El diablo de las inseguridades en la Casa Suspendida

GUADALAJARA, JALISCO (15/DIC/2014).- Una mujer celosa vive en un infierno de inseguridades. Imagina cosas. Se obsesiona con féminas que cree que son mejores que ella y muchas veces todas esas incertidumbres le han sido heredadas, pero no lo sabe.

Para reflexionar en torno a ello, Tato Alexander le pidió un escrito al dramaturgo estadounidense Don Nigro. El resultado fue Una historia del Diablo, monólogo que la actriz presenta en la Casa Suspendida de esta ciudad, tras dos temporadas exitosas en el Foro Shakespeare de la Ciudad de México y otra en el Festival de Teatro Fringe de Nueva York.

Alexander explica a raíz de sus propias inquietudes  quiso hablar de lo que puede llegar a sentir una mujer por los celos. Y cómo esas inseguridades tan entrañables, profundas y ancestrales pueden llegar a ser patrones que cargamos. “Tiene que ver sobre la manera en la que nos vemos a nosotras mismas, sobre nuestra percepción del papel que jugamos en nuestro mundo”.

La obra pasa dentro de la cabeza de una chica, mientras espera a que el doctor le llame. Ella sospecha que su novio la engaña y entra metafóricamente a un infierno en el que fantasea que una mujer más guapa y que ha tenido todo más fácil es la amante de su pareja.

“Al final todo parece ser un espejismo de ella misma. Eso es algo que yo traía y el dramaturgo le dio forma. El proceso que le da el personaje me sirve en mi vida”, indica la artista.

Recrear a “Alicia”

Tato Alexander dice que una de las aportaciones de Itari Marta, directora de la puesta en escena, fue agregar personajes que no estaban en el guion, como metáforas de algunos cuentos infantiles.

“Vio una especie de Alicia en el país de las maravillas, una niña que se mete y platica con estas figuras, demonios. Que le preguntan ¿quién eres? ¿Cómo salgo de aquí?”. La actriz indica que por ejemplo existe un conejo que dice todo lo que ella no quiere escuchar, el cual finalmente es ella misma. “En el monólogo esto es algo que ha sido muy innovador y que a la gente le ha encantado”.

La artista asevera que es el trabajo que más la ha hecho crecer, quizá no el más difícil pero sí en el que ha tenido que estar hora y media concentrada creando y trayendo imágenes y valores que a ella le gustan de la interpretación y el teatro. “El proceso por el que pasa el personaje todos debemos de pasarlo conscientemente. Vamos por la vida sin cuestionarnos si lo que somos es lo que realmente somos o si actuamos por cosas aprendidas”.

Acepta que es su trabajo más personal por el mismo hecho de ser un monólogo, además de que es su proyecto en el que mueve, pone o quita según considera necesario. “También ha habido grandes retos, como haberme presentado en lugares que no eran adecuados y en el idioma inglés, y después traducirla al español”.

LA FRASE

“Hacer esta obra en la que el personaje rompe barreras, platica con sus demonios en un sentido metafórico pero los mira de frente a mí me hace querer lo mismo, buscar mi libertad. ¿Y qué es eso? Hacer lo que quiero y lo que soy sin basura mental”. Tato Alexander

Miércoles 17 y jueves 18 de diciembre/ Casa suspendida/ Alcalde #830 / 20:30 horas

EL INFORMADOR / ILSE MARTÍNEZ