Cultura | El violinista Alexandre Da Costa tocó con la OFJ El violín rojo de Da Costa evocó a España El solista canadiense, bajo la dirección de Alondra de la Parra, conmovió a los asistentes al concierto de la OFJ Por: EL INFORMADOR 20 de mayo de 2012 - 18:33 hs Alondra de la Parra y Alexandre Da Costa con la OFJ formaron parte del programa del Festival Cultural de Mayo. / GUADALAJARA, JALISCO (20/MAY/2012).- Como en la película El violín rojo, Alexandre Da Costa es ahora el custodio de un instrumento de 1727: el Stradivarius Di Barbaro. Uno de los episodios de la historia entre el músico quebequense y este antiguo violín ocurrió este domingo durante el concierto de la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ), parte del programa de la edición número 15 del Festival Cultural de Mayo (FCM) . La escena comienza 10 minutos antes de la una de la tarde. La OFJ ya está en su lugar, así como el público que llenó el Teatro Degollado. Con aplausos, los asistentes reciben, primero, a un hombre joven, de 32 años, y después a la directora artística de la agrupación estatal, Alondra de la Para. No hay una silla para Da Costa, la interpretación de la Sinfonía española para violín y orquesta Op. 21, de Edouard Lalo, es de pie. Es la mejor decisión porque se necesita que el foco, como en las fotografía, esté en el músico quebequense, quien durante su interpretación se mueve como si bailara un vals al ritmo de las notas escritas por el compositor francés en 1873. La pieza inspirada en las tradiciones españolas ha sido interpretada infinidad de veces por Da Costa, tantas que ya no necesita mirar las partituras. El primer movimiento Allegro non troppo concluye y el aplauso se escucha, mismo que sirve como pausa para que el solista seque su frente con la manga de su frac negro. Los movimientos, dos -Scherzando. Allegro monto- y tres -Intermezzo- dejan en silencio a los escuchas. Incluso, es de las primeras ocasiones que durante la interpretación de una pieza no suena un celular en el Degollado. Antes del cuarto movimiento -Andante-, Da Costa hace que el público fija la mirada en el violín, ya que el músico toma un par de minutos para afinar. De la Parra y la Orquesta lo esperan, el joven sonríe y el concierto sigue. Es turno para el quinto movimiento -Rondo Allegro-. Al final, la ovación de un público que disfrutó la interpretación de Da Costa. El solista quebequense pide el aplauso para Alondra de la Parra, pero ella deja que él sea el protagonista. El violinista le da un regaló al público y con un español de acento ibérico expresa: "Del maestro de la guitarra, Jimi Hendrix. Manic Depression". Para esta interpretación, Da Costa está acompañado por la chelista de la OFJ, Laila Kanniña. Esta pieza gusta a los asistentes tanto que entre el público se escucha: "¡Otra!, ¡otra!". Tras bambalinas, el canadiense es felicitado por los músicos de la Orquesta Filarmónica de Jalisco. "Muy bien", "muchas felicidades", "¡qué talento!", son algunas de las frases que se escuchan; incluso, el director del Festival Cultural de Mayo, Sergio Alejandro Matos, aprovecha la ocasión para tomarse una fotografía. El camerino de Da Costa es modesto: una silla y un tocador, donde está el escuche de su instrumento antiguo. Con cuidado, el solista que lleva en el cuello la marca de su amor por la música, una callosidad, símbolo de sus horas de práctica, coloca su violín rojo. La segunda parte del programa del concierto de ayer se integró por Preludio a la siesta de un fauno e Iberia, de Claude Debussy. -¿Este violín le acompaña siempre? -"Sí. Es un gran violín del maestro de Stradivari. Es un violín que ha viajado entre los siglos. Tengo la custodia en este momento. Digo 'en este momento', porque es el momento en mi vida, pero también porque este violín seguirá viviendo después de mí y seguirá escuchándose en todas partes". -¿Qué le significa la Sinfonía española para violín y orquesta Op. 21? Es una pieza que me encanta tocar. Es una obra llena de la tradición española, que es algo que me importa mucho porque ahora vivo en España desde hace unos años -desde 1998-. La he tocado con muchos maestros. Esta pieza es una cadena de formas de pensar y de estar. Lalo no era español, pero sus padres sí, y escribió esto como un tributo a España. -¿Durante la interpretación pasa algo por su mente? -Pasan muchas cosas y cada vez es diferente, porque en cada concierto no es sólo el momento de la ejecución, sino la preparación con la Orquesta y hoy -ayer- había una química muy buena con la maestra Alondra de la Parra. Estoy encantado de haber trabajado con ella y espero en el futuro volver hacerlo porque esta química no es algo que se encuentra todos los días. EL INFORMADOR / MAYRA TORRES Temas Festival Cultural de Mayo Música Clásica OFJ Alondra de la Parra Lee También Sheinbaum propone concurso nacional de corridos, ¿para prohibirlos? Simi Fest se viraliza en redes sociales, esta es la razón Daniela Liebman: “Hoy trato de escucharme a mí misma” Jorge Drexler Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones