Íker Casillas apoya a mexicanos dopados

CIUDAD DE MÉXICO (13/JUN/2011).- La mirada de Íker Casillas se trastoca al escuchar la palabra dopaje. No le gusta porque sabe que mancha la carrera de cualquier deportista, Pero investido como portero campeón del mundo no duda en arropar a los cinco seleccionados mexicanos inhabilitados. Cree en su inocencia y les muestra su apoyo incondicional.

Su pasión por el futbol le obliga al del Real Madrid estar enterado del negro momento que vive el futbol mexicano. Sus manos de prodigio dejan por un rato el tema futbolístico para transformarse en ademanes de solidaridad, sobre todo con el arquero nacional Guillermo Ochoa.

“No tiene por qué preocuparse (Guillermo Ochoa), porque si hay cinco jugadores con un dopaje de esa manera es porque comieron alguna carne contaminada, hay que ver cuál es el problema, dónde está para que se solucione. Cada cuerpo funciona de distinta manera y le pueden perjudicar ciertas cosas, pero ya está y hay que afrontarlo. Mi mensaje es que tiene todo el apoyo”, señaló Casillas.

Al guardameta monarca del orbe en Sudáfrica 2010 para nada le es extraño escuchar sobre positivos en exámenes antidopaje. Varios atletas españoles se han visto señalados. Muchas veces -a su juicio- de forma injusta.

Ejemplifica con el ciclista Alberto Contador, acusado de haber consumido en el Tour de Francia clenbuterol, la misma sustancia encontrada en las muestras de orina de Paco Memo, Francisco Javier Rodríguez, Édgar Dueñas, Christian Bermúdez y Antonio Naelson.

“En España tenemos ya siempre en tela de juicio a muchos deportistas y atletas. Me gusta votar siempre por la inocencia. Conozco a Contador personalmente y si alguien sale positivo por 0.00001%, si eso es dopaje y tienes esa palabra de por vida me parece algo injusto. Yo creo que en este caso si hay cinco futbolistas de México que han comido algo en mal estado, no creo que sea para sacar ventaja alguna”.

Los ojos de Casillas adquieren profundidad. Su voz es más firme que nunca. Su jovial sonrisa se pierde por un momento, porque tiene que defender a todo un gremio, con todo el aval de tener una trayectoria de prestigio y 19 títulos en el  Real Madrid y la Selección española.

“El futbol es un deporte limpio, sin ninguna duda; el futbolista está inserto en un deporte de alto riesgo, porque si estás jugando miércoles y sábado, tu cuerpo se va a ver sometido siempre al máximo y si consumes sustancias prohibidas, el perjudicado vas a ser tú”.

De a poco, Íker va recuperando la frescura de sus palabras. La calidez vuelve a él, luego de desechar cualquier tipo de acusaciones hacia los futbolistas.

Su discurso se reafirma con rumbo a declarar inocencia, antes de emitir un juicio castigador. No deja de pensar en que los cinco seleccionados mexicanos inhabilitados por dopaje positivo están libre de toda culpa, que todo fue producto de una accidente. Lo cree simplemente porque son futbolistas.

“Yo apoyo y defiendo a los jugadores de futbol hasta que no se demuestre lo contrario”, arropa.