En la ceremonia, la víspera en el Palacio de Bellas Artes, Tovar y de Teresa añadió que a lo largo de su vida Nishizawa "fue un fiel oficiante del arte", y recordó que en 1951, en el Salón de la Plástica Mexicana (SPM), el artista tuvo su primera exposición, y desde entonces, su obra pictórica, escultórica y de grabado fue de México para el mundo. Antes, un video documental, producido por Canal Once para la serie "Historias de vida", ilustró a los presentes sobre la hoja biográfica del maestro Luis Nishizawa (1918-2014). La cinta recoge testimonios, opiniones y pensamientos de familiares, artistas y funcionarios que por una u otra razón se acercaron a ese creador de origen japonés. Atentos desde sus butacas, la directora del INBA, María Cristina García Cepeda; la titular de Canal Once, Enriqueta Cabrera, y los hijos del maestro Nishizawa, Adriana, Eva, Luis y Gabriel, siguieron minuto a minuto el desarrollo del video, cargado de datos e imágenes que dan cuenta del devenir artístico de quien falleció el 29 de septiembre en esta capital. Luego tocó el turno de las investigadoras del INBA y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Alicia Sánchez Mejorada y Elisa García Barragán, respectivamente, así como a Jesús Martínez Álvarez, profesor de la UNAM, y Magdalena Zavala, coordinadora Nacional de Artes Visuales del INBA, quienes rememoraron cómo fue que conocieron al maestro, sus primeros acercamientos a él y cómo es que estudian sus obras. Sánchez Mejorada, investigadora del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap), realizó un análisis puntual sobre la obra de ese personaje. En el documento que preparó, destacó también aspectos de la vida personal del maestro a quien calificó como ser excepcional, poseedor de gran creatividad. García Barragán, investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas, y José de Jesús Martínez Álvarez, grabador y docente titular del taller de huecograbado de la Facultad de Artes y Diseño, ambos de la UNAM, ponderaron la técnica del homenajeado y evocaron los paseos que organizaba para hallar paisajes que pudieran ser llevados al blanco lienzo. Dijeron que originario de la Hacienda de San Mateo Ixtacalco, en Cuautitlán, Estado de México, Luis Nishizawa fusionó dos mundos en su arte; el oriental y el occidental, los cuales conviven armónicamente en sus pinturas, esculturas y grabados, y han sido ampliamente valorados no sólo en esta nación sino más allá de sus costas y fronteras. De pastor de ganado a estudiante de la Academia de San Carlos, Nishizawa dio un giro a su futuro cuando tras unos años de vivir con su familia en el barrio de Tepito en 1942 fue aceptado en la Academia de San Carlos, donde conoció a José Clemente Orozco (1883-1949), hizo amistad con Francisco Goitia (1882-1960) y obtuvo el título de maestro en Artes Visuales en 1948. En 1955 se hizo profesor de la Escuela Nacional de Artes Plásticas cargo que tuvo hasta su muerte, en calidad de maestro emérito. De 1963 a 1985 realizó varios viajes a Japón, a fin de aprender las técnicas legendarias de grabado japonés, al tiempo que recorrió varios países y museos europeos con el objetivo de adquirir mayores conocimientos. Durante la velada se reiteró que en México, el Salón de la Plástica fue el primer espacio en exponer su obra, la cual también está en la Unidad del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Celaya, la Secretaría de Educación Pública (SEP), el Centro Cultural José Martí y la Procuraduría General de la República (PGR), y otros espacios públicos. En 1996, coincidieron en señalar los panelistas, recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes y fue nombrado maestro emérito y Doctor Honoris Causa por la UNAM. En tanto, el gobierno japonés le otorgó la Medalla Tesoro Sagrado del Dragón y en 2013 recibió la Medalla Bellas Artes del INBA. Así se recordó al recién fallecido "Gran samurái azteca".