Dos de cada tres nacimientos artesanales que se venden en Jalisco son importados

GUADALAJARA, JALISCO (12/DIC/2014).- A simple vista, las figuras de María y José son las mismas que se han vendido por décadas en Tonalá y Tlaquepaque. Algunas dan la impresión de tener acabados más finos, pero si se palpan y observan con detenimiento, no podrá pasar desapercibido que están huecas, que tienen rebaba y que en su base hay una mancha ovalada de una etiqueta de “Hecho en China” que fue retirada.

Los nacimientos tradicionales de Jalisco han sido desplazados por estas figuras de resina de bajo costo y que emulan sus técnicas artesanales.

Al menos 65% de los nacimientos que se encuentran en el mercado proviene de China e India, es decir, poco más de dos de cada tres, estimó el director del Instituto de la Artesanía Jalisciense, Camilo Salvador Ramírez.

“Es mucho, cuando la importación debería ser de 25 por ciento. Nosotros estamos en casa, deberíamos tener una presencia mayor y tener ganado el mercado”.

El funcionario estatal consideró que la falta de innovación en la oferta artesanal del Estado y la ausencia de sensibilidad del consumidor para valorar el trabajo minucioso, son algunos de los factores que detonaron este fenómeno.

La actividad artesanal de Tonalá, Tlaquepaque, San Cristóbal, Jocotepec, Chapala y El Rosario es afectada por esta competencia desigual. En Jalisco se fabrican nacimientos de vidrio, hoja de maíz, palma y de barro en diferentes técnicas como bruñido, canelo y petatillo.

La invasión de las figuras chinas también ha obligado a los artesanos a cambiar el barro por resina o yeso, para poder competir en precio con los nacimientos importados.

Un ejemplo de renovación es el artesano Gabriel Tavares, alumno del artista Enrique Salazar, reconocido por su trabajo en vidrio soplado, quien lleva 28 años en este oficio y sigue buscando hacer nuevas propuestas.