Salen a pintar bardas con poesía

GUADALAJARA, JALISCO (07/JUL/2013).- Las cuadrillas de voluntarios de Acción Poética fueron indiferentes al intermitente chipichipi que cayó en la ciudad. Desde las 10:00 horas, las personas -en su mayoría jóvenes- que estuvieron presentes en la explanada del Expiatorio no se movieron de su lugar, pues una de sus actividades dominicales sería pintar una de las 70 bardas que la Fundación MÉXICO ME UNO tenía dispuestas para ser intervenidas con poesía.
 
Una de las participantes fue Sofía Espinoza, de 18 años de edad, quien dijo que las frases de Acción Poética despiertan la conciencia y crean una sonrisa en la gente que las ve. Consideró importante pertenecer al movimiento "para despertar el arte y ser parte del cambio".
 
Elisa López decidió unirse a Acción Poética porque se niega a creer que la violencia pueda gobernar en el país. "El chiste es poner una sonrisa, hacerle el día a alguien".
 
Alejandro López Ibarra, uno de los organizadores de la actividad, resaltó que el evento ha tomado fuerza en toda Latinoamérica, cambiando el pensamiento de muchas personas. Puso de relieve el compromiso de los jóvenes tapatíos.
 
"Es un día difícil, el día que las personas descansan después de una semana ajetreada, pero la respuesta, sobre todo de los jóvenes, ha sido buena. Dejar un poquito ese estado de confort y salir a la calle a interactuar con su ciudad, creo que es lo importante y es lo que le agradecemos a la ciudadanía".
 
Previo a la salida de las cuadrillas de participantes, Jorge Alexis de Aldecoa, organizador del evento, destacó que dos de los objetivos de la actividad son recuperar los valores humanos, que en la sociedad actual se han extraviado, y forjar líderes.
 
Por su parte, Carlos Lomelí, presidente de la Fundación MÉXICO ME UNO, dijo que hacen falta acciones como la realizada por Acción Poética, ya que la lectura de frases poéticas alimentan el alma. Pidió que el esfuerzo que se decantara sobre las bardas se vea reflejado en una mejor calidad de vida para los jaliscienses.
 
A cada grupo de voluntarios se le entregó un paquete que incluía brochas, rodillos y pintura. Se les pidió que no escribieran mensajes políticos ni religiosos, y que tuvieran mucho cuidado con la ortografía.

EL INFORMADOR / GONZALO JÁUREGUI