WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (17/AGO/2016).- Las autoridades de la Reserva Federal consideraron el mes pasado que las amenazas a la economía estadounidense a corto plazo se habían atenuado, y que podrían aumentar las tasas de interés en breve. Pero no especificaron cuándo tomarían esa medida.Las minutas de su reunión del 26 y 27 de julio indican que los directivos del banco central estadounidense estaban aliviados por la recuperación del mercado laboral, y por la estabilización de los mercados financieros tras la turbulencia causada por el referéndum del 23 de junio en que Gran Bretaña optó por salirse de la Unión Europea.La institución financiera llegó a la conclusión que esos factores reducían los peligros inmediatos a la economía estadounidense, y que como resultado un aumento de las tasas de interés "podrá ser necesario en el corto plazo".Pero un factor que les disuadió de aumentar las tasas inmediatamente fue el rezago de la inflación, que sigue por debajo de la meta ansiada del 2%, según las minutas.Los datos divulgados el miércoles reflejan en términos generales el lenguaje usado por la Fed en su comunicado posterior a la reunión.En esa declaración, el banco central destacó que el mercado laboral se había recuperado tras una breve caída. Aun así se comprometió a monitorear la situación económica mundial y el rendimiento de los mercados financieros para garantizar que no afecten a la economía estadounidense.Hace pocos días William Dudley, presidente de la Reserva Federal de Nueva York y estrecho aliado de la presidenta del banco central Janet Yellen, dijo en una entrevista televisada que aumentar las tasas de interés en septiembre "es una posibilidad". Vaticinó que seguirá creciendo el mercado laboral y que el lento ritmo del crecimiento económico estadounidense pronto se acelerará.Pero, tal como la lo ha dicho el mismo banco central repetidas veces, Dudley enfatizó que cualquier medida económica dependerá de la situación en ese momento.