Selma Lagerlof retrató la cotidianidad de su país

CIUDAD DE MÉXICO (19/NOV/2012).- La primera mujer que obtuvo el Premio Nobel de Literatura fue la novelista sueca Selma Lagerlof en 1909. Autora de una gran cantidad de historias sobre la vida cotidiana, así como recopiladora de narraciones de su país.
 
Debido a su gran reputación, en 1914 fue elegida miembro de la Academia Sueca, como reconocimiento por su trabajo realizado para la corona que le concedió un estipendio anual a perpetuidad.
 
Selma Ottiliana Lovisa Lagerlöf, a quien se recordará este martes, a los 154 años de su nacimiento, ocurrido el 20 de noviembre de 1858, sufrió de pequeña una enfermedad que le dejó una renquera temporal, de ahí que sus primeras lecciones escolares las recibiera en su casa de Estocolmo.
 
Se sabe que en 1885 fue a Landskrona para trabajar como maestra, lugar en el que escribió su primera novela "Gösta Berlings saga, 2 vol." (La saga de Gosta Berling volúmenes 1 y 2, 1891), que relataba la historia y la vida de los nativos en un estilo lírico.
 
Su mayor influencia fue Thomas Carlyle, quien era un representante del renacimiento romántico sueco de la década de 1890.
 
En 1894, Selma publicó una colección de cuentos titulada "Osynliga länkar" (Links invisibles) y en 1895, ganó una beca para viajar y poder dedicarse a la escritura.
 
Tras visitar Italia, publicó "Antikrists mirakler" (1897, Los milagros del Anticristo), un texto socialista sobre Sicilia, así como la colección "En herrgårdssägen" (Cuentos de un menor) una de sus mejores obras.
 
A ellos le siguieron "Un invierno en Egipto y en Palestina" (1899-1900), que Selma redactó inspirada en "Jerusalén, 2 vol. (1901-1902)", que la colocó como una novelista fundamental en el campo de las letras.
 
Otras obras destacadas fueron "Herr Arnes Penningar" (1904) cuento lacónico pero poderosamente histórico y "Nils Holgerssons Underbara resa genom Sverige, 2 vol." (1906-1907, las maravillosas aventuras de Nils y nuevas aventuras de Nils) un libro de geografía para niños.
 
Lagerlof se caracterizó por manejar un estilo sencillo y comprensible, que iba dirigido al público infantil, en el cual mezclaba aspectos míticos y fantásticos con aspectos morales y realistas.
 
De esta forma, describió una gran diversidad de destinos humanos. Además, la autora poseía conocimientos en el terreno de la psicología y gracias a ello pudo demostrar una gran claridad en su narrativa, impregnándole elementos intuitivos con los cuales explicaba sucesos importantes, incluso, algunas de sus obras fueron adaptadas al lenguaje visual.
 
Durante la época de la primera guerra mundial, su trabajo se vio perturbado profundamente y dejó de escribir. Posteriormente, publicó "Mårbacka" (1922) y "Ett graneros memoarer" (1930, recuerdos de mi infancia).
 
La escritora estaba profundamente apegada a su casa que se encontraba en Mårbacka, pero que había sido vendida después de la muerte de su padre, por lo cual Selma decide volver a comprarla con el dinero que obtuvo del Premio Nobel. Lagerlof falleció el 16 de marzo de 1940.