Checo, en el ojo del huracán

GUADALAJARA, JALISCO (27/MAY/2013).- Lo sucedido con Sergio Pérez (McLaren) este fin de semana en el Gran Premio de Mónaco, le valió  algunas críticas e interpretaciones por su manejo al límite. Sin embargo, por su estilo de conducción, el mexicano demostró que es capaz de sacar de la zona de confort a cualquier rival, principalmente a los pilotos que suelen estar en la élite de la máxima categoría del automovilismo.

Estamos hablando de pilotos campeones del mundo como Kimi Räikkönen (Lotus), Fernando Alonso (Ferrari) y Jenson Button (McLaren), quienes se preocupan cuando el tapatío llena sus retrovisores. Pero esto no es nada nuevo.

Cuando Checo decide lanzar un ataque sobre cualquier piloto, su naturaleza le indica ser insistente. A veces funciona, a veces no. Y a pesar de mostrar un buen ojo para poner la bala en el momento preciso, como cuando rebasó a Button y Alonso en la chicana, se encontró, de nueva cuenta, a Kimi Räikkönen, quien sería un hueso muy duro de roer en esa zona, por lo que el tapatío pudo haber conservado la posición detrás del finlandés, pero no eligió esa opción.

La novela Kimi-Checo tiene ya varias carreras arrastrándose, con diversos enfrentamientos en los que suelen saltar chispas. En Mónaco, Kimi dejó ver que Checo no es de su agrado, y aunque es cierto que la pista es complicada para rebasar, el finlandés siempre cerró la puerta para que no pasara el mexicano, algo que hizo muy bien para cuidar su posición. "Trató de pasarme una vez y lo vi por el retrovisor. Él iba demasiado rápido y podía haberme golpeado", dijo el de Lotus, antes de declarar que a Checo "alguien debería bofetearlo".

Sin embargo, cuando el mundo piensa que Checo debía mantener la posición detrás de Kimi, el tapatío lo interpreta a su manera, con todo y que no se ha volcado de lleno en el tema y sólo ha comentado en su cuenta de Twitter: "Una lástima el contacto al final de la carrera con Kimi, no tenía forma de evitarlo toqué el muro mucho antes de la curva no tuve espacio". Y remata: "Creo que quien entienda un poco de esto podrá entender de que hablo! En fin el tiempo siempre se encarga de poner todo en su lugar".

Este comentario puede confundirse con una falta de humildad. Pero la lectura es que Checo está buscando un lugar entre los pilotos importantes, para ganar más presencia en un gris año para un equipo como McLaren, que no encuentra la llave para estar en lo más alto, por lo que Checo busca ahora pelear las posiciones sin conformarse. Si bien el tapatío no pensó en la carrera que los puntos pudieran darle tranquilidad al equipo, apostó a que podía ir más allá de las posibilidades reales en la chicana contra Kimi, y el resultado está a la vista de todos.

Button tiene un manejo mesurado pero suele ser combativo a ratos. Alonso y Raikkonen, alguna vez fueron lo que Checo es hoy en día, pilotos con manejo agresivo, y no dejan de serlo, aunque su estatus de campeón del mundo los deja en un lugar privilegiado cuando vienen los reclamos.

Y es precisamente en los reclamos, donde la Fórmula Uno comienza a tener una especie de distorsión. Cuando aparece un Checo Pérez o un Adrian Sutil (Force India) rebasando en lugares inimaginables, como la chicana o la horquilla en Mónaco, inmediatamente después suena el team radio: "cálmenlo", "qué está haciendo", etcétera. De cierta forma, el mismo "piloto número uno" exige al equipo una orden para apaciguar los ánimos del "piloto número dos". Y si no es el número dos, el reclamo viene en función a lo que haga el otro piloto: "me sacó de la pista", "casi me golpea", por ejemplo. Y es cuando intervienen los comisarios.

Pero los comisarios no están para decidir si el estilo de manejo es bueno o malo de cada piloto. Todos tienen derecho a pelear la posición, así sea un lugar tan difícil como Mónaco, y es algo que los pilotos de la élite no comprenden. Es cierto, Checo pudo guardar la posición y respetar a esos pilotos que carrera a carrera no quieren ser atacados, pero él tiene presente que otros pilotos, como Ayrton Senna, algún día se abrieron camino en lo más alto de la F1, no sólo por cuidar las llantas, y mucho menos por dejar o dejarse pasar por un compañero de equipo, sino por su personalidad y talento en la pista y Checo tiene mucho de eso.

Reacciones:

"No sé. Quizá deberíamos bofetearlo para que aprenda" - Kimi Räikkönen (Lotus).

"Sin duda fue un intento de carga, pero en el automovilismo tienes que tomar algo de riesgo a veces. Si lo consigues, eres un héroe, y si no, estarás decepcionado (...) Tengo que agradecerle a Checo que esté ahí, comprometido y luchando por las carreras" - Martin Whitmarsh, jefe de McLaren.

"Si en la chicana no evito a Sergio, chocamos. Si en Loews no evito a Sutil, chocamos. Ellos no pierden nada, yo pierdo seis puntos en el campeonato (...) la agresividad de Sergio en Bahrein le salió bien, aquí (Mónaco) no tanto y tuvo que retirarse. A ver si aprende la lección" - Fernando Alonso (Ferrari).

EL INFORMADOR / MARIO CASTILLO