Las historias están en todas partes; estamos rodeados por ellas, pero no cualquier trama nos hace trascender. Para Karen Sangeado esa historia inició hace 30 años, cuando un accidente automovilístico cambió la vida de su hermana Érika y la de toda su familia al mismo tiempo.El dolor físico y emocional fueron el primer desafío, encontrar la manera de expresarlo, el segundo, y “Renacer entre agaves”, el resultado de la travesía que la llevó al pasado, la hizo conectar con el dolor, descubrir la resiliencia y reconstruir su historia, la de su hermana y la de su familia.A Karen le tomó cuatro años poder llegar al resultado final, pero la inquietud surgió mucho antes. Como amante de las artes, luego del diseño y la fotografía llegó el turno del guion cinematográfico y la literatura, fue así como adquirió las herramientas que le permitieron narrar esta historia autobiográfica.“Toda la vida tuve una atracción por las letras; para mí, la comunicación escrita era la mejor vía cuando había que decir algo importante”, afirma, y agrega que “me invitaron a unos talleres literarios y descubrí la magia del oficio del escritor y creo que quien me inspiró fueron estas clases en las que compartías historias escritas en tantos ejercicios y lecturas de grandes autores”.Luego de recorrer el trabajo de escritores como Borges, Rulfo y Cortázar, Karen Sangeado también encontró inspiración en las nuevas generaciones como Cristina Rivera, Julián Herbert y Rosa Montero, pero afirma que mencionar a sólo algunos sería injusto, aunque de todos adquirió un aprendizaje. La autora señala que encontrar la voz narradora de “Renacer entre agaves” no fue sencillo, sobre todo porque al convertir a su hermana Érika en la protagonista y a la vez querer narrar en primera persona le dificultó el proceso.“Comencé a escribir la historia desde un yo, pero yo no había vivido eso. Un día me di cuenta que tenía que escribirlo desde un yo con otra visión, inicié a involucrar mi vida, la de mi hermana y la de mi familia”.En la novela, Karen hace un viaje junto a su hermana desde el punto de quiebre hasta que se convierte en una de las primeras maestras tequileras del Estado, enfocada en un trabajo notable de importación pese a las condiciones físicas adversas como secuela del ese accidente: desde el paso por quirófanos, terapias, rehabilitación y los retos que vivieron Érika, Karen y su familia fueron muchos a lo largo de su vida y logró plasmarlos con pasión.Cuando todo parecía estar en calma, el destino tenía preparado para Érika una prueba más. “Luego de todo aparece el cáncer en su vida. Cuando me lo dijo lo enfrentó con valentía. Es una forma de conocer la valentía que tienes”, anota la autora.Cuando una historia te acompaña es casi imposible ignorarla, aunque el dolor te haga encerrarla bajo llave permanece viva. Es así como Érika y Karen se unen para narrar no sólo sus historias, también las de su familia como un homenaje a la vida.“Estaba convencida que esta historia se tenía que contar. ”, señaló Karen durante la etapa de promoción del libro. “Fue revivir el pasado y hacerlo literatura. Recuerdo que lloraba en las clases, fue sanador y luego fue escribirlo y darle un trabajo de corrección de estilo”.Con este libro Karen espera llegar a quienes atraviesan por momentos difíciles para que sepan que el camino no termina en el momento en que te alcanza una tragedia.El episodio que cambio la vida de Érika duró un segundo, las secuelas permanecen, las cicatrices le recuerdan quién es y lo mucho que a crecido, y también que es posible trascender pese a la adversidad. Karen Sangeado nació en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, el 19 de abril de 1973. Cursó la carrera de Diseño Gráfico, en el Centro Formativo de Artes y Oficios de 1991 a 1994. Además, dirige la empresa Descubre Comuncación.Cabe destacar que “Renacer entre agaves” es un libro en formato físico y digital disponible en las principales librerías de prestigio y plataformas de descargas.También puede encontrarse en en su página oficial: karensangeado.com CT
