Los bailarines de Käfig prenden al Teatro Degollado

GUADALAJARA, JALISCO (17/MAY/2013).- Once bailarines brasileños de la compañía Käfig, hicieron fiesta la noche del jueves en el Teatro Degollado. Con movimientos ágiles tomados del hip-hop, la samba y la capoeira, contagiaron al público tapatío de su singular ritmo y enérgica alegría, y lo volverán a hacer este viernes y sábado como parte de la programación del 16 Festival Cultural de Mayo.

Igual que el coreógrafo y fundador de la compañía, Mourad Merzouki, empezó a bailar hip-hop en los suburbios de inmigrantes en la ciudad de Lyon (Francia), estos brasileños tienen su origen en las favelas de Río de Janeiro, por eso hubo una conexión inmediata cuando se conocieron en 2006 en la Bienal de Danza de Lyon. Dos años después surgió la obra Agwa, que en Guadalajara se presentó durante la segunda parte de la función.

Cientos de vasos de plástico aparecen apilados en torres de distintos tamaños, mientras dos mulatos sin camisa se mueven coordinados al ritmo de una batucada. El delicado equilibrio se rompe cuando el resto de los bailarines atraviesa el escenario en una carrera que hace volar los recipientes, pero a continuación, con las luces bajas y en un momento de transición musical, se observa como los vasos van quedando nuevamente ordenados en filas perfectas. La emoción llega de nuevo con la irrupción de un bailarín que ejecuta una serie de piruetas sin tocar uno solo de los recipientes.

El público aplaude la hazaña y continúa atento a los actos que se desarrollan con una iluminación cálida, y que en distintas formas hacen referencia al agua. Por ejemplo, cuando un bailarín vacía el líquido de un vaso a otro y el diseño sonoro hace que el público escuche caer cada gota, o cuando aparece todo el grupo ataviado con unos impermeables transparentes.

La obra Correira, que fue presentada en la primera parte de la noche, intenta transmitir con movimiento las prisas con las que vive la sociedad contemporánea. Así que los brasileños no paran: van, vienen, saltan, corren, salen, se cambian de ropa y vuelven a entrar, y su respiración agitada se escucha a través de las bocinas.

Acostados boca arriba sobre el suelo y como si pedalearan en una bicicleta, los jóvenes mueven las piernas a toda velocidad, mientras otro intenta seguir el paso acelerado de la figura de un hombre proyectada en video. Pero aun en medio de esa carrera frenética, les queda tiempo para pararse a bailar y cantar al ritmo de los tambores de la conocida samba brasileña Ey Macalena.

El Teatro Degollado no está completamente lleno, pero el público presente –entre los que se encuentran varios niños— disfruta emocionado el espectáculo. Y esto se hace más evidente hacia al final, cuando los brasileños se salen del guion y bailan libremente para despedirse. La gente sigue el ritmo con las palmas y ellos hacen algunos de sus mejores trucos con brillantes sonrisas en sus caras. Para muchos tapatíos, es obligado hacer de pie el aplauso final.

Para saber

La Compañía Käfig volverá a presentar las obras Correira y Agwa, este viernes 17 y sábado 18 a las 20:30 horas en el Teatro Degollado. Los boletos están disponibles en taquilla y en el sistema Ticketmaster y van de los $100 a los $250 pesos.

EL INFORMADOR / EUGENIA COPPEL