Rocío Coffeen… ¡Lotería!

GUADALAJARA, JALISCO (05/ABR/2016).- Heredera de un grande en el arte, como lo fue su padre Tomás Coffeen, quien dejó una profunda huella en Jalisco (quizá tan ilustre como Mathias Goeritz), es Rocío Coffeen.

Arraigada en la parte más tradicional de Tlaquepaque, la artista nos abre las puertas de su casa/taller para compartir tan sólo una parte del mundo en el que se desenvuelve, algo que olió y vivió desde pequeña gracias a su progenitor, así como su participación en la muestra colectiva “Lotería Mexicana, encuentro internacional de arte figurativo”, que estuvo en nuestra ciudad del 22 de enero hasta el pasado 6 de marzo, y que a partir de este viernes se inatlará en el Museo de la Ciudad de Querétaro.

“Fue idea de un excelente colega y pintor, José Parra, en coordinación con el colectivo francés La Libélula, que aborda un encuentro internacional de arte figurativo con autores de 12 países y como tema la Lotería Mexicana, donde tuvimos que interpretar las 54 cartas del juego (una cada uno, o dos máximo, designadas por sorteo) en cuadros de 70 por 50 centímetros”, comenta Coffeen, quien por cosas del azar, tuvo que pintar “La Pera” (hecha al óleo) y “La Luna” (pintada con acrílico).

El ejercicio creativo comenzó en el momento mismo de la designación de la carta para plasmar un primer boceto en servilleta y tres semanas después tener listas las obras.

“Yo elegí La Luna, pero La Pera era una de las cartas que no quería que me tocara y bueno, al final la pude resolver y ha recibido buenas críticas”.Y es que ésta y el resto de las piezas que integran la muestra ya han tenido presencia en diversos rincones, y lo que falta... tanto en México como en Europa (aunque aún falta por definir las sedes) hasta culminar su recorrido a finales de 2017.

“Varias de las obras fueron compradas por algunas empresas, como la Fundación Black Coffee Gallery, y empresarios; sin embargo, deberán esperar hasta que termine la exposición por el país y el extranjero para llevárselas”, cuenta Rocío emocionada al ver cómo el éxito de la muestra en la que participa está cobrando fuerza.

PERFIL

Creadora de metáforas

Rocío Coffeen nació en Guadalajara en 1963. Estudió una carrera corta de publicidad, y sus primeros aprendizajes en el arte los tuvo en los talleres de Ramiro Torreblanca y J. Carrillo. Comenzó a exponer en 1986 y en 1994 recibió mención honorífica en el Salón de Octubre en la categoría de dibujo.

En 2003 ganó el tercer lugar en el concurso del XIII Catálogo de Ilustradores de Publicaciones Infantiles y Juveniles, siendo la segunda artista tapatía en figurar entre los tres primeros lugares de dicho certamen, convocado por Conaculta.

Su obra ha sido expuesta en distintos estados del país —Colima, Jalisco, Baja California—, y más allá de las fronteras: Chile, El Salvador y Estados Unidos. Ha participado con ilustraciones en: “La Gota Justa de Agua” de María Cristina Ramírez, Literaria Editores; “Sirenario” de Yolanda Zamora, Ediciones de la Noche; “Cuentan de algunas letras”, de Francisco Rojas, de la Colección del Gobierno del Estado de Jalisco.

Retrospectiva en Guanajuato

En cuanto a muestras individuales, Rocío Coffeen participa en el Museo Casa Diego Rivera en Guanajuato, en la Sala Angelina Beloff, invitada por el director Martín Aguirre, con una serie de 20 piezas a través de las cuales da cuenta de lo  que la artista ha hecho en los últimos 10 años.

Se trata de la muestra “Resumen de otoño”, inaugurada el pasado 10 de marzo y que premanecerá en el espacio hasta finales de junio.

En un afán de dar más variedad a laexhibición, la artista ha enviado una nueva serie de piezas de arte objeto, las cuales incluyen “Con el adentro descompuesto”, “Bichodrilo y Bichodrila” y “La virgen del tiempo perdido” (sin ninguna connotación religiosa, aclara), entre otras.

Imágenes surrealistas

Sin lugar a dudas, ver la obra de Rocío Coffeen nos lleva a mundos de magia y color, y de vez en cuando trae a nuestra memoria el trabajo de grandes artistas del surrealismo, como Salvador Dalí, Remedios Varo, Leonora Carrington...

“El surrealismo para mí es algo fuera de la realidad, pero usando elementos de la realidad, incluyendo mucho la cuestión onírica. Hay mucha simbología personal. Y la cuestión de crear tu propio mundo tiene que ver con el gusto de hacerlo y además de tener una catarsis, de fugarte de esta realidad”, advierte la artista.

“A mí me sedujo —al ver cómo mi padre y mi hermano recreaban sus obras— la posibilidad de también crear personajes fabulosos, mundos irreales y así pude hacer mi propio universo”.

Lo cierto es que la estética de Rocío Coffeen no le pide nada a nadie, y sus personajes poseen un encanto único.