Una nueva forma de ver filosofía

GUADALAJARA, JALISCO.- Dice Jorge Manzano, profesor de Filosofía en la Universidad de Guadalajara ( UdeG) y en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente ( ITESO), que la problemática filosófica es "muy fuerte, siempre". Pero a veces parece "tan abstrusa, tan en el aire, tan ininteligible", que en formato de teatro su mensaje es percibido mejor por parte del público.

Al artífice de la idea original de la puesta en escena de El eterno retorno no le faltan razones para estar de plácemes. Por un lado, asegura que esta obra -estrenada por primera vez en noviembre de 2007- "ha tenido mucho éxito" y que ha gustado especialmente a los más jóvenes. Por otra parte, el festejo por las 50 representaciones del montaje será celebrado en el escenario del Teatro Torres Bodet, recinto en el que se reestrena esta tarde y donde cumplirá con una breve temporada.

Hay una razón más por la que Manzano está sonriente. El fin de la contingencia sanitaria permitirá que el público pueda ingresar al Teatro Torres Bodet en la primera función de esta tarde. Ya no habrá necesidad de hacer la representación sin aforo, como lo había sentenciado hace apenas unos días el cuerpo escénico y el equipo de producción. No obstante, han pedido a los asistentes que tomen sus precauciones y acudan con las medidas pertinentes (cubrebocas, principalmente).

El eterno retorno

es un espectáculo que conjuga el teatro y la danza (el quehacer escénico de Manzano en éste y otros montajes se ha orientado hacia la forma de hacer filosofía con el cuerpo). Está compuesto por tres actos que, en su discurso, pretenden "incursionar en la filosofía, la teología y la mística" de una manera más corporal que conceptual y más pasional que intelectual para hacer que el contenido sea más asequible al público en general. La obra está encabezada por un Nietzsche provocador que pondrá en crisis los ideales elevados del espectador y sus convicciones profundas.

El público quedará envuelto en una atmósfera "gris" y "fúnebre" a lo largo del primer acto; es en este episodio donde se devela el interior personal de Nietzsche y su constante cuestionamiento por el eterno retorno. Las Moiras -personajes de la mitología griega- aparecerán en el segundo acto para revelar el gusto del pensador por jugar con la suerte de los dioses. Zaratustra, con las tres transformaciones y el superhombre, se persona en el tercer y último acto, para luego dar paso al epílogo: Diónysos y Cristo ungen a Nietzsche.
La obra hace uso de recursos adicionales para complementar su atractivo estético -tanto en vestuario como en ambientación-. La dirección de escena ha quedado en manos de Antonio Lizaola.

Enrique Sarabia (quien encarna a Nietzsche en el escenario) y Dulce Cruz, entre otros, se encuentran en el reparto. El trabajo, según han señalado los actores, "ha sido actoralmente muy intenso".

El eterno retorno

Se presentará los tres domingos restantes de este mes a las 18:00 horas y los viernes de junio a las 20:30 horas. El costo de los boletos es de 80 pesos general y 50 para estudiantes, maestros y personas de la tercera edad.