Dibujos de Murillo estarán hasta mayo en la Fundación Botín

CIUDAD DE MÉXICO (02/ABR/2012).- Un total de 45 dibujos elaborados por uno de los máximos representantes del Barroco español, Bartolomé Esteban Murillo, quien murió el 3 de abril de 1682, se podrá apreciar hasta el 27 de mayo en la Sala de Exposiciones de la Fundación Botín, en Santander, España.

"Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682). Dibujos" contiene casi la mitad de los dibujos del pintor que hasta el momento se conservan de su obra, e incluye una miniatura nunca antes vista, de 58 por 48 milímetros, realizada por Murillo en óleo sobre bronce, la cual apareció apenas hace unos meses, destacó la citada fundación.

Información difundida en su portal en Internet precisa que entre los dibujos que se pueden apreciar está "La Inmaculada Concepción", "San José y el Niño en un paisaje", proveniente del Museo del Louvre, en París, y "La adoración de los Reyes".

Como parte de la exposición también se presentará el libro-catálogo de la misma, el cual corrió a cargo de Manuela B. Mena Marqués, en el que se pueden admirar los dibujos del pintor español, con una elaborada ficha técnica, así como con el contexto en el que el maestro del Barroco español realizó los dibujos.

Bartolomé Esteban Murillo nació el 31 de diciembre de 1617, en Sevilla, siendo el último de los 14 hijos que procrearon Gaspar Esteban, un barbero de la región, y de María Pérez Murillo.

De acuerdo con la biografía que difunde Arte Spain en su sitio de Internet, en 1627 sus padres fallecieron, por lo que su hermana Ana se encargó de él, hasta que Murillo pudo mantenerse por sí mismo y decidió formarse en el taller del artista Juan Castillo, con el que permaneció cinco años, logró resultados sobresalientes.

Murillo perfeccionó su técnica en Madrid, pero tras unos años regresó a Sevilla, pues consideró que sus habilidades no podrían mejorar, y en ese lugar, obtuvo con sus primeras pinturas un gran reconocimiento, por lo que pudo vivir de la pintura.

Conocedores de su arte señalan que sus primeras obras están influidas por Zurbarán, Rubens, Tiziano y Velázquez, entre otros pintores, pero su estilo evolucionó hacia una pintura con trazos más suaves, considerada por algunos de un gusto burgués y aristocrático, como lo demuestran sus obras religiosas.

Para 1645 logró pintar 13 por encargo del Claustro de San Francisco el Grande, en su ciudad natal, y ese mismo año, tomó a Beatriz Cabrera por esposa, con quien tuvo una abundante familia.

Posteriormente, Murillo comenzó a especializarse en hacer cuadros con imágenes de vírgenes con niño, así como Inmaculadas, que resultaron, a la postre, ser los cuadros por los que adquirió mayor respeto y por los que se le recuerda a la fecha.

A partir de 1960 fundó la Academia de Pintura en Madrid, junto a Herrera el Mozo, y recibió importantes encargos, como el retablo del monasterio de San Agustín y las pinturas del Convento de Capuchinos, en Sevilla.

Murillo falleció el 3 de abril de 1962, al caerse de un andamio mientras realizaba los "Desposorios de Santa Catalina", en la iglesia del convento de los monjes capuchinos, en Cádiz, España.