Sábado, 23 de Noviembre 2024
Economía | Por Sergio Oliveira

Motor de arranque

Impacto psicológico

Por: EL INFORMADOR

Al quitar la tenencia para los nuevos, se elimina la burocracia, lo que es bueno. ESPECIAL  /

Al quitar la tenencia para los nuevos, se elimina la burocracia, lo que es bueno. ESPECIAL /

Cuando México le ganó su último amistoso antes del Mundial, al equipo italiano, actual campeón, su autoestima creció mucho, aunque no lo suficiente para ganar a Sudáfrica. Cuando venció a Francia, sub-campeón, pasó lo mismo, aunque Uruguay se encargó de devolver algo de realidad, mucho más reforzada con la eliminación de Francia e Italia del Mundial. Algo similar debe pasar con el anuncio bombástico de Felipe Calderón sobre la eliminación de la tenencia.

Creada para ayudar en los gastos de las Olimpiadas de 1968, la tenencia se hizo uno de los impuestos más odiados del país, al igual que uno de los más difíciles de sacarse de encima. Calderón, que ya había anunciado su final para 2012, ayer dijo que a partir de ahora ese impuesto ya no se cobrará para los autos nuevos, con precios inferiores a 250 mil pesos. La idea del Gobierno es incentivar la venta de autos nuevos y en este sentido, el efecto del anuncio es mucho más psicológico que práctico. Y quedan algunas dudas que aclarar.

La buena noticia es que el auto nuevo costará menos. La mala, es que la diferencia de precio es muy pequeña. De hecho, un coche de 250 mil pesos, el más caro incluido en el “paquete”, pagaba hasta ayer, 6,500 pesos de tenencia.

El año pasado el Gobierno lanzó su programa de apoyo a las industrias y para la automotriz se dio un apoyo de 15 mil pesos para el que cambiara su auto con más de 10 años por uno nuevo. Fue un fracaso el programa, que apenas logró finalizar su primera etapa, de 15 mil autos y jamás entró en la segunda, que estimaba desplazar otros 15 mil. Primero, el incentivo fue considerado bajo. Luego, la excesiva burocracia terminó por hacerlo inviable para muchos.

Al quitar la tenencia para los nuevos, se elimina la burocracia, lo que es bueno. Pero la ayuda financiera que recibirán los mexicanos en consecuencia, al limitar el programa a autos con costo inferior a los 250 mil pesos, es baja. Queda por verse si será o no suficiente para alimentar una industria que corresponde por 20% del Producto Interno Bruto nacional y que emplea a 11% de la fuerza laboral del país.

Queda por verse qué pasa con los que compraron un coche, digamos, ayer. ¿Pagará tenencia o no? Luego, está también por verse si el incentivo se aplicará durante la vida del auto, o sólo hasta el final del programa, previsto para diciembre 2011. Porque en 2012, aplicar o no la tenencia será decisión de cada Estado y, como diría Cantinflas, ahí está el detalle.

Eliminar la tenencia es un gran paso hacia delante, pero no debe ser suficiente para echar a andar toda la maquinaria automotriz mexicana, que cayó 26% en 2009 y apenas se ha recuperado 1.9% este año. Para eso, hace falta quitar el ISAN; aumentar el límite en que la compra de un auto lo hace deducible de impuestos; cerrar la frontera a la entrada de autos usados; quitar los vehículos con más de 15 años de circulación (salvo los de colección, claro), entre otras.

Por ahora, la decisión me parece equivalente a la del restaurante que decide ya no cobrar por el guacamole, es decir, es agradable para los que ya son clientes, pero quién sabe si esto aumentará sus ventas.

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