Miércoles, 04 de Diciembre 2024
Cultura | Por: Carlos Lara G.

La estrategia editorial de los ''autores marca''

Los anteojos de Baskerville

Por: EL INFORMADOR

Los lectores que hayan observado detenidamente lo que hay en este momento en la mayoría de las librerías, habrán notado una propagación súbita de best-sellers. Esto es parte de los estragos que ha dejado la recesión económica en la industria editorial. Hace algunos meses hablamos de la editorial Houghton Mifflin Harcourt, una de las más poderosas del mercado, que anunciaba la cancelación, salvo algunas excepciones, de nuevos manuscritos literarios.

La recesión cultural ha obligado a cada industria a realizar sus propias estrategias para sortear la crisis. El caso de la industria editorial española, de la cual México es un importador considerable, ha recurrido al reimpulso estratégico de los mega-sellers, que de acuerdo con el periodista Carles Geli en un reportaje reciente para el diario El País, son los libros que están maquillando la crisis de esta industria. Para Random House Mondadori, a quien el último libro de Ken Follet ha aportado el 15% de la facturación del año, es una buena estrategia, sin embargo, para los opositores a la medida, estos títulos pueden desvirtuar las librerías literarias. Este libro calificado también como "flotador" genera entre un 15% y un 20% de los ingresos en un año y en 2009 está siendo especialmente generoso. Ha concentrado incluso ventas muy altas en muy pocos títulos y en tiempo corto.

El fenómeno inició con Cruzando el umbral de la esperanza, de Juan Pablo II, en 1995, según Riccardo Cavallero, cabeza de Random House; seguido por Un mundo sin fin, de Ken Follet; El hombre más buscado, de John Le Carré; Anatomía de un instante, de Javier Cercas; y La mano de Fátima, de Idelfonso Falcones, todos con ventas de medio millón en su primera edición. En esta gama entra la última novela de Isabel Allende, La isla bajo el mar, que saldrá al mercado el próximo 4 de octubre con un tiraje de 200 mil ejemplares, así como el nuevo éxito de Dan Brown, El símbolo perdido, anunciado para el 15 de septiembre en Estados Unidos y que Planeta pretende lanzar en diciembre.

En esta estrategia editorial de acudir a los "autores marca" para garantizar ventas, Carles Geli pone el dedo en la yaga y pregunta si se fuerza a dichos autores a aparecer más en tiempos de crisis. Algunas editoriales responden que sí, puesto que son valores seguros colocados en el segundo semestre del año para cerrar bien.

Otra estrategia es la publicación de artículos recopilados, la cual es cada vez más acusada de exprimirlos para alargar sus ventas y que en el fondo termina inflando el mercado. Son por lo general libros de venta repentina que desvían compradores y lectores hacia las cadenas de librerías y tiendas departamentales, que suelen hacer un gran acopio y obtener mayores descuentos. En este polémico tema, el punto a reflexionar lo da Elena Ramírez, editora de Seix Barral, quien señala que la gran batalla es el espacio, por lo que desechar esos puntos de venta es un lujo. Consciente de que los libros de "autores marca" pueden desvirtuar las librerías literarias y perjudicar sellos como el suyo, sostiene que no tenerlos hoy sería del género tonto, puesto que no dejan de mover la caja registradora.

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