Museo de Arte Moderno alberga 'La danza de los espectros'

CIUDAD DE MÉXICO (23/ABR/2014).- El arte surrealista de aristas europeos radicados en México, llegará mañana al Museo de Arte Moderno de esta ciudad, con la muestra "La danza de los espectros", que se exhibirá del 24 de abril al 21 de septiembre.

La obra de Leonora Carrington (1917-2011), José Horna (1912-1963), Wolfgang Paalen (1905-1959), Alice Rahon (1904-1987) y Remedios Varo (1913-1963), serán parte de la muestra que reúne el trabajo de importantes artistas plásticos emigrados a México a mediados del siglo XX.

A través de un comunicado, el Instituto Nacional de las Bellas Artes ( INBA) informó que la exposición está presentada a partir de los núcleos "Escenografía y paisaje psíquico", "Bestiario onírico", "Cotidiano extraño" y "Alquimia e introspección".

Agregó que la muestra se articula en dichos ejes temáticos con el objetivo de profundizar en los procesos creativos de cinco artistas, y en cuya obra se ejemplifica el choque de realidades y la fascinación por el contexto tan fecundo para la creación que México les ofreció.

Dichos núcleos definen la producción plástica desde el punto de vista de los creadores exiliados que debieron manifestarse ante un contexto distinto a aquel donde se habían formado, para adaptarse, oponerse o integrarse, al mismo.

En la capital del país confluyeron en las décadas de 1940 y 1960, una serie de condiciones excepcionales para que artistas mexicanos y extranjeros convivieran y generan intercambio de ideas y estilos que a la postre plasmarían en sus trabajos, los cuales fueron difíciles de identifica en un movimiento homogéneo.

Por los contrastes sociales y las contradicciones históricas del país, al igual que su cultura, tradiciones y la belleza de los paisajes, México les significó un universo temático nuevo en donde fundirían sus experiencias y aprendizajes con elementos desconocidos para ellos.

Ejemplo de ello, es la propuesta artística de Antonin Artaud (1896-1948) quien, de acuerdo con Gonzalo Ortegam en 1936 viajó a México en búsqueda de un arte no europeizado, por lo que su obra evoca la resonancia de las tradiciones en contraposición al estilo de producción plástica del Viejo Continente imitado por los artistas mexicanos modernos.

Además, el lenguaje de Antonin funciona también para referirse a la permanencia de los ideales originales de los artistas europeos exiliados como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), quienes continuaron manifestando su interés en el surrealismo.