Martes, 26 de Noviembre 2024
Cultura | Exposición-homenaje

Manuel Felguérez celebra medio siglo artístico

Bellas Artes exhibe más de un centenar de obras de uno de los máximos exponentes del movimiento abstracto en México

Por: EL INFORMADOR

CIUDAD DE MÉXICO.- El Museo del Palacio de Bellas Artes celebra medio siglo de trayectoria artística del pintor y escultor zacatecano Manuel Felguérez con una retrospectiva de su obra realizada desde los años 50 hasta la actualidad, en la que pone de manifiesto su máxima de que “el caos no existe”. En todo caso, matiza, “procuro crear un orden caótico y echarle después el orden matemático encima”.

A punto de cumplir 81 años, este creador convencido de que “será el arte abstracto el que cracterizará el siglo XX, no el figurativo” conserva aún la capacidad de admirarse en el día a día, la fuerza de seguir creando y la fortaleza personal que lo mantienen en una actividad constante.

Reconocido como uno de los grandes creadores del llamado Movimiento de la Ruptura a la vez que uno de los máximos exponentes de la corriente abstracta en México, Felguérez sostiene que el arte “es creción e invención; refleja su relación con la sociedad”. Para él, “pintar un cuadro es como hacer el amor: empieza uno con muchas ganas, pero luego comienza a sufrir y a angustiarse hasta que un día, por fin, sale”.

Dice también que “todo cuadro, como un ensayo o una novela, se corrige; es más el tiempo que uno se pasa reflexionando, mirando y quitando, que poniendo”.

Han pasado 20 años desde la última vez que el pintor y escultor nacido en Hacienda Valparaíso el 12 de diciembre de 1928 expuso en Bellas Artes, donde su obra regresa ahora a través de la exposición Manuel Felguérez. Invención constructiva “como reflejo de la creación realizada desde los inicios en la abstracción hasta el esplendor del lirismo único en uno de los artistas más prominenteas que ha dado México”, de acuerdo con la titular del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Teresa Vicencio.

Diversidad de periodos creativos


La exposición, curada por Jorge Reynoso Pohlenz y Alberto González, reúne 108 piezas, entre esculturas y pinturas, procedentes de los acervos de los museos de Arte Moderno de la Ciudad de México y de Arte Abstracto de Zacatecas, así como de colecciones particulares y del propio Felguérez.

La idea es mostrar al público los distintos periodos creativos del artista a través de la obra cuidadosamente seleccionada para Manuel Felguérez. Invención constructiva. Los curadores cuentan que “se buscaron comunes denominadores, no hacerlo por décadas, sino ubicar series de continentes de obras”.

La muestra toma el título de una de las piezas expuestas en el Museo del Palacio de Bellas Artes, donde el público podrá apreciar el orden y el desorden, el juego de equilibrio y desequilibrio, el manejo lúdico, la simetría de las creaciones de Felguérez.

Las salas que acogerán hasta el 7 de febrero del próximo año las obras de la retrospectiva Manuel Felguérez. Invención constructiva cuentan con información clara y detallada de cada pieza y etapa creativa de su autor, así como datos biográficos. “La documentación se corona con una entrevista en la que el maestro habla, en primera persona, sobre su obra artística”, destaca Reynoso Pohlenz.

Obra plástica


En su pintura, Manuel Felguérez muestra una pronta preferencia por el abstraccionismo, en donde la geometría en sus formas básicas -círculo, triángulo, cuadrado y rectángulo- fungen como elementos fundamentales, manifestándose en pequeños planos que se tocan y se confunden, se atraen y se rechazan, dando lugar a un juego de fuerzas que crean una tensión en el espacio compositivo. En esta etapa, los tonos rosas, los azules, los grises y los rojos son los protagonistas de un dinamismo dado por la difuminación del color en las obras.

Más tarde, el artista exalta la opacidad del negro y del blanco aplicando el color a modo de manchas yuxtapuestas, las cuales devienen en figuras irregulares que se expanden sobre la superficie. De entre ellas, aparecen desmembrados cuerpos femeninos evocadores de una gran sensualidad.

En la década de los setenta, su pintura se inclina por la pureza del color y las formas geométricas, en donde sobresale el valor de la repetición en las figuras de líneas rigidizadas. Estas formas se desdoblan en superficies cada vez más amplias, algunas de ellas texturizadas por los juegos del pincel que dan movimiento y calidez al conjunto, logrando siempre una unidad armónica.

Felguérez vuelve a la organicidad de las formas, creando nuevas tensiones entre las líneas curvas y las líneas rectas, los tonos opacos y los colores claros, hasta llegar a un punto en que sus trazos adquieren un dinamismo visceral, en donde sus formas ingrávidas parecieran una explosión de rojos y amarillos brillantes. Estas composiciones realizadas en los años noventa adquieren una gran fuerza pictórica, en las cuales el artista sintetiza todo un largo proceso de trabajo.


“Todo cuadro, como un ensayo o una novela, se corrige; es más el tiempo que uno se pasa reflexionando, mirando y quitando, que poniendo”

Manuel Felguérez, pintor y escultor.

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