La ciudad de presencias inagotables de Samuel Meléndrez

GUADALAJARA, JALISCO (10/JUN/2014).- Con motivo de la celebración por sus primeros 20 años como pintor, el artista tapatío Samuel Meléndrez Bayardo (Guadalajara, 1969) expuso en el Museo de las Artes (Musa) de la Universidad de Guadalajara (UdeG) una retrospectiva de su trabajo, bajo el título “La ciudad y la memoria”; ahora, el catálogo de aquella muestra se presentará en este mismo escenario mañana a las 20:00 horas.

Editado por la UdeG, este catálogo ha dejado “muy satisfecho” al artista con su hechura y “creo que es un motivo justo para concluir con el proyecto y cerrar un ciclo”; además, Meléndrez mismo estuvo al cuidado de la edición desde la Ciudad de México y, en sus palabras, se sostiene como “una pieza representativa” dentro de la labor que desemboca en "La ciudad y la memoria", algo que se pone de manifiesto en los textos que acompañan el volumen, uno del crítico de arte Erik Castillo, otro de Alicia Lozano —quien fue la curadora de la retrospectiva que se exhibió hace casi tres años— y uno más de Roberto Castelán.

UN HOMENAJE A LA MEMORIA

Para el artista, esta muestra fue “una revisión de 20 años de labor y el título alude al sentido y orientación estética y poética que le he dado a lo que hago a través de ese tiempo, resume mi actitud y mis formas de percibir el ambiente urbano, así como la forma de relatar cómo lo he vivido. Lo importante es establecer la recapitulación de la experiencia vital que significa transitar las ciudades que habitamos”.

En este tránsito, la obra del tapatío transforma la mirada, reformula los espacios para dotarlos de extrañeza; en este sentido, explica Meléndrez Bayardo, “lo que me interesa es hacer una especie de homenaje a la memoria. Creo que los edificios son una suerte de contenedores de experiencia vital, ante ellos se puede hacer este reconocimiento porque están cargados de evidencias y recuerdos; el ambiente urbano tiene una enorme capacidad poética, una belleza oculta e insospechada, pero hay que tener disposición para narrarla y tratar de extraer de ella el misterio y la belleza de sus elementos”.

LAS PRESENCIAS SENSIBLES

Esta especie de homenaje a la memoria es suceptible de provocar “un impacto emotivo” en el espectador, lo que es “el objetivo primordial de todo artista, si eso no se lograra el trabajo sería en vano”; de esta manera, puede recordar que sus primeros trabajos “tenían una factura un tanto ingenua, muy cargados a los planos y con una resolución muy sencilla. En dos décadas, creo, mis cuadros han adquirido madurez, no lucen como al principio”.

En este camino, comenta, “mi interés ha sido insistir, reafirmar y reflejar esta manera de mirar la ciudad. Más que buscar grandes cambios de estilo o rupturas radicales, mi propósito es perfeccionar mi narrativa visual, tanto en lo técnico como lo conceptual”; en este contexto, agrega, “en mi obra hay ciertos factores comunes; uno es el manejo de la luz y la sombra, me fascina resaltar las proyecciones de las construcciones, siempre he creido que una sombra bien proyectada genera una atracción poderosa”.

Otro de estos factores, revela, “es una insistencia en los cielos, que siempre son despejados y de una extraña calma. Asimismo, insisito en los sentimientos de pérdida que hay en la poética de los objetos abandonados, sobre todo tratar de transmitir [hacer visible] ese raro estado emocional en el que se da la tristeza por un sentimiento de vacío, por las ausencias, por la tiranía de la memoria y los recuerdos; pues todas son presencias sensibles”.

EL PROCESO CREATIVO

Meléndrez afirma: “mis fuentes de abastecimiento de imágenes son la fotografía y, también, los apuntes, pero también hago uso de todos los medios a nuestro alcance, los que proporciona la teconología virtual, de ahí obtengo imágenes (igual de las revistas o periódicos), todo elemento gráfico que me sirva para construir la imagen que estoy tramando, inmediatamente la capturo”.

De esta forma, continúa el artista, “cuando tengo todos los elementos compositivos que [considero que] necesito para la imagen, tras un proceso como de "photoshop" mental, los voy plasmando en un cuadro, es en ese proceso sobre la tela donde se decide si la imagen será diurna o nocturna, debo considerar si los elementos que estoy planteando funcionan para la concepción de lo que deseo construir, es ahí donde añado o quito elementos”.

El artista, a futuro, refiere que continuará con su exploración de su “forma de percibir la ciudad y su entorno”; por ello, sumido en un nuevo proyecto en el que ha trabajado por año y medio, “creo que mi pasión por la ciudad será una constante en mi labor creativa. Para mí la ciudad es una fuente infinita de inspiración, absolutamente inagotable, una cantera que no acaba”.

PERFIL

Sobre el artista

Nacido en Guadalajara en 1969, Samuel Meléndrez Bayardo estudió en la Escuela de Artes Plásticas de la UdeG y en la escuela de Artes y Oficios de la ciudad de Granada, España.

En 2007, realizó una estancia en el taller litográfico de Thomi Wolfensberger, en Zurich, Suiza.

De 1995 a 1996, tomó cursos de grabado calcográfico en la Escuela de Artes y Oficios de Granda, España.

Ha mostrado su obra en diferentes museos y galerías a nivel local, nacional e internacional.

Desde 2012 forma parte del Sistema Nacional de Cradores de Arte (SNCA) del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca).

TOMA NOTA

¡Agenda!

Presentación del catálogo de obra “La ciudad y la memoria”, de Samuel Meléndrez Bayardo

-Hoy. H: 20:00 horas.

-Museo de las Artes (MUSA) de la UdeG. Av. Juárez 975, esquina Enrique Díaz de León.