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El próximo ingreso de Julio César Chávez al Salón de la Fama del Boxeo en Canastota, Nueva York, es motivo de orgullo para el deporte mexicano, para el boxeo mundial, se tratará de la entronización de un legendario, monstruo sagrado del boxeo de todos los tiempos, hecho que también es motivo para recordar a Roberto “Manos de Piedra” Durán, el ex campeón mundial panameño, y también leyenda viviente del pugilismo universal, dos históricos inmortales que han congregado legiones, expertos en la disciplina que no se ponen de acuerdo en quién de los dos astros ha sido el más grande boxeador latinoamericano de todos los tiempos.

Siempre hemos considerado que  “Manos de Piedra” es el mandón en este departamento, el centroamericano que tendrá en Al Pacino a su mánager (Ray Arcel) en su película biográfica Hands Of Stone (Manos de Piedra), en la que será personificado por Gael García Bernal.

Cuatro veces campeón mundial, Durán se enfrentó a luminarias, “Sugar” Ray Leonard, Marvin Hagler, Thomas Hearns, José Pipino Cuevas, peleas de alta tensión, época del boxeo en la que las estrellas de la especialidad se conformaban en globales.

La pelea que sostuvo con Ray Leonard en 1980, fue un suceso, paralizó al planeta, el resultado, victoria para “Manos de Piedra”, fue sacudida para el mundo del boxeo, los más esperaban que “Sugar” Leonard pasará sobre el panameño con su enorme técnica y pegada de nocáut, sin embargo, enfrente se encontró a un guerrero, que lo superó en valentía y asimilación de castigo, fue la noche de Roberto Durán, un emblemático de 1970, quien junto a Miguel Canto, Rubén “Púas” Olivares, Eder Jofre, José Angel “Mantequilla” Nápoles, Carlos Monzón, Bob Foster y Muhammad Alí, han sido reconocidos en ese decenio como los mejores en su peso.

Julio César Chávez escuchó que Robert De Niro y Silvester Stallone estaban interesados en llevar su vida a la pantalla grande, pero esto fue en 1990, cuando ambos actores presenciaron en vivo las electrizantes peleas del sonorense… Y por ahí estaré atisbando.