El universo de los títeres representa el contexto actual mexicano; los actos acróbatas, el nuevo ambiente al que el protagonista de la historia -Pablo- tiene que sumergirse para poder seguir viviendo. ''Está inspirada en lo inseguro que es México para desarrollar la labor del periodista. Además retoma a la figura de los alebríjes y del nahual para contar la historia'', relata Ernesto García, actor mexicano que le da vida al personaje de Pablo. La puesta es la séptima producción del Théâtre Motus, compañía franco-canadiense, que se presentará en Guadalajara -en el marco del Festín de los Muñecos- en el Teatro Diana, el día 3 de noviembre en dos funciones: a las 13:00 y 17:00 horas. El obra, creada en el otoño de 2012, fue escrita y dirigida por Hélène Ducharme, autora, actriz y marionetista canadiense. Intercambio de dos culturas El trayecto hacia Luna Las fases para consolidar la puesta fueron varias. El intercambio cultural entre Canadá y México fue el detonante. Luego, vino un periodo de exploración en el mundo de los títeres. Después un procesos de adaptación de actos acrobáticos; la adaptación de la técnica teatral de sombras fue la siguiente etapa, para que de forma preliminar se mezclara todos estos elementos y dieran como resultado una obra de tres horas de duración. ''Luego de este resultado se sintetizó, para que surgiera un espectáculo que dura una hora, y que está dirigido a un público de ocho años de edad en adelante''. La puesta conjuga las disciplinas de la acrobacia aérea, las máscaras, el teatro de sombra, el teatro de títeres y la actuación, que hacen que sea un espectáculo completo. La parte B de Luna, según Ernesto García El Gobierno de la ciudad de Québec es uno de los principales promotores e impulsores de Luna, ya que según atestigua el actor mexicano, los gastos de la puesta han sido solventados casi en su totalidad por las autoridades canadienses. ''Solicité a la Oficina de Asuntos Internaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) boletos de avión. Entonces, se supone que la oficina tiene como objetivo dar boletos de avión a los artistas que están en otros países. Yo les envié mi carta como debe de ser y nunca me dieron respuesta''.El actor asegura que el proceso de transición que atravesaba el Gobierno de México a finales de 2011 y principios de 2012 -periodo en el que García hizo la solicitud-, fue lo que provocó que no tuviera respuesta a su petición. En tanto, Ernesto García pagó el costo de los pasajes. ''Nadie quiso hacerse responsable del proceso. Yo todas las semanas hablaba con la secretaria del lugar y me decía que no tenían director. Luego, cuando entró el nuevo director del área tuve que cambiar todos los documentos a nombre de ese nuevo director, para que me ignorará'', reclamó García. Luna, en los ojos de mi padre La trama Es la historia de Luna y de su padre, Pablo Pérez Hernández un periodista mexicano, que debe dejar a su hija, su familia y su país para poder emigrar a un nuevo mundo donde podrán rehacer su vida, ya que tras escribir un artículo sobre el Gobierno de México es amenazado de muerte. Pero es entonces cuando descubre un mundo completamente diferente al suyo, donde las personas no tienen la misma apariencia que él y hablan una lengua extraña. Luna, de tan sólo nueve años de edad, es una niña que tiene un imaginación desbordada, quien a lo largo de la obra revive todo el trayecto de su padre en la conquista de ese universo desconocido, que Pablo le cuenta a través de cartas. Y es así como Luna relata el pasaje de su padre, sumergido en una atmósfera onírica llena de seres aéreos y de personajes fabulosos. Para saber Según una publicación hecha en el sitio en internet Reporteros sin fronteras, ''México sigue siendo uno de los países más peligrosos del mundo para los periodistas. En la última década han sido asesinados más de 80 periodistas y 17 han desaparecido. Asimismo, ciertos medios de comunicación frecuentemente son blanco de ataques armados y de amenazas, en especial en el norte del país''. El dato La obra cuenta con siete actores en escena, que por medio de sus títeres desarrollan la historia. EL INFORMADOR / SANTIAGO ROMERO
