Críticas post mortem a Fuentes muestran lo peor de la cultura

MADRID, ESPAÑA (17/JUL/2012).- El escritor chileno Carlos Franz, aseguró que las críticas post mortem al literato mexicano Carlos Fuentes, principalmente por su imagen o por haber querido ser enterrado en Francia muestran "lo peor de la cultura contemporánea".

En un artículo de opinión publicado en el diario español El País, expuso que de la misma manera en que tras su muerte han habido homenajes han salido críticas personales y resentimiento hacia Fuentes, las que en su mayoría no se centran en su obra.

Recalcó que se le critica que fuera cosmopolita y viviera en Londres, París y México, sus entrevistas y opiniones políticas, que tuviera amigos empresarios y políticos, que vistiera de forma elegante y hasta la tumba en el cementerio de Montparnasse.

"Condenar a un escritor --o a cualquiera-- por su persona, su máscara o su imagen en lugar de por sus obras, es incurrir en la superficialidad que caracteriza a la peor cultura contemporánea", indicó.

Refirió que con esas actitudes se muestra que es muy difícil en América Latina y España perdonar el éxito ajeno.

Expuso que hacer eso es "hacerle el juego a esta civilización del espectáculo que desdeña lo que hacemos, y que glorifica o crucifica por lo que se parece".

Franz lamentó que se generan críticas por la forma de vestir de Fuentes, la que en su momento fue cuestionada por José Saramago, pero quien en su misma reflexión decía estar equivocado, y aún a pesar de eso se le cita para atacar al mexicano.

Señaló que las críticas a su obra se inclinan a salvar sus primeras novelas y desestimar las últimas, lo que hace tratar a la trayectoria de un escritor como "contabilidad mercantil aplicada a las artes".

"Un escritor --o cualquiera-- debe ser medido con las varas más altas que él, o ella, usó para medirse, y que nos dejó como desafío. Debe ser juzgado por las mejores "rayas" de su escritura. No por las peores. Ni menos por la raya de su pantalón", apuntó.

Destacó que Fuentes corría el riesgo de ser admirado o generar disgusto con algunas de sus obras, como la reciente "La voluntad y la fortuna" en el que aborda "las angustiosas contradicciones del México contemporáneo" en la línea filosófica de Thomas Mann.

"La ambición intelectual de Fuentes fue uno de sus grandes atributos. Una pasión que lo llevó a intentar alumbrar la terrible confusión mexicana, y latinoamericana, con las luces de la cultura universal", puntualizó.

Sostuvo que a pesar de todas las críticas, son mayoría los que admiran su obra y valoran su ambición, reconocen su valentía por ser fiel a sí mismo y no a los prejuicios y estereotipos del gremio.