Flores corta única oreja de tercera novillada en la Plaza México

MÉXICO, D.F.- Por segunda semana consecutiva el joven diestro tlaxcalteca Sergio Flores fue el triunfador al cortar el único apéndice de la tercera novillada de la Temporada Chica 2009 en la Plaza de Toros México.

En este tercer festejo, que por momentos estuvo pasado por agua, se lidió un encierro bien presentado de la ganadería hidalguense de San Judas Tadeo, la que en términos generales dio buen juego, destacando el primero, segundo, tercero y cuarto astados.

Flores, quien además de la oreja dio triunfal vuelta al ruedo en su segundo novillo de la tarde, alternó con el poblano Alfonso Mateos, que escuchó palmas en sus dos astados, así como con el queretano Cristian Hernández, a quien le pesó lidiar en la plaza más grande del mundo por lo que se retiró en silencio en su primer burel y fue silbado y abucheado en el último del festejo.

Por su parte, a excepción de uno de los novillos lidiados este domingo, el cuarto de la tarde de nombre "Rocío", sus otros cinco hermanos fueron bautizados con nombres de famosos piratas, ya sean reales o imaginarios.

El tlaxcalteca Flores refrendó en esta segunda aparición en la México que lo sucedido en su debut aquí no fue obra del azar o la casualidad, pues con su primer astado "Mala Pata", el cual dio en la romana 378 kilos, lo entendió a la perfección.

A pesar de los obstáculos, pues previamente había llovido y el ruedo quedó en condiciones difíciles, Flores mostró su arte y temple al dibujar hermosos "naturales", paseando la mano izquierda ante un burel que por momentos se quedaba corto en la embestida.

Siguió hilando sentidas tandas con la mano izquierda y en cada pase se escuchaban "olés" sentidos de los cerca de mil espectadores que desafiaron hoy el clima y que no se arrepintieron de haberlo hecho.

Al momento de ejecutar la suerte suprema Flores dejó estoconazo en buen sitio y si bien pudo haber recibido dos orejas, el juez de plaza sólo le concedió un apéndice.

En su segundo astado, "Garfio" que dio en la báscula 425 kilos, Flores se llevó un buen susto al ser "empalado" y revolcado por el burel. Pero más que amilanarlo esto le sirvió de acicate y empezó a lidiar a su novillo con hermosas tandas de "naturales".

A pesar de que el toro no siempre entraba en la suerte, se las ingenió para hilvanarle unas buenas tandas de derechazos. Desafortunadamente no estuvo tan certero con la toledana, pues mató de pinchazo, estoconazo y un descabello por lo que todo quedó en vuelta a ruedo oyendo los gritos de "torero, torero".

Por su parte, el primer espada de este cartel, el poblano Alfonso Mateos, tuvo detalles muy toreros. En su primer novillo, "Barba Negra", que registró en la báscula 377 kilos, logró a pesar de la lluvia que se abatió a lo largo de su faena una buena lidia.

Aún cuando no podía plantarse bien en el ruedo y que los resbalones estaban por demás latentes, tuvo algunos pases de gran calidad y al momento de tirarse a matar dejó estoconazo bien colocado. Hubo petición de oreja por parte de los aficionados pero el juez la negó por lo que debió conformarse con escuchar aplausos.

En su segundo novillo,"Rocío", de 407 kilos y al cual el varilarguero David Vázquez le acomodó un buen puyazo al recibir bien en la suerte, Flores volvió a tener destellos de calidad con un animal que en ocasiones estuvo cerca de prenderlo pero no lograba estructurar bien la lidia del astado. Mató con buen estoconazo y volvió a escuchar palmas.

A su vez el queretano Cristian Hernández se mostró muy verde, pues a su primer ejemplar, "Barba Roja", de gran calidad y que registró 378 kilos en la báscula, simplemente no lo entendió dando pases sin ton ni son, además que jamás le encontró la distancia.

Despachó a su astado de dos pinchazos, un bajonazo y por fin dobló tras oir un aviso.

En el sexto de la tarde, "Morgan", que registró en la romana 395 kilos, Hernández falló al tratar de recibir con una tafallera, pues el diestro fue desarbolado en su intento. De ahí en adelante intrascendencia total. Dejó bajonazo que mató de manera fulminante y se retiró en medio de abucheos y silbidos.