Aumenta 36% en un año costo del cibercrimen

CIUDAD DE MÉXICO (15/NOV/2013).-El costo anual de los ciberdelitos en México durante el 2012 aumentó 36% en comparación al año anterior.

De acuerdo con el reporte Norton 2013, por el cibercrimen, las víctimas mexicanas tuvieron que desembolsar 3,000 millones de dólares durante el año pasado, equivalente a 39,000 millones de pesos. Un año previo, la cifra llegó a 2,200 millones de dólares.

Mientras que el costo promedio por víctima se duplicó, al pasar de 151 a 337 dólares, es decir, 4,381 pesos pagó cada una de las víctimas en el 2012. El porcentaje de quienes alguna vez han sido víctimas de un delito informático en México es de 75 por ciento. En el país, 10 millones de personas fueron víctima del cibercrimen en los últimos 12 meses.

De acuerdo con Norton, actualmente, los cibercriminales llevan a cabo ataques más sofisticados, como el ransomware, que es una de las amenazas informáticas más similares a un ataque sin medios tecnológicos, como el secuestro. En su aplicación informatizada, el ransomware es un código que cifra la información del ordenador e ingresa en él una serie de instrucciones para que el usuario pueda recuperar sus archivos. La víctima, para obtener la contraseña que libera la información, debe pagar al atacante una suma de dinero, según las instrucciones que éste disponga.

El pago generalmente se hace a través de un depósito bancario, luego del cual el atacante envía las contraseñas para descifrar la información del disco duro. El ataque, en el común de los casos, violenta sólo a ciertos archivos; siendo los principales afectados los de ofimática, como procesadores de texto, hojas de cálculo o diapositivas. También las imágenes y correos electrónicos son prioritarios en el común de los ataques.

Doble riesgo

Aunque Norton no otorga cifras, afirma que otro de los delitos más comunes son el phishing o suplantación de identidad, que se comete mediante el uso de un tipo de ingeniería social caracterizado por intentar adquirir información confidencial de forma fraudulenta (como puede ser una contraseña o información detallada sobre tarjetas de crédito u otra información bancaria). El cibercriminal, conocido como phisher, se hace pasar por una persona o empresa de confianza, en una aparente comunicación oficial electrónica, por lo común un correo electrónico o algún sistema de mensajería instantánea o, incluso, utilizando también llamadas telefónicas.

En México, 70% de los consumidores usa su dispositivo móvil para trabajar y entretenerse, lo que genera riesgos de seguridad para las empresas, ya que los cibercriminales podrían tener acceso a información confidencial muy valiosa.

Verónica Macías

veronica.macias@eleconomista.mx

El Economista