Jueves, 26 de Diciembre 2024
Cultura | La retrospectiva se es llamada ‘’Furia y redención’’

Exhiben retrospectiva de Guayasamín en Sur de California

El dolor, la angustia y la redención de las expresivas manos, bocas y ojos huecos en las pinturas del artista

Por: AP

LONG BEACH, CALIFORNIA.- El dolor, la angustia y la redención de las expresivas manos, bocas y ojos huecos en las pinturas de Oswaldo Guayasamín perduran a 10 años de su muerte con la primera gran exhibición de su tipo en más de 50 años en Estados Unidos.

La retrospectiva "Furia y redención: El arte de Oswaldo Guayasamín", que se exhibe en el Museo de Arte Latinoamericano en Long Beach, incluye 79 obras de los cuatro períodos del pintor ecuatoriano, como "La espera" (III, VII y VIII), "Napalm", "Los torturados (I, II y III), "El grito" (I, II y III), y los retratos de la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú y el guitarrista de flamenco Paco de Lucía.

Sus pinturas más conocidas, del período "Edad de la Ira", tienen características indigenistas que "expresan un sentido de redención, angustia y esperanza" mediante manos, bocas y ojos huecos, explicó el miércoles a la AP el curador Joseph Mella, de la Universidad de Vanderbilt.

"Las pinturas de este período son su contribución más significativa", agregó. "Están caracterizadas por una conexión con los marginados, oprimidos, las víctimas ... Son muy violentas".

Hijo de padre taxista y mecánico que lo abusó físicamente de niño, Guayasamín tuvo como motivos recurrentes el amor y el sufrimiento materno, la empatía por los oprimidos y los horrores de la guerra, de acuerdo con los profesores Carlos Jaúregui y Edward Fischer, de la misma casa de estudios.

"He pintado como si gritara desesperadamente, y mi grito se ha sumado a todos los gritos que expresan la humillación, la angustia del tiempo que nos ha tocado vivir", cita el catálogo al mismo Guayasamín.

Nacido el 6 de julio de 1919, Guayasamín llegó a ser un ferviente marxista y se hizo amigo de la revolución cubana y nicaragüense, así como del líder cubano Fidel castro, a quien le pintaría un retrato.

A principios de los 40 viajó por primera vez a Estados Unidos, a través de una gestión de Nelson Rockefeller, quien se interesó por él y compró cinco de sus cuadros en Ecuador.

En 1943 viajó a México, trabajó con el muralista José Clemente Orozco y se hizo amigo de Pablo Neruda, quien diría del pintor ecuatoriano: "Es un anfitrión de las raíces, da vida a las tempestades, a la violencia, a la inexactitud. Y todo ello, a vista y paciencia de nuestros ojos, se transforma en luz".

El artista murió el 10 de marzo de 1999 en Baltimore. La Fundación Guayasamín continúa su legado, principalmente a través del centro cultural La Capilla del Hombre, creada por el pintor.

"Fue defensor de los marginados. Quería poder ponerle un rostro a esa gente", agregó el curador de la muestra. "Trató de mostrar la brutalidad de la humanidad".

Todas las obras de la exposición, que abrió sus puertas en abril y cierra el 16 de agosto, son de la Fundación Oswaldo Guayasamín, excepto una que es de un coleccionista privado.

Esta es la última parada de una serie de exhibiciones por Estados Unidos que inició el año pasado en la Universidad de Vanderbilt, en Nashville, Tenesí.

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