Jueves, 26 de Diciembre 2024
Cultura | Afirma que acató las normas publicadas para permitir amplia intervención a la finca

Cultura exhibe argumentos sobre Casa Gleason

La Secretaría de Cultura afirma que acató las normas publicadas para permitir amplia intervención a la finca patrimonial. Autor de inventario reclama sesgo interpretativo

Por: EL INFORMADOR

Fachada de la Casa Gleason, actualmente. M. FREYRIA  /

Fachada de la Casa Gleason, actualmente. M. FREYRIA /

GUADALAJARA, JALISCO (21/JUL/2011).- Los trabajos realizados en la Casa Gleason, una de las primeras fincas de la colonia Americana, enfrentan a las autoridades estatales y a los especialistas en conversación y restauración como Ignacio Gómez Arriola y Mónica del Arenal. La Dirección de Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura (SC) de Jalisco explicó ayer que los permisos para demoler la finca, que data 1905, se basaron en el libro Criterios para la identificación e inventario del Patrimonio Edificado del Estado, realizado en 1999 por el arquitecto y hoy perito del Centro INAH Jalisco, Ignacio Gómez Arriola.

El director general de Patrimonio Cultural de la dependencia estatal, Modesto Aceves Ascencio, presentó en conferencia de prensa una página del ejemplar en la cual se explica la matriz de evaluación empleada para determinar el nivel de intervención máximo permitido en inmuebles Artísticos Relevantes en mal estado de conservación, como es el caso de la Casa Gleason, ubicada en la calle de Miguel Blanco y Argentina.

La línea número seis, leída por el funcionario, describe esta finca del siglo XX en “un mal estado de conservación, modificada y de una corriente estilística escasa, por lo cual se permite la adaptación como nivel máximo de intervención.” Dicha clasificación puede emplearse con otros inmuebles que cumplan con lo anterior, no sólo a la Casa Gleason.  

Al respecto, Ignacio Gómez Arriola, autor del catálogo editado por la SC, expresó que la dependencia estatal “está haciendo una lectura sesgada, lo cual es decepcionante en el caso de la Dirección de Patrimonio, que es la encargada oficial de la protección del mismo. Están utilizando inadecuadamente el inventario a conveniencia y eso no debería ser así”.

El arquitecto y perito del Centro INAH Jalisco explicó que la Casa Gleason está catalogada como Inmueble de Valor Artístico Relevante por ser obra de un arquitecto reconocido, el italiano Enrique Choistry. Además, aclaró que el término escaso no se refiere a poco valor arquitectónico, sino a que ese estilo es escaso en la ciudad por su influencia italiana, ya que durante los primeros años del siglo XX, la propuesta francesa era la imperante.

“Si es escaso hay que cuidarlo más”, afirmó Ignacio Gómez Arriola. La casa que data de 1905 “no estaba modificada”, por lo que no debió demolerse y procedía la restauración especializada.

De la aprobación de los permisos para la intervención, Modesto Aceves Ascencio dijo que “desafortunadamente se han hecho algunos comentarios negativos cuestionando por qué la Secretaría de Cultura sí aprobó este proyecto de vivienda en el Centro, sin embargo, no ha querido aprobar otros desarrollos habitacionales en la zona. La respuesta es simple: En este caso se rescata y se pone en valor lo más relevante de un inmueble patrimonial abandonado y muy deteriorado y la nueva edificación se ajustó a la escala doméstica que predomina en la zona”.

“Los espacios más importantes”

El proyecto habitacional propuesto por el despacho Trama Arquitectos contempla sólo el rescate del 40% de la Casa Gleason. El responsable de la obra Jaime Castiello, presente en el acto de ayer, Chávez explicó que se mantendrá la fachada y la primera crujía como indicó la Secretaría de Cultura del Estado, el Patronato del Centro Histórico, la Comisión de Planeación Urbana (Coplaur) y Obras Públicas del Ayuntamiento de Guadalajara.

La propuesta contempla, dividir la casa en dos áreas, la primera será un departamento cuyo ingreso será por la calle de Miguel Blanco y la segunda será un espacio común para los residentes del edificio de cuatro niveles habitacionales y dos niveles de estacionamiento.

Jaime Castiello explicó que el proyecto reutiliza los espacios más importantes de la Casa Gleason y rescata “el salón, habitaciones y elementos como arcos, quiero ser muy enfático que el uso que se le dará es el original, pero adaptado a nuevas necesidades”. Añadió que posturas como las de Mónica del Arenal e Ignacio Gómez Arriola “parecen que quieren la inmovilidad de la ciudad”, y consideró que los señalamientos debieron hacerse antes, cuando la finca estaba abandonada y no ahora cuando se tendrá un uso nuevo y “de revitalizar lo que está degradado y honestamente yo estoy muy satisfecho con el trabajo que se ha venido haciendo”.

Por su parte, el director de Patrimonio Cultural detalló que antes de mayo de 2010 se le consultó para autorizar la demolición total del inmueble con la intención de construir una torre de varios pisos de altura, “que causaría un impacto negativo en el perfil histórico urbano. De manera inmediata, se le informó al promotor que no procedería la demolición del inmueble, así como tampoco la construcción de un edificio de gran altura por lo que desde esa fecha se tuvieron varias juntas de trabajo con el arquitecto Jaime Castiello en  las cuales se le solicitó que conservara el inmueble patrimonial y redimensionara el alcance del proyecto para no causar un deterioro visual en la zona”.  Acción acatada por el desarrollador, quien obtuvo los permisos necesarios para la intervención que desde hace unos días se lleva a cabo en el sitio para la construcción de un edificio que albergará 17 departamentos y dos niveles de estacionamiento.  

Para el director de Patrimonio Cultura de la SC, los trabajos en esta finca buscan “salvaguardar el patrimonio cultural edificado, cuidar el ambiente urbano y redensificar los perímetros de protección, incluyendo en estos arquitectura contemporánea de calidad”.

Por su parte, la arquitecta Mónica del Arenal señaló en las redes sociales que conservar la fachada no es un modelo aceptable de intervención.

Villa Beatriz no tuvo perito en restauración

Las obras de restauración de la finca conocida como Villa Beatriz, ubicada en Avenida Vallarta y Atenas, no contaron con un perito restaurador responsable aunque fue un requerimiento de la Dirección de Patrimonio Cultural, que también estuvo a cargo de las revisiones, explicó el titular de la dependencia estatal, Modesto Aceves Asencio.

“No hubo perito en  restauración de planta, pero sí se fueron cuidando todos los detalles”, expresó el funcionario. En la casa catalogada como Inmueble de Valor Artístico Relevante se albergarán las oficinas de la contraloría del Gobierno del Estado. Desde hace un año comenzaron las obras, que no sólo estuvieron aprobadas por la Secretaría de Cultura del Estado, sino por el Patronato del Centro Histórico, la Comisión de Planeación Urbana (Coplaur) y Obras Públicas del Ayuntamiento de Guadalajara.

“El seguimiento a los trabajos estuvieron a cargo Violenta Ponce –integrante de la Dirección de Patrimonio- y Ana Lucía González –ex directora de la Patrimonio Artístico de la dependencia estatal-, quienes estuvieron haciendo ajustes al proyecto”, dijo Modesto Aceves Asencio, quien afirmó que la obligación de su dirección es cuidar el patrimonio y según el funcionario en esta gestión se han invertido cifras históricas en la conservación de los bienes inmuebles.

El funcionario pidió hacer una evaluación de cómo estaba la casa ecléctica hace dos años y  cómo se encuentra en este momento. “Es una diferencia del cielo y la tierra, en donde ha habido un rescate patrimonial importante y tuvo que haber adaptaciones. Sí hubo elementos que debieron de sustituir –el anexo del arquitecto Pedro Castellanos- para darle un estacionamiento al edifico”, afirmó el director general de Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura de Jalisco.

Agregó que mantener los inmuebles restaurados en el mismo estado que hace 100 años es imposible”.  De las intervenciones en Villa Beatriz se colocó cristal templado como paredes, que permiten ver el espacio, “sí hay pequeños muros de tabla roca y cristales, pero se conservaron las herrerías originales y los muros, hubo puertas que tuvieron que cambiarse por el deterioro”.

Modesto Aceves destacó que “las obras conservan el mayor porcentaje del inmueble en buen estado y puesto en valor para que funcione”.

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