilidad de que les mandemos azúcar, eso es lo que se evitó.La fórmula de exportación se mantiene, por lo tanto los volúmenes que venimos exportando desde el 2014 se mantienen en las mismas condiciones, lo que cambia es el compromiso de cuánto refinada y cuánta cruda. Independientemente de que el acuerdo trae, la realidad es que estamos exportando 40 por ciento de refino y 60 por ciento cruda, y el nuevo acuerdo nos lleva a sólo poder exportar 30 por ciento refinada y 70 por ciento cruda, entonces hay 10 puntos porcentuales de limitación en refinada, que se aumenta en cruda, ese es un cambio del acuerdo.El otro tema que es importante es que en el acuerdo del 2014 no sólo garantizaba que se le pidiera a México las cantidades adicionales de azúcar del mercado norteamericano antes, ahora en el acuerdo se nos da el derecho a la exploración de otros mercados, pero en este caso, el acuerdo garantiza que lo que llevamos por encima de los previsibles que le comprarán a México se mantiene con una polaridad de 99.5 por ciento.Otro tema relevante, básicamente, es que sí hay condicionamientos para garantizar que parte del azúcar llegue a los refinadores, porque en el acuerdo previo los peticionarios no habían recibido azúcar mexicana para refinar y a través del esquema de cómo se marcará el azúcar cruda a través de barcos en embarcaciones se pretende que sí llegue parte de esta oferta mexicana a los refinadores norteamericanos.—Representantes del sector privado dicen que fue un buen acuerdo en la proporción de exportaciones, pero no en la calidad, en lo del 99.2 por ciento de polaridad ¿qué comenta?—Básicamente, déjame decirte que en términos de polaridad lo que estamos haciendo es que el azúcar que exportábamos era de tal calidad que nunca llegaba a los refinadores americanos, que son los peticionarios, los que pidieron esta investigación; entonces, parte del acuerdo es hacia las refinadoras, y lo que pasa es que la polaridad simple y sencillamente cambia para garantizar que parte del azúcar que vaya como cruda sea sujeta a un proceso de refinación. La ventaja es que la polaridad se mantiene en 99.5 para todas las demandas adicionales de azúcar.Te decía que sí, obviamente la polaridad cambia en materia de azúcar refinada y azúcar estándar para garantizar que efectivamente llegue azúcar a los refinadores, es parte de lo que hace que el gobierno norteamericano acepte que sigamos exportando las cantidades que tradicionalmente exportamos, con la condición de que parte del total llegue a los refinadores.Pero lo más importante es que los beneficios para los productores de caña y trabajadores cañeros están ahí y se mantienen, porque a nivel de distribución el azúcar que va es la caña que se paga a pequeños productores mexicanos, eso literalmente, al mejorar la fórmula, impactaría en el precio y tienen un mayor beneficio.La polaridad es un tema para los pequeños, pero lo que es bien importante es que los 500 mil mexicanos que están involucrados en el proceso de caña de azúcar siguen siendo beneficiados con este acuerdo.—¿Está usted satisfecho con este acuerdo, que pone fin a una larga disputa con Estados Unidos?—Sin duda estoy de acuerdo, tiene que haber un equilibrio en ambas partes. Cuanto más que estábamos cerca a no haber acuerdo, se cerraba cualquier posibilidad de exportar un solo kilogramo de azúcar. El acuerdo mantiene el acceso a los volú- menes, cambia la mezcla entre azúcar refinada y cruda, pero sin duda es un acuerdo que protege a los cañeros mexicanos.
