El sueño se convirtió en pesadilla

GUADALAJARA, JALISCO (19/NOV/2013).- Desde el principio de esta temporada ya se advertía: si los resultados no lo respaldaban, independientemente de su forma de manejo, sería difícil que Sergio Pérez se quedara un segundo año con los de Woking.

La carretilla siempre se inclinó hacia el mal funcionamiento del MP4-28, sin saber que cada palabra en contra del auto, era una palada más para sacar tierra de una tumba.

La temporada transcurrió así: Checo sufriendo y quejándose del monoplaza (y con razón), mientras McLaren simplemente callaba y observaba, lo que daba a entender que no hacían nada por mejorar... pero no por lo que hacía Martin Whitmarsh (team leader), sino por la opinión de alguien muchísimo más arriba, Ron Dennis (con todo y que ya no es accionista mayoritario ni derecho a voto en el McLaren Group, tiene poder de influencia como co-propietario). Dennis es el “padre” de Lewis Hamilton en este mundo de la F1, y es un tipo difícil de tratar; Fernando Alonso lo sabe muy bien.

Ante la peor temporada de la historia de McLaren, Dennis seguramente pidió la cabeza de alguien, y ese alguien tendría que pagar los platos rotos , y ese alguien fue el que trató de dar la cara por el equipo, el más osado carrera a carrera hirviéndole la sangre, sin importar las críticas de los medios ingleses: Checo Pérez.

Pero, ¿si Pérez dio su máximo, por qué no estará más con McLaren? Las respuestas pueden ser muchas: porque le llenó el saco de piedritas a Ron Dennis; porque no rindió lo que se esperaba; porque nunca hizo clic en esta escudería; porque es un piloto que sabe conducir un F1, pero no sabe cómo comunicar a los ingenieros lo que necesita; por su irregular relación con los medios; o simplemente porque Kevin Magnussen es hecho en casa.

Ante todo esto, como dijo el padre de Checo, Antonio Garibay, “el único que puede hablar, mal o bien de Checo es Carlos Slim (Domit). Los demás son trepadores. La verdad sólo él la conoce”, publicado en redes sociales el pasado domingo por la mañana antes del GP de Estados Unidos. ¿Tendrá razón ante lo evidente?, ¿entonces, por qué no ayudar un poco a Checo diciendo cuál es esa verdad?

La publicación de Toño fue una respuesta duro y a la cabeza para los detractores de su hijo, pero indirectamente también del otrora McLaren, Jo Ramírez, quien causó revuelo hablar desde las entrañas de su sentir el cómo vio el desempeño de Sergio Pérez, con un resumen más o menos así: “No dio la talla; se necesitaba un piloto mejor que Jenson, no igual; creció (Checo) como piloto pero no como persona; se le subió demasiado ser piloto de F1; no creo que lo volvamos a ver en un equipo grande”, en lo que muchos califican de un ataque al tapatío y otros de la pura verdad.

Un año para el olvido en Woking

McLaren no podía dar más lástima esta temporada, en la que cumplió 50 años. Pero el orgullo del equipo inglés es mucho más grande que cualquier piloto, y los latinos (excepto por Ayrton Senna) difícilmente han podido sobresalir en este equipo. En el pasado reciente, Juan Pablo Montoya y Fernando Alonso (este como flamante bicampeón del mundo) no pudieron soportar a los medios ingleses, a los ingenieros, pero principalmente a Ron Dennis, el supremo de la escudería.

En Woking se sabe de antemano que no se andan con medias tintas. Funcionas, te quedas. No funcionas, o muerdes la mano que te da de comer, te vas. Y así pasó con Sergio Pérez, a quien le vendieron “espejitos” para ser campeón del mundo con el MP4-28, incluso recomendado por Lewis Hamilton antes de terminar la temporada 2012, “he visto el desarrollo del auto del año próximo y será grandioso”.

Seguramente lo dijo riéndose por dentro, antes de partir a Mercedes. Lo peor de todo, es que Checo se la creyó y se proclamaba campeón antes de hablar con hechos.

Los maltrechos resultados de McLaren, tanto de Jenson como de Checo, eran evidentes. Cada clasificación y cada culminación de carrera, no estaban muy lejos uno del otro. O estaban en puntos, o estaban fuera de ellos, invariablemente. Pero Jenson es campeón del mundo, es el experimentado... y es inglés. Checo es un piloto que sigue aprendiendo, y no es campeón. Y entonces, si McLaren siempre tiene tan mala suerte con los latinos, ¿por qué contrató a Checo?

Aquí entra Adrián Fernández. El artífice y negociante para que Checo se plantara en 2013 con los de Woking, es Fernández. Un tipo que siempre ha estado cerca de la familia Pérez, y conoce al tapatío desde que era pequeño. La relación nunca fue tan estrecha como la época de septiembre de 2012, donde Adrián y Checo llegaron juntos a McLaren, cuando todos pensaban que iría a Ferrari.

El jalisciense está en el limbo

Si Checo se queda fuera de la temporada, tendrá un año para sentarse a planear su regreso, en el mayor de los aprendizajes de toda su vida. Si se sube a un monoplaza, deberá ser más humilde ahora, aprender de sus errores, por que no podrá pasar toda la vida pregonando que los coches no están a su altura (C31 y MP4-28). Al fin y al cabo, ¿quién es Sergio Pérez para exigir esto? Así lo pensaron en McLaren y no les importó romper el contrato “multianual” que tenían con él.

Pero Checo, sabiendo su destino una semana antes que nadie, ya estaba haciendo maletas. Dicen que los detalles son los que cuentan, y uno mínimo, era el cambio de su avatar en Twitter, con una camiseta oficial de su firma “Sergio Pérez” y una bandera mexicana ondeando detrás. Al día siguiente, la carta de despedida, ganándole la partida a su propio equipo, dando a entender que él los mandó a volar, antes de que ellos.

Por otro lado, el respaldo de Carlos Slim Domit es fundamental. Sin él, seguramente Checo estaría desprotegido en el silly season, donde los conductores rusos vienen con fuerza... o mejor dicho, los “pilotos de pago”, vienen respaldados por empresas poderosas, tanto, que hasta Esteban Gutiérrez en Sauber fue opacado por la billetiza que trae Sergey Sirotkin, piloto reserva. Aunque por ahora, el regio parece seguro.

Y es que la F1 se ha transformado en eso, pilotos hechos en simuladores y que acarreen dinero a las arcas, si no, con todo y pena, a menos que tengan un talento fuera de este mundo como el de Sebastian Vettel, quedarán relegados pronto de la F1. Casos recientes se pueden enlistar, con pilotos de mucho talento, pero poco recurso: Heikki Kovalainen, Jerome D’Ambrosio, Pedro de la Rosa, entre otro medio centenar de jóvenes y experimentados, que año con año esperan una oportunidad en la máxima categoría del automovilismo mundial. Una categoría, que si Checo no se pone las pilas, también verá desde la congeladora quien sabe por cuánto tiempo.

FRASE

"Sí, he hablado con Force India tres veces esta semana sobre el asiento para Sergio, y nosotros les hemos ofrecido tecnología con elevados descuentos para el próximo año si lo
firman "

Martin Whitmarsh, team leader McLaren.

LOTUS

La opción más atractiva

La prioridad de los de Enstone es Nico Hulkenberg. Sin embargo los petrodólares venezolanos de Pastor Maldonado podrían ser la segunda opción. Después viene Checo.

SAUBER

Volver a los inicios

En caso de que Quantum Motorsports no llegue a un acuerdo con Lotus, Hulkenberg se quedaría en Sauber. Si Checo regresa con los de Hinwil, el sacrificado sería Esteban Gutiérrez, pero Slim quizá no quiere eso.

FORCE INDIA

El destino más probable

Force India es la opción más viable para Pérez. Con la inminente salida de Paul di Resta y Adrian Sutil, el equipo tendría dos butacas interesantes a ocupar. McLaren ayudará con las gestiones. Sergio declaró recientemente que Force India es uno de los equipos en los que puede ser competitivo.