La exposición Maniera se inaugura en el MURA el sábado

GUADALAJARA, JALISCO (26/JUN/2014).- Un grupo de artistas de diversos países, formado en 2009 a partir de un taller impartido por Jannis Kounellis y organizado por la Fundación Marcelino Botín, presentará en Guadalajara el producto de una labor de laboratorio que, bajo el nombre de " Maniera (una fórmula para perder la identidad)", significa una exposición de obras -que se presenta en México por vez primera- pero también un diálogo entre creadores a partir de sus procesos de trabajo; la muestra será inaugurada este sábado 28 de junio a las 19:00 horas en el Museo de Arte Raúl Anguiano ( MURA).

Así, gracias al esfuerzo del gobierno municipal de Guadalajara a través de su Secretaría de Cultura, en "Maniera" se reúne la obra de los mexicanos Rocío Sáenz, Goethe David Pontón y Adriana Cerecero, con quienes colaboran in situ en el MURA las españolas Clara Carvajal y María Gimeno; con todo, forman parte de este proyecto grupal artistas como el norteamericano Justin Thompson, el mexicano Calixto Ramírez, la turca Aylin Onel y el español Nicolás Combarro.

A la manera de los otros

El nombre de la exposición -"Maniera"- procede de una definición acuñada desde el siglo XVI y que alude a la creación artística "a la manera de los otros", esto es, sin menos cabo de la "personalidad artística" individual o estilo; el término alude a esos artistas que, al realizar su trabajo siguiendo líneas o patrones de otros, mantenían sus propios rasgos de personalidad.

Así, aclara María Gimeno, aunque como grupo surgen en 2009 tras una dinámica de taller, "no podría llamar a esto un colectivo, pero sí un grupo unido, donde todos seguimos buscando el momento de encontrarnos"; esta unión a dado como resultado proyectos en conjunto que han derivado en exposiciones en España e Italia y, ahora, por primera ocasión en México.

En estos términos, "Maniera" se presenta como dos proyectos diferenciados: primero, con obras que cada artista crea "a la manera de los otros", piezas que cada uno crea dentro de su propio lenguaje para luego reinterpretarlas de acuerdo con los procesos de los otros artistas, profundizando en las preocupaciones u obsesiones, así como sus herramientas; la segunda parte es un taller intensivo donde, a través del diálogo, la discusión y la investigación, se intervendrá al museo, una labor in situ para la cual se invitó a otra artista (Betariz Bastarrica).

Diálogo dinámico

Por otra parte, señala Clara Carvajal, esta dinámica "ha influenciado también nuestro trabajo personal, de manera que el diálogo ha fomentado la discusión y la crítica entre artistas, un proceso que actualmente se da muy poco, porque el hecho de estar imbricando y entrelazando ideas pocos grupos consiguen hacerlo".

De acuerdo con la mexicana Adriana Cerecero, es haber podido "hacerlo cada año" desde 2009, de modo que cada cual participa en este diálogo "con su lenguaje particular"; así, lo interesante será ver "cómo resolvemos cada pieza, para que el público pueda conectarse con lo que estará expuesto" y que, además, entre sus propósitos guarda el de "romper con la individualidad". INFORMADOR / Ricardo Solis