Nacho Cucaracho representa a México en Serbia

GUADALAJARA, JALISCO (04/ABR/2012).- Se dice que en una ocasión, una mujer le preguntó a Albert Einstein qué hacer para que sus hijos fueran más inteligentes, a lo que el científico respondió: ‘cuénteles cuentos’.

Pero no cualquier tipo de cuentos. Para el titiritero Ignacio Larios, también conocido como Nacho Cucaracho, es fundamental continuar en la búsqueda de un rostro para la cultura infantil en América Latina. Olvidarse de las historias de Disney –las impuestas por la comercialización— y buscar los cuentos propios. Intentar rescatar de alguna manera la tradición de los pueblos, donde, después de la cena, los niños escuchaban los relatos de los abuelos.

Por eso, desde 1994, dirige La Cucaracha Títeres, un grupo teatral que busca llevar a escena las historias locales poniendo especial énfasis en la tradición oral de los pueblos indígenas, ya que en su opinión, es en estas comunidades donde se mantiene una relación más respetuosa con la naturaleza.

“Nosotros tratamos de que los niños se sientan orgullosa de pertenecer a una cultura en particular. A través del teatro de títeres fomentar el autoestima cultural, el deseo de saberse y conocerse, y la valoración de la propia  cultura sin despreciar las otras culturas del mundo”, expresó Larios que es el principal objetivo de su grupo teatral.

Gracias a la experiencia de casi 20 años, Nacho Cucaracho fue invitado a Subotica, Serbia, donde participará en el Encuentro de Expertos de Teatro de Títeres, organizado en el marco del 19 Festival Internacional de Teatro para Niños, del 20 al 26 de mayo próximos. El tapatío será el único mexicano de entre los 17 especialistas, que se dirigirán a la comunidad internacional de titiriteros en mayo próximo.

Títeres como patrimonio cultural

La ponencia que Larios presentará en español con traducción simultánea al inglés, se titula “El Teatro de Títeres como patrimonio cultural: el uso de relatos indígenas en el teatro mexicano para niños”.

Quien convoca a esta reunión es el filólogo, antropólogo y dramaturgo polaco Henrik Jurkowski, quien es considerado uno de los mayores especialistas del teatro de muñecos en el mundo. El propósito, como explicó Larios, es conocer la situación de los títeres en los inicios del nuevo milenio en relación con los espectáculos actuales y la enorme cantidad de juegos electrónicos de los que disponen los niños de hoy.

En la opinión del tapatío, “esos juegos y la televisión nos hacen los mandados, porque los títeres pueden hablar con un niño, pueden dirigirse directamente a él”.  Además los títeres tienen la ventaja de que son fácilmente transportables, dijo, “podemos llevar la infraestructura para un escenario teatral a la sierra, y presentarlo a los niños”.

Actualmente, Larios se encuentra en una pequeña gira en las escuelas en Tlajomulco, ya que el gobierno municipal lo contrató para mitigar la marginalidad de ciertas colonias con actividades artísticas dirigidas hacia los niños.

Recomponer la realidad

“Un artista está en función social no de su particular talento o inquietudes”, expresó el titiritero, quien está convencido que para incidir positivamente es necesario comenzar con los niños. “El niño necesita de la fantasía para recomponer una realidad que le es dañina” dijo, de ahí la importancia de que los padres lleven a sus hijos al teatro o les cuenten historias.  

“Pero, ¡por favor ya no los lleven a ver pinocho y todas esas historias que ya no son sorpresa!, advirtió Nacho Cucaracho, “porque eso ya no es teatro, son coreografías de cuentos que son una vacuna contra el teatro”.

Navega para conocer el trabajo de Nacho Cucaracho:

http://www.youtube.com/watch?v=4RpJhTIGENI • http://www.youtube.com/watch?v=G2qmQqGZz2M