La clave del éxito en la crisis es la calidad

GUADALAJARA, JALISCO (09/SEP/2010).- Son 245 años de existencia de Casa Hennessy, y una de las claves del éxito de este coñac ha sido su adaptación y cercanía a la gente en los lugares donde se vende el producto. Por lo anterior, con motivo del Bicentenario y Centenario de la Independencia y Revolución Mexicana, Bernard Peillon, presidente mundial de la marca llegó a Guadalajara para inaugurar la exposición “Nexos” en Plaza Andares, y presentar una botella conmemorativa.

“Esta celebración es la excusa perfecta para tomar un avión y pasar unos días aquí; es mi primera vez en Guadalajara. En mis expectativas y búsqueda de lo que sucede en distintos lugares, me ha sorprendido lo grande que es esta ciudad, llena de paisajes verdes y flores por doquier, buena arquitectura y mucha gente joven”.

Peillon, originario de Francia, dijo sentirse feliz de que esta ciudad sea uno de los mercados más importantes para Hennesy; además, aseguró que este año 2010 simboliza la conexión de la gran historia que la marca comparte con México.
“Llevamos en el país 160 años y el estilo de vida tanto de los tapatíos como del resto de México está vinculado a la historia de Hennesy”.

Desde la llegada de las primeras barricadas de este coñac al Puerto de Veracruz en 1850, el distribuidor oficial de Hennessy, Alfredo Block, se encargó de sacar un sinnúmero de fotografías para promoverlo y posicionarlo en el gusto de los mexicanos, por lo que también es conocido como “el coñac más mexicano del mundo”. Ese acervo fotográfico se ha recuperado y hoy se muestran en los pasillos de Plaza Andares.

“Hemos estado juntos por mucho tiempo, en los buenos y en los más difíciles, y en esta ocasión especial de celebración queremos ser parte de ello presentando esta botella de edición limitada”.

“No tiene nada que ver con asuntos comerciales, es más un agradecimiento a nuestros clientes en México. En Hennessy estamos más interesados en lo emocional. Cuando llegamos a un nuevo mercado o nuevo país tratamos de entender su cultura, sus valores e intentamos absorber conocimiento, adaptarnos. No llegamos y nos vamos. Llegamos y nos quedamos”.

Para Peillon, una de las claves del éxito de Hennessy a través de los años, ha sido su capacidad de adaptación a los estilos de vida de las nuevas generaciones, a parte de continuar siendo uno de los coñac más finos. De hecho, esta marca posee la más grande y más añejo inventario de coñac del mundo.

“Esto ocurre por nuestra gran obsesión en la calidad; nosotros distribuimos coñac que fue creado por mis predecesores, incluso producido antes de que yo naciera, y hoy estamos preparando el coñac que beberán las futuras generaciones”.

La excelencia

Bernard Peillon dijo haber descubierto la clave del éxito para sobrevivir al paso del tiempo y a las crisis económicas mundiales: la calidad del producto.
“Después de un tiempo, la calidad paga. Si lo que haces es con pasión y con la obsesión de lograr la calidad automáticamente, con paciencia, será recompensado. De hecho, este 2010 será el mejor año en la historia de Hennessy”.

El presidente de Hennessy confesó que actualmente el mercado más competido era el europeo, debido a la propia antigüedad del viejo continente y su habilidad de moverse y cambiar rápidamente.

Sin embargo, existen continentes cuyos mercados están creciendo enormemente. Tal es el caso de África. En países como Nigeria existe un “boom” comercial, igualmente Sudáfrica y países del centro europeo como Polonia que tiene mucha gente joven.

La frase
"Después de un tiempo, la calidad paga. Si lo que haces es con pasión y con la obsesión de lograr la calidad automáticamente, con paciencia, será recompensado "
Bernard Peillon, presidente de Casa Hennessy.

PERFIL

En el mundo de los vinos: Bernard Peillon

La carrera de Bernard Peillon empezó en 1979 en el Château de Rieussec, Bordeaux, y desde entonces se mantenido fuertemente ligado al mundo del vino y la viticultura. De 1981 a 1983 trabajó en Estados Unidos, alternando en las áreas de distribución, producción, enología e importación de vino y bebidas alcohólicas.

A su regreso a Francia, se unió a la BSN, siendo responsable de las marcas de champaña del grupo en varios mercados de exportación. En 1990 regresó a Estados Unidos permaneciendo ahí hasta 1993, tiempo en el que estableció una compañía de importación y distribución en California, con el objetivo de manejar las marcas de champaña del grupo BSN. Además, formó parte de la creación de un nuevo Domaine (Scharffenberger) produciendo vinos espumosos muy prestigiosos, así como piloteando su desarrollo en mercados domésticos e internacionales.

En 1994 se unió al grupo LVMH como gerente de exportación. Desde enero de 2007 se convirtió en presidente del grupo Hennessy Cognac (LVMH).

Bernard Peillon tiene 53 años y junto a su esposa Katinka, procreó seis hijos.