Sábado, 28 de Septiembre 2024
Cultura | Uno de los pintores más atrevidos y originales de comienzos del siglo XVI

Influyó Antonio Allegri en el desarrollo de la pintura barroca

En su madurez, su estilo fue noble y equilibrado, con sombras transparentes y diseño fluido

Por: NTX

Existen pocos datos biográficos de este artista. ESPECIAL  /

Existen pocos datos biográficos de este artista. ESPECIAL /

CIUDAD DE MÉXICO (04/MAR/2011).- Uno de los pintores más atrevidos y originales de comienzos del siglo XVI y uno de los que ejercieron mayor influencia en la posterior pintura barroca, el italiano Antonio Allegri da Correggio, quien murió el 5 de marzo de 1534, fue el encargado de realizar la decoración de la iglesia de San Juan, en Parma.  

Aunque existen pocos datos biográficos de este artista, se sabe que nació el 30 de agosto de 1489, Correggio, cerca de Reggio Emilia, de ahí retomó su apellido.  

Comenzó su carrera artística en Correggio, con obras de temática religiosa en las que manifestó particular predilección por la composición en diagonal. Se recreó, sobre todo, en el tema de la Virgen con el Niño, antes de trasladarse hacia 1518 a Parma, donde pintó las obras a las que debe esencialmente su fama.  

Tuvo como referentes básicos a figuras como Rafael y Miguel Angel, quienes inspiraron su estilo a través de dibujos y grabados. Mientras que de Leonardo retomó la perspectiva ilusionista, que le sirvió para dotar a sus obras de una elegancia sentimental.  

El primer encargo importante que recibió fue la decoración de la cámara de la abadesa del convento de San Pablo; inspirándose en La cámara de los esposos de Mantegna, realizó una pintura ilusionista sobre el tema de Diana, con putti surgiendo entre cañizos cubiertos de follaje.  

También recibió influencia de Melozzo da Forlí. Es comúnmente considerado como pionero del uso de la luz. Consiguió sensación de ingravidez. De gran sensibilidad y delicadeza, pues pintó a niños, adolescentes y figuras femeninas suaves y de blanda sensualidad.  

Inició como un renacentista clásico, posteriormente recibió la influencia manierista y acabó, por su dinamismo y profundidad espacial, anticipando el barroco.  

En su madurez, su estilo fue noble y equilibrado, con sombras transparentes y diseño fluido.  

Entre sus obras destacan la Cúpula de la catedral de Parma, los desposorios místicos de Santa Catalina (1509), Washington, retablo de San Francisco o Madonna de san Francisco (1514–1415), Gemäldegalerie Alte Meister de Dresde, San Jerónimo (1515-1518), Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid.  

'La Virgen y el Niño con el pequeño san Juan' (1516), Museo del Prado, Madrid; Madonna llamada 'Campori' (1517–1518), Módena, Galería Estense; 'Virgen con san Juan niño' (1517), Milán; 'La Adoración de los Magos' (1516–1518), Pinacoteca de Brera, en Milán; 'Noli me tangere' (1518), Museo del Prado, Madrid.  

Tras su estancia en Roma, se encarga de diversas obras en Parma, en particular frescos en diversas iglesias: La Camera di San Paolo (1519), frescos encargados por la abadesa Giovanna da Piacenza para el refectorio del convento benedictino de S. Paolo.  

Pintó al fresco la cúpula, el ábside, los intradós de los arcos de la cúpula, el friso de la nave principal y el friso que recorre el coro de la iglesia de San Juan Evangelista de Parma (1520–1523).  

Los frescos de la catedral de Parma (1526–1529). La Asunción de la Virgen, pintada en la cúpula es considerada su obra maestra. Crea una ilusión óptica de profundidad hacia el infinito, con perspectiva en contrapicado.  

En la realización de los frescos abandonó el método del estarcido, para poner el dibujo sobre cuadrícula. Los frescos de las cúpulas, tanto de la iglesia de San Juan Evangelista, como de la Catedral de Parma, fueron muy estudiados por los decoradores del siglo XVII.  

Los cuadros al óleo que pintó a su vuelta de Roma, reflejan esa influencia de los grandes maestros del Renacimiento italiano, con su particular manierismo: Júpiter y Antíope (h. 1524–1525), Museo del Louvre en París; La Virgen adorando al Niño (1524–1526), Galería de los Uffizi en Florencia; Sagrada Familia y Santos (h. 1526), en la Galería Nacional de Parma, y Los desposorios místicos de santa Catalina (1526–1527), Museo del Louvre, París.  Madonna de la escudilla (1530), Parma.  

Se conservan cerca de un centenar de dibujos de Correggio, principalmente estudios preparatorios a la sanguina para los cuadros o las grandes decoraciones. El Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid exhibe un Retrato de eclesiástico que comúnmente se le atribuye. 

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