Plasma Castella su clase en Monterrey, corta dos orejas y rabo

MONTERREY, NUEVO LEÓN.- La clase y buen toreo del francés Sebastián Castella quedaron plasmados en el ruedo de la Plaza Monumental Monterrey, para salir en hombros tras cortar dos orejas y rabo en la segunda corrida de la Temporada 2009.  

En el festejo, que registró una buena entrada, también actuaron Eulalio López "Zotoluco" y Arturo Macías, quienes se llevaron una oreja cada uno.  

En la corrida se lidió un encierro de Mimiahuapam, del cual sobresalieron el corrido en quinto lugar, cuyos restos merecieron vuelta al ruedo, y el cuarto luego que los despojos recibieron el arrastre lento.  

El francés Castella enfrentó al segundo de la tarde llamado "Orozco", un toro rajado, pero a pesar de las condiciones de su enemigo el coleta mostró su buen toreo al ejecutar derechazos con calidad. Pasaportó al cuarto viaje y salió al tercio.  

Ante el quinto de nombre "Corazón taurino", el galo lució a la verónica y sobresalió un quite por chicuelinas que animó a los presentes en el embudo regiomontano.  

Castella mostró su clase con la muleta, se dio gusto al ligar tandas de derechazos y toreó en redondo al ejecutar dosantinas, por lo cual surgió el grito de "torero, torero".  

El matador continuó con su labor y cuajó una faena variada ante el "olé" de los presentes; despachó de estocada entera y el juez de plaza le concedió dos orejas y rabo. Los restos del toro merecieron vuelta al ruedo.  

Eulalio López "Zotoluco" enfrentó al primero de la tarde, "Flor de Piel", un burel que rebrincaba en las embestidas, pero el coleta ligó tandas por ambos lados con calidad.  

Sin embargo, falló a la hora de eliminar a su enemigo, dio un pinchazo y estocada caída por lo cual saludó desde el tercio.  

Ante el cuarto, "Adiós Arruza", Eulalio López lució al ligar tandas de derechazos y la ovación desde los tendidos de la Lorenzo Garza no se hizo esperar.  

"Zotoluco" aprovechó la nobleza y recorrido del astado para conseguir una buena faena, despachó al segundo viaje y se llevó un apéndice. Los restos del burel merecieron arrastre lento.  

El hidrocálido Arturo Macías tuvo poca fortuna ante su primero, un astado deslucido ante el cual escuchó un aviso.  

Frente al cierraplaza, llamado "El único", el diestro lo recibió a portagayola, pero cerca estuvo de sufrir un percance aunque todo quedó en el susto. Se reincorporó para cumplir con el capote y con la muleta, lució con tandas de derechazos, además de que toreó en redondo.  

Ante la labor del coleta, los presentes lanzaron sonora ovación, pero falló a la hora de eliminar a su enemigo y le concedieron una oreja, con bronca al juez Antonio Quiroga por no otorgar la segunda.  

El francés Sebastián Castella se mostró satisfecho por su triunfo en el coso regiomontano y aseveró que "con el toro mexicano se puede torear como en ninguna otra parte".