* Al Nirvana

Que un alto funcionario gubernamental, encargado de la procuración de justicia, contratara a una vidente para tratar de encontrar los restos de Manuel Muñoz Rocha, probablemente muerto y supuesto autor intelectual del asesinato de José Francisco Ruiz Massieu, ocurrido hace doce años, ya fue, en su momento, motivo para de chascarrillos a granel...

Que ahora un ex Presidente de la República --Vicente Fox, por sus siglas en español-- proponga, seriamente, contratar “una serie de programas educativos”, suministrados por una empresa denominada “Pacific Institute”, con el ánimo de aplicarlos entre los integrantes de la Selección Nacional, y con la intención deliberada de “llevar a los futbolistas mexicanos al campeonato mundial de futbol”, abre algunas incógnitas...

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De entrada, un buscador de internet da con la tarjeta de presentación del susodicho “Pacific Institute”: “Nosotros postulamos el derecho de todos los individuos a acrecentar las potencialidades que Dios les dio. La aplicación de nuestros métodos permite a la gente encontrar su crecimiento, libertad personal y excelencia personal”.

Dice también: “El éxito no es sólo un concepto. El éxito es el resultado de saber a dónde quiere ir usted y qué cambios necesita hacer para lograrlo. El camino del éxito se vuelve más llano cuando se tienen las herramientas para descubrir la actitud del éxito”. Etc.

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La nota no puntualiza si el señor Fox --antiguo gerente de una empresa refresquera y más tarde gobernador de Guanajuato y Presidente de la República-- es actualmente agente de esa empresa, o simplemente amigo de sus dueños. Tampoco deja en claro lo que debe entenderse por “llevar al ‘Tri’ al campeonato mundial de futbol”: si simplemente asistir, como de ordinario ha sucedido en el pasado..., o si, como convendría para que todos los habitantes de este país llegaran juntos al Nirvana, la conquista de ese campeonato por los mexicanos.

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Porque un buen mago no explica sus trucos, la nota tampoco adelanta los contenidos del “Coco wash” que se aplicaría a los futbolistas mexicanos.

Tampoco establece plazos. No puntualiza si la meta se alcanzará en el 2010... o en el 2110, por ejemplo. Ni dice por qué, en vez de quemarla para “llegar” al campeonato mundial de futbol, no se quema la pólvora que potencialmente hay en el país, en metas de mayor beneficio --educación, seguridad, salud, bienestar general...-- de la inmensa mayoría de los mexicanos.

(“La Araña” seguirá investigando...).