Mexicanos se meten entre los mejores

BARCELONA, ESPAÑA (21/JUL/2013).- Dos posibilidades de medalla para México aparecen en el horizonte.

Los clavadistas mexicanos Kevin Chávez y Rommel Pacheco se clasificaron a la final de la prueba de trampolín un metro varonil al ubicarse en cuarto y sexto lugar, en el marco del Campeonato Mundial de Natación Barcelona 2013.

En esta competencia, que no es incluida dentro del programa de Juegos Olímpicos, Chávez, de Jalisco, terminó su actuación en esta ronda preliminar en la cuarta casilla al acumular 381.20 puntos en tanto que el veterano Rommel Pacheco se ubicó en sexto peldaño, al contabilizar 378.90 unidades.

Tras concluir la fase preliminar, el sitio de honor lo ocupa el chino Shixin Li quien sumó 405.00 puntos. Como segundo se colocó el francés Mathieu Rosset quien logró 404.95 unidades, en tanto que el tercer lugar fue para el ucraniano Ilyia Kvasha quien contabilizó 391.95.

Shixin es el favorito para lograr una nueva medalla de oro, aunque tendrá un duro competidor en el francés Matthieu Rosset, vigente campeón de Europa en trampolín de tres metros y medalla de bronce en trampolín de un metro en los últimos Europeos.

La final, en la que tomarán parte los 14 primeros clasificados de la fase preliminar, está fijada para el lunes en la Piscina Municipal de Montjuic, donde se están disputando los clavados.

Se quedan en la orilla del podio

La dupla mexicana conformada por Arantxa Chávez y Laura Sánchez concluyó este sábado en el cuarto lugar de la prueba de clavados sincronizados femenil en el trampolín de tres metros, en el Campeonato Mundial de Natación en la Piscina Monumental de Monjuic.

La dupla mexicana, tras la ejecución de sus cinco saltos, concluyó con una suma de 290.70 puntos, luego que a lo largo de toda la competencia se mantuvo peleando por ocupar entre el cuarto y sexto peldaño.

La medalla de oro se la quedó el dúo chino integrado por Wu Minxia y Shi Tingmao, que tras la segunda ronda de clavados se apoderó del primer lugar para jamás abandonarlo con 338.40 puntos.

La plata fue para la dupla italiana conformada por Tania Cagnotto y Francesca Dallape, que ocupó efímeramente el primer puesto luego de la primera ronda de saltos ornamentales y terminó con un total de 307.80 unidades.

Finalmente, el bronce correspondió a la pareja canadiense conformada por Jennifer Abel y Pamela Ware, que tuvo una espectacular remontada en sus tres clavados finales, pues del décimo puesto al inicio de la tercera ronda ascendió al podio al lograr 292.08 puntos.

“Nos quedamos muy cerca de la medalla. Claro que nos hubiera gustado mucho estar en el podio. Pero hay que seguir trabajando y yo creo que con más tiempo de competición mejoraremos”, explicó Laura.

Sánchez y Chávez empezaron a competir juntas la prueba de tres metros sincronizados hace tan sólo dos meses, por lo que, según reconocieron, la cuarta posición en Barcelona es un “buen resultado”.

“Creo que para ser la segunda competencia del año no estuvo mal”, añadió Sánchez, quien reconoció que, tras los últimos saltos de las británicas y las malayas, llegó a pensar en la medalla de bronce.

“Pensé que había más posibilidades, pero Canadá es muy fuerte y nos quedamos a tan sólo dos puntos. Esas cosas pasan en este deporte. Nunca sabes”.

Asimismo, Chávez, que nació en el Distrito Federal, pero que representa a Jalisco se mostró feliz por el resultado y agradecida por la ayuda que recibió en los últimos meses por parte de su compañera, seis años mayor que ella.

EFE

LO QUE SIGUE

Este día entran en acción dos de las principales figuras de los clavados en México: los jaliscienses Germán Sánchez e Iván García, quienes competirán en plataforma 10 metros sincronizada, a primera hora será la preliminar y hoy mismo es la final.

PARA SABER

Otros resultados

> El equipo de nado sincronizado de México se clasificó a la final de Rutina Técnica por equipos al ubicarse en la ronda preliminar en la décima posición, en el Campeonato Mundial de Natación Barcelona 2013.

> Al iniciar las competencias de Aguas Abiertas en el Campeonato Mundial de Natación, la mexicana Mayela Oropeza Estrada finalizó en la trigésima cuarta posición de la prueba de cinco kilómetros femenil juvenil.

• Laura Sánchez, el as en trampolín tres metros

BARCELONA, ESPAÑA.- Hace 20 años, Francisco Rueda transitaba por la piscina del Seguro Social en Guanajuato cuando una silueta al borde del chapoteadero le llamó poderosamente la atención. “Era una chamaca (niña) de ocho años, que estaba con las piernas estiradas; y tenía una bonita línea de piernas y puntas”, recuerda el ahora preparador del equipo de clavados sincronizados de México.

La “chamaca” no era otra que Laura Sánchez, actual competidora en el Mundial de natación de Barcelona y seria aspirante a podio en la categoría de trampolín de tres metros individual, donde ya consiguió las medallas de bronce en los pasados Juegos Olímpicos de Londres 2012.

También se llevó la tercera presea en tres metros sincronizados junto a Paola Espinosa en el mundial de Barcelona de 2003, en la misma piscina que la vio debutar el sábado, en esa misma modalidad. En esta ocasión compitió junto a Arantxa Chávez y la pareja, tras un mal inicio en el preliminar de la mañana, acabó clasificando a la final y siguió su ascenso en la sesión vespertina, en que México quedó cuarta, a las puertas de un podio que coparon China (medalla de oro), Italia (plata) y Canadá (bronce).

El sincronizado no es la especialidad de Sánchez, quien había comentado el jueves su intención de ir “paso a paso” en la competición.

Las esperanzas para la clavadista siguen intactas de cara a la modalidad individual, cuyas finales se disputarán el viernes. “Me hubiera gustado estar en el podio, pero hay que seguir trabajando. Para ser la segunda competencia del año no estuvo nada mal. Solté el estrés y ahora voy a ir a por todo”, proclamó.

Un podio es el premio anhelado por Sánchez, quien se lesionó el hombro a principios de temporada y llegó a ver complicada su participación en Barcelona.

“El presidente de la Federación, un bruto, incluso intentó retirarla antes de tiempo, le dijo que no servía para este deporte. Pero Laura respondió que no; que era ella quien decidiría cuando dejaría los clavados”, revela Rueda, quien atribuye a cuestiones de genética los problemas físicos de su pupila. “Es de herencia: su mamá fue futbolista y tuvo problemas, y sus hermanos, aunque no son deportistas, también”.

Sánchez también decidió por su propia cuenta cuando se iniciaría en el mundo de los clavados, aunque envalentonada por Rueda.

“La vi ese día esperando a su maestro de natación, la llamé, le hice hacer unos brincos y ejercicios de elasticidad y le dije que, porque no se venía a clavados, mostrándole a los demás chicos entrenando. Y contestó que bueno, y se vino”.

Veinte años después, Sánchez ha perfeccionado su actuación en la alberca. También ha variado su estado civil, pues el destino quiso que clavadista y entrenador se comprometieran también lejos de la piscina, contrayendo matrimonio hace un lustro.

No queda del todo claro quién reclutó a quien en esa nueva aventura sentimental, aunque Sánchez se atribuye la iniciativa y Rueda señala al roce de la carretera. “Yo llevaba unos cuatro años divorciado y el amor surgió mientras andábamos de viaje, buscando una alberca para entrenar”.

La pareja, que se lleva 27 años de diferencia en favor del esposo y se declara muy feliz, espera vivir una segunda luna miel en Barcelona, ciudad estimada por Sánchez por su belleza y el recuerdo de la presea conquistada hace una década.                                       
 AP