Lluvia, sinfónica y mariachi en Plaza Liberación

GUADALAJARA, JALISCO (03/JUL/2013).- La tarde del miércoles en Guadalajara la música y la lluvia crearon una atmósfera propicia para deleitar el oído de los tapatíos que se congregaron en Plaza Liberación para escuchar de cerca el recital que ofreció la Orquesta Sinfónica de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), coro y mariachi.

Pese a la inclemencia del tiempo donde las gotas de lluvia sonaban con la misma fuerza que la de los instrumentos de los músicos y la brisa se colaba por los toldos que resguardaban primero del sol y después del agua, el público presente mostró siempre la disposición de escuchar a estos militares que además de servir al país, también contribuyen en acercar la cultura a quienes se ven imposibilitados de ella.

Cerca de las 18:21 horas dio inicio la velada donde se encontraba entre el público, el secretario general de Gobierno, Arturo Zamora, el coronel Pablo Arcos Montiel y otras autoridades del Estado.

Con "La gran fuerza de México" y "La boda de Luis Alonso" inició el espectáculo, "vamos a darle un poco de calor al clima con nuestra música, hemos traído un programa de diferentes países y distintos géneros", dijo el Capitán primer músico, Rubén Darío Estrada Corona, director de la orquesta.

Después, fue inevitable no recordar a la intérprete Edith Piaf con la "Vida en rosa" cuando una soprano deleitó a los presentes con la melodía y el sonido del acordeón recordó a la vida francesa".

Los zapatos del público comenzaban a humedecerse al compás de "Nabucco" y "Voces de Primavera" -esta última, dedicada a las quinceañeras-. Y es que el agua se filtraba por cualquier hueco, era sin duda parte de la escenografía natural que le brindaba la Perla Tapatía a la Orquesta Sinfónica de la Sedena.

Jóvenes, niños, ancianos, todos dedicaban su vista en tiempos a la orquesta y a la lluvia, unos preocupados por no mojarse y otros más por ver que los músicos no se vieran conflictuados a causa de la tempestad.

Durante 15 minutos se suspendió el espectáculo por la recia lluvia que retumbaba en el piso de la Plaza Liberación.

"La lluvia tuvo clemencia de nosotros, sigamos,  y ahora vamos a dirigirnos a Alemania para que oigamos 'Aires de Berlín', para ejecutar esta pieza vamos a pedir que nos ayuden a chiflar y a aplaudir", les externó el director musical a los presentes.

Con "Bohemian Rhapsody" del grupo británico Queen, la sinfónica se dirigió al género del rock, provocando los aplausos de los presentes, el coro magistralmente recordó una de la canciones más importantes de la cultura pop, el cabo auxiliar músico, Arturo López Chávez se encargó de tocar el bajo eléctrico.

El que la Sinfónica de la Sedena estuviera presentes en la Perla Tapatía también es porque celebra el centenario del Ejército Mexicano, y para conmemorar tal festejo, los acordes de "Obertura al Centenario del Ejército" resonaron en la mojada plaza que aún y con que la lluvia había cesado un poco, seguían borboteando las líneas de agua en los adoquines.

También hubo tiempo para bailar y recordar el candor y sabor de los países latinos, la samba, la cumbia, el mambo y la salsa mantuvieron el ritmo en la audiencia, las señoras desde sus asientos contoneaban los hombros y la cintura, otros caballeros silbaban y parte de los músicos se disponían a mover un poco el cuerpo desde el estrado.

Con el aire frío y húmedo que se manifestaba en cada una de las filas de asientos, el calor de la música mexicana se hizo presente, "Cielito lindo" se volvió un cántico entre la audiencia, mientras que "Juráme" de María Griver llenó a todos de romanticismo, este número fue interpretado por los militares, Patricia Robles y Francisco Campos.

Con "Huapango" de Moncayo y el popurri Jalisco que tiene tres de las melodías más representativas de la Entidad, se despidió la Orquesta Sinfónica de la Sedena.

Mariachi para la tierra del tequila

Finalizada la lluvia siguió la segunda parte del show a cargo del mariachi de la Sedena y su director musical, Rafel Hernández, que desde que el conjunto subió al escenario provocó las ganas de cantar de parte del público.