GUADALAJARA, JALISCO (11/AGO/2016).- La Rotonda de los Jaliscienses Ilustres es, en términos prácticos, un cementerio más que administra el gobierno tapatío, con la salvedad de que en ella se resguardan los restos mortales de hombres y mujeres que hicieron diversos aportes al Estado; lo anterior quedó al descubierto gracias a la controversia que causó el retiro de cenizas del arquitecto Luis Barragán, para fabricar un diamante con ellas. Y es por ese mismo carácter que debería tener un reglamento adecuado a su estatus, señaló en entrevista para EL INFORMADOR el actual secretario de gobierno del Ayuntamiento de Guadalajara, Enrique Ibarra Pedroza: “El caso de la Rotonda tiene dos componentes centrales, quien determina qué personajes de Jalisco van a ser colocados ahí , por aportes a la comunidad, es el Congreso del Estado. En cuanto al manejo —administración—, éste corresponde al Ayuntamiento de Guadalajara acorde al reglamento de cementerios porque no existe ninguna disposición única para la Rotonda”.“No es un cementerio más, es un lugar icónico, emblemático, que forma parte de una cultura de homenaje a mujeres y hombres jaliscienses que han contribuido a esta entidad. El mantenimiento y el ejercicio de preservación es del Ayuntamiento de Guadalajara. Es un lugar donde están restos de seres humanos que descollaron y se significaron en positivo, pero hay lagunas reglamentarias en estos aspectos (del manejo de los restos). El ayuntamiento tendrá que revisar todo el aspecto reglamentario”, explicó Ibarra.Por su parte, el ex diputado Julio Nelson, quien fue el presidente de la Comisión de Cultura del Congreso del Estado durante la solicitud de retiro de las cenizas, menciona que para él los restos de los jaliscienses ilustres deberían ser patrimonio de Jalisco pues se desconoce la situación jurídica que deben tener los mismos. Además, señala que el proceso que se realizó para el retiro de las cenizas debería pasar a revisión: “Se debe revisar por parte de la autoridad y darle el seguimiento correspondiente al hecho. Se tendría que revisar cuál fue el procedimiento que se llevó a cabo y dónde estuvo la omisión, si es que la hubo”.Sobre el proceso del retiro de cenizas para su posterior conversión en diamante del arquitecto Barragán, el ex secretario general del ayuntamiento de Guadalajara, y quien dio cauce a las peticiones de la familia, Jesús Lomelí Rosas, explicó que como no existe un reglamento para el uso del mausoleo, se recurrió a los reglamentos existentes para aprobar la petición. “Todo se hizo apegado a reglamento y a la ley. Fue una insistencia muy marcada por parte de la familia reclamando su derecho, no de una exhumación, sino de un retiro de una pequeña porción de cenizas. Como no hay un reglamento específico que trate el tema, nosotros recurrimos por analogía a la interpretación de algunos reglamentos. El ayuntamiento opera el cuidado del monumento con el fin de vigilar lo que resguarda. En vista que no hay un reglamento específico para retirar, que no exhumar, lo que hicimos ante la insistencia de la familia y de la Secretaría de Cultura, fue consultar con el Congreso del Estado, que nos derivó con la Comisión de Cultura, ellos nos comentaron que era factible; también consultamos con la secretaria Vachez y nos dijo que adelante, lo hicimos con el Registro Civil y con Panteones y nos dieron luz verde; entonces nosotros documentamos con un notario público, que fue Carlos Enrigue, en un proceso larguísmo”.SABER MÁS Un panteón diferenteLa Rotonda de los Jaliscienses Ilustres funciona como un panteón, con la diferencia que en ella no descansa cualquier ciudadano. Para ingresar a ésta, el Congreso del Estado debe aprobar el traslado; junto con el Panteón de Belén son los únicos espacios que funcionan de la misma manera, y el Ayuntamiento de Guadalajara, por medio de sus direcciones, es el encargado de darle el mantenimiento y resguardo oportuno.REGLAMENTO Para exhumar• Es necesario contar con el aval de la Secretaría de Salud.• Pagar el derecho de exhumación.• Tener el título de propiedad o contrato de derecho de uso a temporalidad.• Tener el recibo de pago de mantenimiento.