Nikas Safrónov, pintor del Kremlin

MOSCÚ,RUSIA.- Combina surrealismo, simbolismo, cubismo, nuevo realismo y realismo socialista. También pinta iconos al viejo estilo. Aunque lo suyo es el retrato. Ha pintado a los principales jefes de Estado del planeta y a incontables artistas, cineastas y famosos. Es una contradicción viviente: devoto, mujeriego, espiritual, ambicioso, generoso y calculador. Así es Nikas Safrónov, pintor de moda en Rusia.

Su taller, galería y vivienda ocupa los tres últimos pisos de un emblemático y céntrico edificio constructivista, diseñado en los años 30 por el arquitecto Alexéi Shúsev —autor del mausoleo de Lenin en la Plaza Roja— y donde también vivió el insigne director teatral, Konstantín Stanislavski. "Todo esto lo he conseguido sin ayuda del Estado ni de nadie, es fruto de mi trabajo", asegura. Por el pasillo de acceso a la exposición está lleno nos acompañan fotografías de Safrónov junto a George W. Bush, Vladímir Putin, Juan Pablo II, Spielberg, Sofía Loren, Madonna, Julio Iglesias...

«Mantengo buenas relaciones con el poder y Rusia es el medio habitual en el que me desenvuelvo, aunque trabajo mucho en Occidente donde vendo bastante», subraya. Hace ocho años, Putin le obsequió con un reloj de oro en agradecimiento a su labor creadora. Sin embargo, Safrónov afirma que no todos los altos funcionarios rusos dan muestras de gratitud cuando se les regala un cuadro. «Se creen tan poderosos que les parece normal recibir presentes sin tener que dar las gracias».

Por eso, "regalo cuadros en muy contadas ocasiones, sólo cuando tengo verdadero afecto al destinatario. Soy un profesional y no debo olvidar el aspecto comercial". El precio de sus cuadros oscila entre 20.000 y 60.000 euros, aunque el sultán de Brunei le pagó una vez con un Ferrari valorado en más de 300.000 euros y en Hong Kong recibió casi un millón de dólares por una sola obra.

"Pero no soy un avaro, dedico dinero para ayudar a las escuelas de las regiones pobres de Rusia". No quiere para nada que le confundan con uno de esos multimillonarios rusos a quienes Safrónov califica de "ludópatas".

El pintor ruso, Iliá Glazunov, le alaba: "Safrónov posee una inagotable imaginación, una energía creativa fuera de lo normal, conjuga a Dios con la blasfemia, la fe con el nihilismo y lo romántico con una concepción rígida de la moda". "En Rusia no siempre se reconoce en vida el talento de los artistas y, cuando eso sucede, se disparan la envidia y los celos", se lamenta Safrónov.

Aunque más que por su obra se le critica por su borrascosa vida sentimental. Se siente de lo más orgulloso de ser padre de 29 hijos, concebidos con otras tantas mujeres. Y siempre en el candelero, entre los poseedores de sus cuadros se cuentan personajes como Sofía Loren, Montserrat Caballé, Madonna, Pierre Cardin, Diana Ross, Alain Delon o Mijaíl Gorbachov.

El Rey Don Juan Carlos es otro de los grandes personajes que Safrónov dice «idolatrar». Aunque aún no ha acabado su retrato. "Tuve la oportunidad de conocer al Rey en Madrid, hace siete años, e hice de él un primer boceto. Pero no ha posado para mí y espero una oportunidad para que lo haga. Es, junto a la Reina de Inglaterra, el Monarca más carismático".
 
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