Miércoles, 25 de Diciembre 2024
Cultura | La poca asistencia se debe al temor por fijar responsabilidades

Miedo al compromiso, enemigo de las galerías de arte

La poca asistencia del público a estos espacios culturales se debe al temor por fijar responsabilidades, explica el curador Rubén Méndez

Por: EL INFORMADOR

La formación de públicos y promover el coleccionismo son las estrategias de las galerías. ELINFORMADOR  /

La formación de públicos y promover el coleccionismo son las estrategias de las galerías. ELINFORMADOR /

GUADALAJARA, JALISCO (29/DIC/2010).- “Para sacar cita, favor de llamar a ‘tal’ número” es la leyenda que se lee en la mayoría de las invitaciones, notas de prensa y sitios web de la mayoría de la treintena de galerías existentes en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) para visitar alguna exposición en el mes o dos meses de duración de la exhibición, posterior a su inauguración. Pero fijar un compromiso con día y hora es una formalidad muy rígida para una actividad de ocio, esparcimiento, tiempo libre o recreativa como lo es recorrer una muestra, por lo que dicha medida más que atraer visitas, las espanta.

“Es algo  que tenemos que considerar todos los que trabajamos en las galerías para atraer más visitas, regularizar un tránsito más allá de cada inauguración. Al menos, en mi experiencia como artista y curador en Guadalajara hay esa rigidez que espanta a los espectadores, cualquier compromiso lo hará”, explica Rubén Méndez, artista y curador de la galería Promotora Arte, que a finales de noviembre abrió sus puertas, con una exposición colectiva titulada This is about nothing.

Abrir una galería de arte y mantenerla no es algo sencillo, agrega Méndez. “Se requiere mucha persistencia, paciencia y un buen soporte económico que te respalde para mantener, primero la nómina de tus empleados y los servicios básicos. Después viene la otra parte, impresión de invitaciones, promoción y difusión de la exposición. Es una tarea de resistencia”, afirma.

En promedio, dichos espacios de exhibición reciben 40 visitas al mes, lo cual tampoco significa ganancias para los propietarios de las galerías, ya que por ingresar no se cobra un solo peso, ya que su negocio está en la compra-venta de obra con los coleccionistas.

Otro ejemplo es Galería El Ajolote, ubicada en la colonia Chapalita, en Zapopan, que desde abril comenzó con una serie de talleres y otras actividades con la intención de mantener “vivo” el espacio y recibir a distintos públicos.

“Al final es una pequeña inversión que hacemos para traer a alguien de fuera del Estado o del país a dar un taller o curso, sobre alguna materia de arte, por lo que cobramos una pequeña cantidad en algunos casos y de esta manera, recibimos a gente que jamás se había parado en una galería, entonces es otra manera de acercar a la gente a este espacio y que se vayan con algo más que la apreciación de la obra o haber conocido el trabajo de algún artista”, señala Ramón Vázquez, propietario de El Ajolote, espacio con 13 años de trayectoria en la escena local.

Para Rubén Méndez, algunos de los síntomas por los que la gente no asiste con regularidad a las exposiciones son “por flojera, falta de interés, miedo y algunas veces más por falta de tiempo. Además, al arte se le sigue considerándosele un lujo, por lo que a  las personas de clase media a baja poco les va a interesar ir a conocer la obra de algún artista local, así sea de renombre, porque están pensando antes en cómo resolver su situación, su día a día”.

En el mismo sentido, Luis García Jasso, galerista y propietario de Galería Vértice expresa que “tiene que ver con la educación que se da en la escuela y en casa. Porque si nuestros padres no están acostumbrados a platicar, visitar o tener obra en casa es difícil que a los hijos se les inculque el arte; por otro lado, en la escuela te enseñan a memorizar fechas, nombres, pero no hay una asignatura sobre arte, que desde chicos se sensibilice a los estudiantes y comience a haber aproximaciones a las diferentes expresiones artísticas”.

Ahora mismo, Galería Vértice aprovechando el amplio espacio en el que se encuentra instalada en la colonia Lafayette, además de la difusión de su acervo cultural, ha buscado abrirse camino en otro terreno al alquilarse como salón de eventos de corte social o incluso, subastas de arte.

“Los galeristas tendrán que ser más creativos y más inteligentes, posterior a la inauguración de sus exposiciones. Por ejemplo, hay que comenzar a generar actividades fuera de la galería, que no se limite a intramuros, y crear un concepto”, señala Méndez.

Para el coleccionista Patrick Charpenel, que se abra un nuevo espacio o que se cierre no es el tema, “sino la función que vienen a ofrecer en Guadalajara. Antes, hace algunos años deberíamos estar preocupados porque no hubiera espacios, hoy hay algunos, lo cual está bien, hay que trabajar con ellos, pero ahora el tema debe ser su función, qué aportan a la sociedad, a la comunidad artística de una ciudad como Guadalajara. Deben ser espacios que inciten a la reflexión, a la crítica, a la divulgación del conocimiento, no sólo deben convertirse en una vitrina para la muestra de trabajos”.

 Nuevas vertientes

Una de las principales tareas de las galerías de arte, según comenta el curador  Rubén Méndez es “fomentar el coleccionismo, hacer coleccionistas de obra. No es que los espacios estén peleados con enseñar, pero para ello están los museos como el Instituto Cultural Cabañas (ICC), donde te dan una amplia explicación sobre los murales de -José Clemente- Orozco, o en las escuelas de arte, pero en las galerías es un asunto más mercantil, en donde para sobrevivir tienen que difundir, vender y promover la obra de sus artistas”.

Sin embargo, las galerías reciben a todo tipo de público y se les brinda la misma atención que si se es coleccionista o aficionado, “por lo que creo que hay que eliminar esa etiqueta de formalidad para sacar cita. Que la gente venga a disfrutar de la obra, sin miedo a un compromiso”.

El espacio Promotora Arte, de Ignacio Orozco, ya ha comenzado a ver de qué manera puede atraer público, más allá de la fecha de inauguración.
“Hemos mantenido un flujo de información importante en las redes sociales, informando a la gente de que somos un nuevo espacio para el arte contemporáneo, pero no sólo expositivo, sino formativo, ya que tendremos talleres y charlas con artistas destacados del medio local, nacional e internacional”, explica Ignacio Orozco, director de la revista Taxi Art Magazine.

A diferencia de muchas otras galerías, Orozco ha dejado de lado el tema de las citas para ingresar a Promotora Arte, “porque sabiendo del miedo de la gente por el compromiso, mejor que vengan cuando quieran. Porque el arte a la fuerza no entra en el gusto de nadie. Entonces, ya hemos visto que tenemos bastante respuesta teniendo las puertas abiertas para quien desee darse una vuelta y conocer de qué se trata el arte contemporáneo”.

El dato

Las casi 30 galerías de la ZMG reciben en promedio a 40 personas durante un mes. A escala nacional aproximadamente el 86%  de la población no ha ido a una exposición de artes plásticas, como lo muestra la Encuesta Nacional de Hábitos, Prácticas y Consumo Cultural 2010, realizada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

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