Esta semana es para apreciar la escultura

GUADALAJARA, JALISCO (06/MAY/2014).- Además de ser una de las escultoras más importantes de la ciudad, Dolores Ortiz se ha caracterizado por luchar para conseguir más y mejores espacios para su disciplina; por eso no extraña que desde el puesto que ocupa ahora —jefa del Departamento de Artes Visuales, del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), de la UdeG— se empecine para hacer que el trabajo escultórico sea tan valorado como lo es la pintura.

Dolores Ortiz ha dicho, en innumerables ocasiones, que la escultura es “el patito feo de las artes; es algo que percibo, porque cuando se habla de arte, la escultura suele quedar en último lugar o simplemente flotando en la conversación”.

Quizá fue esa la razón para que impulsara desde su trinchera la realización de la Primera Semana de la Escultura —que inició ayer y concluirá este viernes— en la que se incluyen diversas actividades (conferencias, talleres y una exposición) encaminadas al estudio y promoción de una disciplina considerada como “el patito feo de las artes”.

Inicialmente, explica Dolores Ortiz, se pensó en hacer solamente un taller, dado que los estudiantes siempre están ávidos de conocimientos en torno a nuevas técnicas; pero al final, se pensó que sería mucho más interesante dar un mayor impulso al área; así que el evento (cuya sede es el Laboratorio de Arte Jorge Martínez, ubicado en Belén e Independencia) cuenta con apoyo por parte de la Academia de Escultores de esta casa de estudios, la mayoría maestros con trayectoria consolidada que han puesto manos a la obra —literalmente— para dar un impulso a la disciplina.

El taller que se planteó desde el comienzo, está a cargo del reconocido escultor argentino Hernán Dompé (apenas comenzó ayer y concluirá el viernes, con un horario de 10:00 a 17:00 horas). Dolores Ortiz detalla que su principal fin es la “recuperación de chatarra, algo que casi no se hace aquí, y él ha trabajado en esta área en su país. Además, los maestros colaboraremos en este taller como ayudantes de los alumnos, quienes tienen poca experiencia en el manejo de soldadura”.

Por otra parte, establece la jefa de Departamento, “existe un interés creciente entre los estudiantes por la escultura y la necesidad de ofrecer talleres de este tipo; los grupos en la disciplina han aumentado, hay más alumnos interesados y preocupados por ello. Ahora, en este cargo administrativo, tengo la oportunidad de impulsar esto”.

Dolores Ortiz espera que ésta sea la primera de muchas semanas dedicadas a la escultura, no sólo por el poco valor que a veces se le da, sino para mostrar a los alumnos que “se puede vivir de esto”.

Para que el público también disfrute de esta disciplina, hoy, a las 19:00 horas, el escultor mexicano Mario Martín del Campo impartirá una conferencia; el miércoles (a la misma hora) se inaugura una exposición con la charla del artista Jaime Ramírez; el jueves, a las 18:30 horas, habrá una video-conferencia (vía satelital) con el escultor estadounidense Joe Meiser, quien trabaja con el estireno como material en proyectos de carácter deconstructivo.

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Otras actividades

El Simposio Internacional de Escultura, iniciativa impulsada por el Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara (UdeG), celebró en 2002 su primera edición con la participación de escultores procedentes de diversas latitudes, quienes trabajan su obra afuera del museo. Las piezas eran compradas por una dependencia universitaria y colocadas ahí al ser terminadas.

El simposio se transformó en Bienal de Escultura en 2008; el primer lugar aseguraba la “construcción” de la pieza y su colocación en un espacio público. La segunda bienal fue en 2010.

El lenguaje de la chatarra

En la película El gigante de hierro (1999) Dean McCoppin (personaje que ayuda a ocultar de las fuerzas armadas al enorme robot) trabaja en un lote de chatarra, material que utiliza para hacer sus incomprendidas esculturas. Las obras de Hernán Dompé corren con mejor suerte que las de Dean.

Aunque tuvo un periodo de apogeo en Sudamérica hace años y en México no se atiende mucho, el uso de chatarra en la escultura es un campo de mucho interés para Dompé: “Trabajo en general mezclando materiales desechados, encuentro en ellos un carácter formidable y expresivo; representa desafíos técnicos, porque no es lo mismo trabajar con materiales nuevos que con aquellos que han sido atacados por años por agentes externos”.

Para el escultor argentino, en este azar se establece un diálogo con los materiales y la escultura que se está generando empieza a tener una voz propia, una identidad que brinda facilidades y dificultades en el desarrollo de una obra”.

Con una larga trayectoria artística y en la docencia, Dompé regresa a Guadalajara “honrado por volver a trabajar con estudiantes, porque valoro su preparación e interés”.

Para el taller de chatarra se  consiguió cerca de una tonelada de material para distribuir entre los participantes.

“Vamos a tratar que en cinco días cada uno elabore una obra; yo estaré a cargo de la instrucción conceptual y técnica; imagino que conforme se desarrolle el taller surgirán muchas preguntas y podrá establecerse un diálogo para solucionar problemas de estabilidad, patinas o situaciones inherentes a un curso de este tipo”, explica Hernán Dompé.