Domingo, 24 de Noviembre 2024
Cultura | La obra ha sido traducida en castellano, gallego, catalán y vasco

Tratado de Galileo Galilei es traducido después de 400 años

'Sidereus Nuncius' escrito por el físico y astrónomo, fue el primer tratado científico basado en observaciones astronómicas realizadas con un telescopio

Por: NTX

El documento políglota no está a la venta pero el público podrá consultarlo a través de Internet. ESPECIAL  /

El documento políglota no está a la venta pero el público podrá consultarlo a través de Internet. ESPECIAL /

CIUDAD DE MÉXICO (07/ENE/2010).- El legado comprendido en el tratado 'Sidereus Nuncius' (1610), escrito en latín por el físico y astrónomo Galileo Galilei, considerado el padre de las ciencias contemporáneas, quien murió el 8 de enero de 1642, ha sido traducido a los cuatro idiomas oficiales de España: castellano, gallego, catalán y vasco.  

El estuche políglota, del que se han editado un millar de ejemplares, está formado por un facsímil y cuatro volúmenes del 'Sidereus Nuncius' en los cuatro idiomas, cuya labor realizó el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (Muncyt), según un diario gallego.  

El portal explicó que esta edición especial no está a la venta, y se utilizará como regalo institucional. Sin embargo, se podrá acceder a ella a través de Internet.  

'Sidereus Nuncius', (El mensajero de los astros), fue el primer tratado científico basado en observaciones astronómicas realizadas con un telescopio.  

Su publicación se considera el origen de la moderna astronomía y provocó el colapso de la teoría geocéntrica.  

El paso a la posteridad de su autor, Galileo Galilei, quien nació cerca de Pisa, Italia, el 15 de febrero de 1564, fue el postular que la tierra era redonda y giraba alrededor del Sol, -aseveraciones le valieron ser acusado de herejía-, así como ser el fabricante del primer telescopio astronómico que se utilizó con fines astronómicos, hace más de 400 años.  

Cursó estudios en Vallombroso, Italia y en la Universidad de Pisa, donde se inclinó por la medicina y posteriormente por la filosofía y las matemáticas, sin embargo, abandonó la institución en 1585, sin conseguir el título.  

Fue expulsado de la Universidad de Pisa debido a su actitud de libre pensador, por lo que regresó a Florencia donde fue discípulo del matemático Ricci y se distinguió muy pronto con un ensayo sobre el centro de gravedad de los sólidos.  

Impartió clases particulares y escribió sobre el movimiento hidrostático y natural, sin publicar nada. En 1589 ejerció como profesor de matemáticas en Pisa, donde demostró que la caída de los cuerpos no era proporcional al su peso, como decía Aristóteles.  

De acuerdo con sus biógrafos, Galileo era muy rebelde, se negaba a ponerse las ropas académicas que usaban sus colegas, aduciendo que estorbaban innecesariamente sus movimientos. Por no usarlas, se le obligó a pagar varias multas hasta que fue despedido.  

En 1592 fue admitido en la cátedra de matemáticas de la Universidad de Padua, en la que permaneció hasta 1610. En esa época inventó un compás de cálculo para resolver problemas prácticos de la materia y descubrir las leyes de las caídas de los cuerpos.  

Retomó la teoría de Nicolás Copérnico (1473-1543), que afirmaba que la Tierra giraba alrededor del Sol y en 1609 presentó un telescopio de una potencia muy parecida a los prismáticos binoculares, con el que descubrió montañas y cráteres en la Luna.  

Gracias a este aparato consiguió ver que la Vía Láctea estaba  compuesta por estrellas y descubrió los cuatro satélites mayores de  Júpiter.  

Sus investigaciones quedaron impresas en su libro "El mensajero de los astros" y logró colocarse como matemático en la corte de Florencia, lo que le dio tiempo libre para investigar y escribir.  

En 1610 pudo observar las fases de Venus, lo que contradijo la teoría que establecía que los cuerpos en el cielo están perfectamente esféricos y que no era posible que apareciera nada nuevo.  

Tres años después publicó un tratado sobre las manchas solares y anticipó la supremacía de la teoría de Copérnico, de que los planetas del Sistema Solar giraban en torno al Sol y no alrededor de la Tierra.  

Asimismo retomó y defendió la teoría heliocéntrica del sistema solar, que proponía al Sol como astro inamovible a partir del cual se estructuraban los movimientos de los planetas a su alrededor.  

La iglesia le pidió a Galileo que no defendiera la idea de que la Tierra se movía, lo que acató durante unos años en los que se dedicó a estudios sobre el mar, la caída de los cuerpos y los cometas.  

Sus nuevos descubrimientos como el de las manchas solares añadidos a inusitada contundencia de Galileo para refutar y ridiculizar a sus oponentes le fueron granjeando enemistades. La complejidad de la situación se acentuó y Galileo fue reconvenido a no defender sus ideas.  

Obtuvo licencia de la iglesia para publicar el tomo "Diálogo sobre los sistemas máximos" (1632), donde su defensa del heliocéntrico estaba acompañada de vejaciones e insultos hacia sus enemigos.  

La Inquisición lo acusó por "sospecha de grave herejía" y el 22 de junio de 1633 fue obligado a confesar públicamente un error que no era error: "Yo Galileo Galilei, abandono la falsa opinión de que el Sol es el centro (del Universo) y está inmóvil. Abjuro, maldigo y detesto los dichos errores".  

Sin embargo, cuando se puso de pie murmuró para sus adentros: "Eppur si muove" (Y sin embargo (la Tierra) se mueve (alrededor del Sol)". Fue condenado a arresto domiciliario, por lo que permaneció en Arcetri, Italia, hasta el día de su muerte, ocurrida el 8 de enero de 1642.  

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones